lunes, 14 de diciembre de 2015

El Magisterio Alcalaíno de María Felipe y Pajares

De izquierda a derecha, María Felipe y Pajares; su sobrino, Justo Morterero y Felipe; y su hermana, Teresa Felipe y Pajares

Este artículo ha sido publicado originalmente en la revista Anales Complutenses (Volumen XXVII - 2015; pág. 259-279; ISBN 0214-2473)

La siempre escasa historiografía de género no sólo es debida a la propia situación histórica, en muchos casos, de marginalidad de la mujer, recluida a espacios domésticos y apartada de los grandes hechos sociales y políticos, sino también al escaso interés que tradicionalmente ha despertado su contribución a la realidad histórica de cada periodo.

Afortunadamente día a día se van incorporando nuevos estudios, generales o monográficos, y no sólo desde la esfera del feminismo, ya que el interés despertado por este ha arrastrado a muchos otros a poner su atención en personajes y circunstancias hasta ahora invisibilizada en la historiografía tradicional.

El presente artículo pretende, en este sentido, rescatar la figura de Dª María Felipe y Pajares, una maestra alcarreña que desarrolló en la ciudad de Alcalá de Henares menos de la mitad de su carrera profesional pero sin duda la más interesante.

Maestra de la escuela de la Casa Galera, directora fundadora de las Escuelas Dominicales de Alcalá de Henares y propietaria de una escuela de señoritas situada en su plaza Mayor, María Felipe entró en contacto, desde una óptica fundamentalmente católica pero igualmente comprometida con su entorno social de la ciudad alcalaína, con las iniciativas progresistas en torno a la educación popular y de las clases más vulnerables.

FORMACIÓN Y PRIMERAS EXPERIENCIAS PROFESIONALES

María Patricia Felipe y Pajares nació en Trijueque, provincia de Guadalajara, el 21 de mayo de 1848. Era hija del matrimonio integrado por José María Felipe y Justa Pajares. Sus abuelos paternos eran Antonio Justo Felipe y Petronila Arroyo. Sus abuelos maternos, Elías Pajares y Bernabela Atienza. Su madrina, su tía Patricia Pajares, soltera[1]. Sus hermanos fueron José Pelegrín, fallecido en la adolescencia mientras estudiaba en Alcalá de Henares, Teresa, Genara y Crisanta.

Su abuelo paterno, Antonio Justo, había sido escribano público de la localidad, y tenemos constancia que su padre, propietario, votó en las elecciones a cortes de 1854-1855[2], de carácter censitario[3], por lo que podemos concluir que su familia pertenecía a la burguesía local.

Al cerrarse en 1861 la Escuela Normal de Maestra de Guadalajara, estudió las materias objeto de examen particularmente, y tras realizar los dos años de prácticas en la escuela pública de niñas de la ciudad de Guadalajara, considerada como modélica a efectos legales, fue examinada por el establecimiento normalista masculino, a pesar de lo establecido por el Real Decreto de 15 de junio de 1864 (Pozo, 1986: 91). Reválida de maestra de primera enseñanza elemental que aprobó en 1867 y un año después, en 1868, la reválida de maestra de primera enseñanza superior. Para ello tuvo que solicitar una autorización especial ya que en el momento de su examen no había alcanzado los 20 años establecidos como edad mínima para dicho examen.

Por concurso, consigue la plaza de maestra de la escuela elemental de niñas de Ledanca (Guadalajara), donde ejercería su magisterio del 6 de septiembre de 1870 al 26 de febrero de 1871. Posteriormente consigue con el número 1 ganar su plaza en las oposiciones de maestra de la escuela elemental de niñas de Marchamalo (Guadalajara), desarrollando su labor pedagógica en la misma del 28 de febrero de 1871 al 8 de octubre de 1875.

Su formación y primera etapa profesional nos dibujan a una mujer de gran capacidad y carácter que se plasma en la controversia mantenida con el ayuntamiento de Marchamalo.

Durante su estancia en esta localidad, y con solo 25 años, se produjo un conflicto con el ayuntamiento que provocó que éste elevara una denuncia a la Junta Provincial de 1ª Enseñanza, la cual, en reunión celebrada el día 10 de enero de 1873, acordó que “Del informe emitido por la Junta de primera enseñanza de Marchamalo en el expediente promovido por el Ayuntamiento contra la Maestra Dª María Felipe y Pajares, acordando pase a informe del Sr. Inspector del ramo con arreglo á la ley[4].

Pero el conflicto no había hecho más que empezar, ya que días después, sería la propia Maestra Felipe quien elevara una queja a la Diputación Provincial reclamando los haberes que le adeudaba la corporación local, lo que provocó que la Comisión Permanente de la Diputación Provincial dictara el 27 de febrero de 1873 el siguiente acuerdo[5]: Marchamalo.- Acordó prevenir terminantemente al Ayuntamiento de Marchamalo, que si en el término de quinto día no remite el oportuno documento que acredite el pago de todo cuanto se adeude á la Maestra de Instrucción primaria Dª María Felipe Pajares, se le impondrá por su desobediencia la multa de 25 pesetas en el papel correspondiente.

La resistencia del ayuntamiento de Marchamalo a cumplir el acuerdo provincial provocó que éste llevara a efecto sus amenazas y así, en reunión del 13 de marzo “Acordó imponer al Ayuntamiento de Marchamalo la multa de 25 pesetas con que fue apercibido por no haber hecho constar el pago de lo que á la Maestra de Instrucción primaria Dª María Felipe Pajares se le adeuda, y con prevención de que si no la hace efectiva en el término de diez días, en el papel correspondiente, se le exigirá el apremio diario de un 5 por 100, en conformidad á lo dispuesto en el art. 177 de la ley municipal vigente”[6].

Finalmente, la Junta Provincial no vio motivo para sancionar a nuestra maestra y en la reunión del 17 de mayo de 1873 acordó que “Visto definitivamente el expediente instruido contra la Maestra de Marchamalo, Dª María Felipe y Pajares, á instancia del Ayuntamiento de dicho pueblo, y examinados detenidamente los informes emitidos por la Junta local é Inspector del ramo, esta Corporación acordó declarar infundado dicho expediente, desestimando la queja del Ayuntamiento, por carecer de fundamento legal; y hacer a la Maestra las oportunas prevenciones encaminadas á estrechar las relaciones oficiales que deben existir entre ella y las autoridades municipales[7].

Un año después, Marchamalo aún adeudaba salarios a María Felipe, al punto que en el Boletín Oficial de la Provincia[8] de 1 de abril de 1874 recogía la resolución de la Comisión Permanente de la Diputación en la que se “acordó que se practique la correspondiente liquidación de la multa y recargo del 5 por 100 impuesto al ayuntamiento de Marchamalo, por falta de pago de la cantidad que adeuda á la Maestra que fue de primera enseñanza, Dª María Felipe Pajares”. No contentos con ello, ordenaban que “se pase al Juez de primera instancia de este partido, para que proceda á su exacción por la vía de apremio, en conformidad á lo dispuesto en el párrafo 3º del art. 179 de la ley municipal vigente”.

MAESTRA DE LA CASA GALERA (8 de octubre de 1873 / 1 de julio de 1890)

El gobierno de la I República creó las escuelas de primera enseñanza de los establecimientos penales por Decreto de 25 de junio de 1873, que fue desarrollado por el Reglamento de 17 de julio del mismo año. Y por ello se convocaron las preceptivas oposiciones en las que participó María Felipe, aún maestra de la escuela de Marchamalo.

Los exámenes se verificaron en Madrid, en el mes de septiembre de 1873, quedado finalistas María Pajares y Dª Concepción Dutil y Chavarro[9], consiguiendo finalmente la plaza la maestra de Marchamalo, por lo que fue nombrada por el Ministerio de Gobernación, el 26 del mismo mes, maestra en propiedad de la escuela primaria del Correccional de Mujeres o Casa Galera de Alcalá de Henares, con un sueldo de 1.500 pesetas anuales.  María Felipe tomaría posesión de dicho cargo el 8 de octubre de 1874, a la edad de 26 años.

En la década de los 70 del siglo XIX, la Casa Galera o Correccional de Mujeres de Alcalá era una institución penal que se inspiraba en los modelos de Casas de Recogida del Antiguo Régimen. Será en 1605, en las “Constituciones” del Patronato de la Casa Pía de Santa María Magdalena de la Aprobación de Valladolid, promovida por Sor Magdalena de San Gerónimo, cuando se use por primera vez el término de “Galeras” para designar las Casas de Recogidas “a las que serán destinadas las mujeres delincuentes bajo patrocinio estatal” (Alvarado, 2012: 75).

Sor Magdalena publicará tres años después, en 1608, su tratado “Razón y forma de la Galera y Casa Real, que el rey, nuestro señor, manda hacer en estos reinos, para castigo de las mujeres vagantes, y ladronas, alcahuetas, hechiceras, y otras semejantes”, cuya principal propuesta era crear un régimen penitenciario que igualara la mujer al hombre en lo que respecta a la imposición del castigo y la forma de cumplirlo. Su programa obtendrá rápidamente el apoyo de la Corona, y Felipe III ordenaría la inmediata construcción de dos Casas Galera, en Madrid y Valladolid y posteriormente en Zaragoza, Salamanca, Barcelona, Valencia y Granada, entre otras ciudades importantes (Almeda, 2005: 76,78)

El modelo de Galera de Mujeres se cuestionará en el siglo XVIII por su dureza, semejante al trato dado a los condenados al remo en las galeras, y provocará la extensión en todos los centros de la filosofía de la ordenanza que para la Casa Galera de Valladolid escribiría Luis Marcelino Pereyra en 1778 (Alvarado, 2012: 92).

Porque cada Casa Galera se regía por sus propias normas hasta que el Decreto de 1º de abril de 1846 centralizó la administración de todas las casas de corrección, bajo cuya denominación se incluían las Galeras, así como los presidios, en una Dirección General de Presidios, dependiente del Ministerio de Gobernación (Serrano, 2010: 487).

En 1851 se acuerda el traslado de la Galera de Madrid al convento alcalaíno de las Carmelitas Descalzas (Gómez, 2033: 360), encomendándose la tarea al coronel Montesinos[10] en 1852 (Gómez, 2033: 351), cosa que se cumplió ese mismo año (Ayala/Sastre, 1890: 50). Y en 1869, tras refundirse todas las Casas-Galera del país, adquirió la condición oficiosa de penal central de mujeres (Gómez, 2003: 353), aunque para alcanzarla oficialmente tuviera que esperar hasta 1888.

El viejo edificio del convento sufriría varias reformas en las tres primeras décadas de existencia de la Casa Galera, ya que si la primera finalizó en 1863, realizada por los presos del colindante Presidio de Alcalá, en 1866 se aprobó un proyecto del arquitecto de la Modelo de Madrid, Tomás Aranguren, para instalar un establecimiento celular para 500 reclusas. Y cuando el proyecto iba adelantado, se modificó para hacer grandes salas para 2.000 mujeres. (Gómez, 2003: 353).

En 1877, según el número de marzo de la Revista de Beneficencia, Sanidad y Establecimientos Penales, la casa-galera de Alcalá de Henares contaba con una población de  634 corrigendas, siendo en su mayoría solteras. En cuento a edades, el mayor grupo se encontraba entre las de 25 y 30 años, aunque había 5 de más de 65 años. El mayor número de presas procedían de Madrid, seguidas de las oriundas de las provincias de Guadalajara, Cuenca, Coruña y Segovia. En cuento a formación, 205 sabían leer y 429 eran analfabetas. Por último, eran útiles para el trabajo 481 e  inútiles 153.

La Casa Galera que se encontrará María Felipe será definida por Concepción Arenal[11] como aquel lugar “donde en nombre de la ley se pisaba el derecho, y en nombre de la justicia se escarnería (sic) la moral”. A lo largo de esa década se sucederán numerosos incidentes que serán lo suficientemente importantes para que los recoja la prensa de la época. Así, hubo desórdenes en octubre de 1874 (pretextando que el pan era muy malo), noviembre de 1877 (también a causa de la deficiente calidad del pan), y junio y octubre de 1879 (ésta última con gritos ¡muera el médico!). En octubre de 1876, durante una visita de inspección se descubrieron “abusos en los suministros que serán inmediatamente y enérgicamente castigados[12]. Y en agosto de 1879 se produciría un incendio que provocaría la muerte de 3 reclusas y lesiones en varias más, así como la destrucción de las cocinas, el refectorio y la escuela.

Al mes siguiente, en septiembre de 1879, y tras una inspección del Director General Francisco Santa Cruz al Presidio y a la Casa Galera de Alcalá de Henares, se producirá la destitución fulminante de casi toda la dirección del Correccional de Mujeres. El diario La Iberia lo recogió así:

La sola visita del señor Santa Cruz á Alcalá ha producido, no sólo el descubrimiento de los abusos aludidos, sino que también en la Casa-galera, ó presidio de mujeres, ha hallado el director del ramo abusos tan graves, que han motivado la suspensión de casi todo el personal, como lo revela el siguiente suelto de la misma Correspondencia: «A consecuencia de los sucesos ocurridos recientemente en la casa-galera de Alcalá de Henares, se ha dispuesto por la dirección general de establecimientos penales, como medida preventiva, suspender de empleo y sueldo á los empleados de aquel establecimiento don Julián Busquet, alcaide; doña Asunción Gaye, inspectora; doña Teresa Ruiz, doña Rosa García y doña María Morato, subinspectoras, y al portero Pedro Galvez.

Se ha encargado inmediatamente de dicha casa corrección el ayudante segundo de establecimientos penales don Prudencio Casado, y ha sido nombrada subinspectora con carácter de interina, doña Pascuala Guevara«.

Qué sucesos son los ocurridos recientemente y de que habla el colega noticiero, no lo sabemos, ni la prensa ha dicho nada; pero es bien singular el que ni el presidio de mujeres, cuya organización es completamente diversa de la de los hombres, se haya podido escapar de esa epidemia do irregularidades, faltas y escándalos de todo género que parece existir en las cárceles de hombres[13].

Posteriormente, se suspenderá por quince días de sueldo al comandante y al mayor, por ocho días a los ayudantes y furriel, y por cuatro a los capataces[14].

La estancia de María Felipe en Alcalá fue determinante para su orientación social dentro de los movimientos filantrópicos y de caridad católicos, no sólo por su contacto con la realidad carcelaria sino también por su preocupación por la situación de la infancia y adolescencia de las clases sociales más vulnerables. Sería en esta época cuando entró en contacto con mujeres como Concepción Arenal, los miembros de la Real Asociación de Escuelas Dominicales[15] o la Asociación Protectora de los Niños de Madrid, que en 1879 crearía un asilo para los hijos de las penadas de la Casa Galera[16].

Además, su experiencia en esta prisión de mujeres será fundamental para que María Felipe se inscriba más tarde en el frente abolicionista de la violencia psíquica y física en las escuelas. Así, en su intervención durante las Jornadas Pedagógicas de Guipúzcoa, celebrada celebradas los días 20, 21 y 22 de julio de 1898, titulada “Medios para sostener la disciplina en una escuela sin necesidad de castigos corporales[17] afirmó:

Queda probado, según mi inteligencia me sugiere, lo que al desarrollar el Tema enunciado me propuse; pero si hay quien entienda que los medios expuestos sólo sirven para conseguir la disciplina en escuelas poco numerosas, de niños de cierta edad ó de aquellos que pertenecen á distinguida clase social, dire sé por experiencia, que ya se trate de escuela muy numerosa (de 250 niñas) y en la cual fuese la mayor parte de ellas de familias poco acomodadas, ya de un colegio particular donde acudía la que pudiera llamarse aristocracia de la población, ya se haya tratado (y creo es lo más que puede tratarse) de las corrigendas de el único establecimiento penitenciario de España, en Alcalá de Henares, los medios indicados han respondido para sostener la disciplina, sin necesidad de castigos corporales. Debiendo decir, en obsequio á la verdad, que si las primeras y segundas tenían entusiasmo por cumplir con sus deberes, complaciendo y obedeciendo, las reclusas manifestaban verdadero interés en no producir el más pequeño disgusto á la profesora á quien respetaban, consideraban y obedecían ciegamente.[18]

Si analizamos la realidad de la Casa Galera de aquellos años, el conflicto fue permanente entre las reclusas con toda la estructura de la prisión, desde la dirección hasta el servicio médico. En cambio podemos deducir, por la ausencia de noticias conflictuales con la maestra de la Casa Galera y a tenor de las palabras de la propia María, que su relación con las corrigendas fue muy positiva, ya que casi veinte años después escribirá, como hemos transcrito anteriormente, que “las reclusas manifestaban verdadero interés en no producir el más pequeño disgusto á la profesora á quien respetaban, consideraban y obedecían ciegamente”.

La vinculación profesional de María Felipe con la Casa Galera de Alcalá de Henares tocaría a su fin con la firma del convenio suscrito entre el Estado y las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul en 1880 (Hernández, 2013: 86), y su pase a situación de excedente, en la que permanecería hasta el 1 de julio de 1890, cuando cesó definitivamente por la Ley de Presupuesto de 1890 a 1891.

Pero este cambio no fue ajeno a la propia María Felipe. Al contrario, su participación fue fundamental para que el gobierno encargar la gestión de la Casa Galera de Alcalá de Henares a las Hijas de la Caridad. En este sentido, Concepción Arenal, defensora de dicha decisión, publicó en uno sus artículos[19]:

En tal estado las cosas, visitaron SSMM la ciudad de Alcalá[20], y algunas personas caritativas, en ella residentes, llamaron la atención de la Reina respecto a los vicios y a las desdichas de aquella prisión, donde en nombre de la ley se pisaba el derecho, y en nombre de la justicia se escarnería la moral; y pintaron con vivos colores el daño inmenso, la vergüenza de tal estado de cosas y la necesidad grande de que se cambiara llevando allí una comunidad religiosa. (Debe notarse que sobre este punto habíamos convenido personas que sobre muchos otros opinamos de modo muy diverso.)

Interesóse S.M. por aquellas desdichadas, cuya culpa agravaba la Administración, cuyo arrepentimiento dificultaba; interesóse también una ilustre y virtuosa dama que podría influir en el real ánimo, y debieron interesarse de veras y tener muy presente el asunto, porque las dificultades que hayan podido presentarse para la realización de la idea se han vencido, y cuando se impriman estas líneas es posible que las Hermanas de la Caridad estén instaladas en la Prisión de mujeres de Alcalá. Que Dios las bendiga y las favorezca, y favorezca y bendiga a todas las personas que han tenido parte en esta buena obra, a las que enviamos un cordial y respetuoso saludo en nombre de la justicia desagraviada y de la desgracia, que recibirá consuelo.

El nombre de una de esas “personas caritativas” se identificaría años más tarde, cuando el periódico “La Región” publicó en 1902[21]:

 Doña María de Felipe, en ocasión de ejercer su ministerio en Alcalá de Henares, llevada de un celo y un desinterés digno de todo encomio, hizo la caridad de suplicar á S.M. se encargarse del gobierno de la Casa-Galera las hermanas de San Vicente.

Atendida la súplica, con gran beneplácito de las reclusas y no menor ventaja para el buen orden de aquel correccional, la única perjudicada fue la peticionaria, pues el cambio de sistema llevó aparejada, como no podía ser menos, su cese en el desempeño de tan sagrado ministerio.

Aún así, su vinculación con las instituciones penitenciarias continuó al punto que en 1890 participó en el homenaje que los profesores de los establecimientos penales realizaron a Castelar, y que consistió en la entrega de un trabajo caligráfico sobre pergamino blanco en el que se recogieron las firmas de todos ellos[22].

A pesar de sus distintas reclamaciones al ministerio de instrucción pública, incluso con la intercesión de la reina María Cristina[23], nunca llegó a conseguir la propiedad de una escuela de igual categoría a la del Correccional de Mujeres de Alcalá, ya que sólo las de la Corte tenían asignado el mismo salario en 1880.

MAESTRA-DIRECTORA DE LA ESCUELA DOMINICAL DE ALCALÁ DE HENARES (enero de 1878 / marzo de 1891)

Tras cesar en 1880 como maestra de la escuela primaria de la Casa Galera de Alcalá, María Felipe continuó residiendo en Alcalá de Henares, ya que hasta tanto no se le asignara una nueva escuela pública permanecía en la categoría de disposición, cobrando sólo dos terceras partes de su salario anual, es decir 1.000 pesetas.

En 1886 abrió un colegio de señoritas y otro de párvulos en la plaza Mayor número 3[24], a los cuales, según sus palabras incluidas en su disertación de 1898, “acudía la que pudiera llamarse aristocracia de la población”.

Pero la inquietud social de María Felipe le llevó a ingresar, durante su estancia en Alcalá de Henares, en la Real Asociación de Escuelas Dominicales, para atender una realidad verdaderamente desoladora de centenares de niñas y adolescentes en una ciudad en plena decadencia. 

Por eso, antes incluso de su cese al frente de la escuela de la Casa Galera, en enero de 1878, María Felipe colaboró en la constitución, junto a su hermana Teresa Felipe y Pajares, igualmente maestra, de la primera Escuela Dominical de Sirvientas de Alcalá de Henares, de la que serían directora y secretaria respectivamente[25], sin retribución y sólo por caridad, como dejaría constancia en las hojas de servicios conservadas en su expediente administrativo.

La primera Escuela Dominical de Sirvientas de España, que más tarde se ampliaría a diversas clases de obreras sin cualificar, se abrió en Madrid el 12 de septiembre de 1857, como una iniciativa social de los jesuitas, de mano del Padre Mariano Cortés, y de la aristócrata Francisca Coello de Portugal y Ramírez, condesa de Humanes. Tres meses después, durante la visita “sorpresa” del rey[26], en la escuela instalada en la Escuela Normal Central de Instrucción Primaria ya estudiaban 300 alumnas[27].

Denominadas así porque su oferta educativa se realizaba en los domingos por la tarde, único tiempo de asueto de las empleadas domésticas, las Escuelas Dominicales nacieron con el objeto de formar intelectual y moralmente a sirvientas y obreras, la mayoría de ellas analfabetas, dotándolas además de los rudimentos de conocimientos meramente prácticos, cara el desarrollo de sus profesiones y su futuro como esposas y madres.

Porque a la vez que la feminización del servicio doméstico se fue produciendo a lo largo del siglo XIX, “se multiplicaban las publicaciones de los moralistas y la actuación de las congregaciones que luchaban por mantener a las criadas en la fe cristiana, con la doble pretensión de conseguir sirvientas obedientes y discretas y de proteger a las más jóvenes de los amos sin escrúpulos, particularmente en cuanto a posibles abusos sexuales” (Del Amo, 2008: 546)

Como recoge Palacio (1992: 113-117) citando a Pérez (1877), se trataba de escuelas “donde las jóvenes pobres que han recibido una educación descuidada, puedan instruirse en todos aquellos conocimientos que le son precisos, indispensables para vivir honradas en el taller, al servicio doméstico o en el hogar cuidando de su familia y siendo un modelo de madres y de esposas”.

Por lo tanto, los contenidos y métodos vendrán en consecuencia referidos a tan específico alumnado: “… hay que dar una instrucción especial, hay que establecer un método “sui generis”. Nada de enseñanza de adorno ni de recreo. La música, la gimnasia, el francés, nada de esto hace falta aquí…” Sí, por el contrario, lectura (“la mujer que no sabe leer, o que sabiendo leer no lee, le falta la primera cualidad que debe tener al igual que el hombre: el pensamiento común”); escritura; aritmética, para saber “cómo compra a cómo vende, cómo cobra o cómo paga, cuánto vale el dinero que gana y como lo disipan también esas mujeres del gran mundo que han nacido en la opulencia y mueren un día sin haber extendido su mano a las honradas hijas del pueblo, a las hijas del trabajo y de la virtud”; moral, que “no está más que en ser honrada la mujer y en saber cumplir severamente con los preceptos de la vida”; así como economía doméstica y de la vida del hogar.

A los seis meses de la primera Escuela Dominical, el 19 de marzo de 1858 se creaba la Real Asociación de Escuelas Dominicales, y para noviembre de ese año ya se formaban más de 2.000 sirvientas y obreras en las cinco escuelas abiertas en Madrid, según María del Pilar Sinués de Marco[28]. En un artículo publicado en el semanario “El Fenix”, y recogido por el Boletín del Clero de León[29], Sinués afirmaba que “jóvenes hay que han ingresado en las escuelas sin haber visto jamás un libro ni una pluma, y que en el breve espacio de algunos meses, es decir, de doce a dieciséis lecciones leen y escriben con toda perfección”.

En 1861 ya se encontraban matriculadas 6.878 alumnas en las escuelas de Madrid, 405 en las de Salamanca, 453 en las de Zaragoza, 162 en las de Valladolid, 120 en las de Granada, 139 en las de Logroño, 134 en las de Ávila, 160 en las de Plasencia, 101 en las de Guipúzcoa, 100 en las de Quinto, 110 en las de Gelsa, y 80 en las de Fuentes del Ebro, quedando constancia de la existencia de Escuelas Dominicales, aunque no del número de alumnas, en Sevilla, Triana y Pamplona[30].

Y en abril de 1864, la reina Isabel II aceptaría la presidencia de la Real Asociación de Escuelas Dominicales, quedando la Junta Directiva integrada además de por la condesa de Humanes como vicepresidenta, por Elena Palafox como secretaria general y Rosa Doz y Gordón, marquesa viuda de Santiago como secretaria de las escuelas de provincias, asumiendo esta última la dirección de la Real Asociación tras el fallecimiento de la condesa de Humanes en 1865.

El Sexenio revolucionario (1868-1874) supondría un impulso a la expansión y consolidación de las Escuelas Dominicales, aunque para algunos autores (Suárez et al, 1982: 697) “en verdad, demasiado inmediato al estallido de septiembre para considerarlo una mera réplica”.

La Escuela Dominical de Alcalá, promovida por una Junta de Damas, se instaló  primero en Santa María La Rica, un ómnibus municipal a decir de Liborio Apolinario Acosta de la Torre, y a partir de 1889 en la Escuela de Niñas nº1, no sin reticencias por parte de su maestra Josefa Martínez[31].

Sobre el número de alumnas asistentes y edad no hemos encontrado datos en el Archivo Municipal de Alcalá de Henares, y la referencia contenida en la citada intervención de María Felipe en San Sebastián sobre que había sido maestra de una “escuela muy numerosa (de 250 niñas) y en la cual fuese la mayor parte de ellas de familias poco acomodadas”, nos hace pensar que se refería a la escuela de Manzanares, donde sería maestra tras su paso por Alcalá. Pero el número de jóvenes sirvientas alcalareñas necesitadas de formación sería altísimo, cosa que se reflejaría en el número de alumnas de la escuela dominical.

Según el censo de 1877[32], en Alcalá de Henares había un total 12.317 habitantes, de los cuales había 5.646 “hembras”. En cuanto a su instrucción, se recoge que un total de 3.674 mujeres eran analfabetas, frente a las 218 que sabían leer, y las 1.754 que sabían leer y escribir. El mismo censo[33] arroja un total de 1.375 niñas y jóvenes entre los 10 años, edad en el que en el mejor de los casos abandonaban cualquier tipo de estudios si es que los habían empezado, y los 23 años, edad en la que se alcanzaba la mayoría de edad legal.

Podemos imaginar que la situación de analfabetismo que se cebaba especialmente entre las mujeres de las clases más populares, entre las que se encontraban las niñas y jóvenes dedicadas al servicio doméstico. Porque el servicio doméstico se nutría fundamentalmente de niñas y jóvenes “que pretendían acumular algunos recursos que les sirviese de dote en un matrimonio que los moralistas recomendaban con individuos de parecida condición social” (Del Amo, 2008: 546)

Como en el resto de la Nación, las escuelas dominicales de beneficencia y origen aristocrático encontraron el apoyo de las administraciones locales, pero, debido a la falta de recursos de los ayuntamientos, fue en muchas ocasiones más moral que económico.

En Alcalá vemos que el ayuntamiento no sólo apoyó a la Escuela Dominical cediéndoles espacios y apoyándola institucionalmente (como en el conflicto señalado con la profesora de la escuela de niñas número 1), sino que incluso en 1885 concedió un  Voto de Gracia a la Junta Directiva de la Asociación fundadora de la Escuela Dominical, que el acta recoge de la siguiente forma:

Faltaría esta Alcaldía á un ineludible deber de delicadeza al par que de justicia si no expusiera a esa Junta el juicio que la ha merecido el examen del personal que concurre a la escuela dominical de su digna presidencia.

Habiendo tenido el gusto de asistir al expresado acto obedeciendo á atenta invitación de V. esta Alcaldía ha visto con sumo agrado el estado de adelantados en que se encuentra la juventud que asiste a recibir la instrucción que esa caritativa junta prodiga sin otro móvil que el de proteger e ilustrar a la clase de domésticas logrando que adquieran conocimientos que en toda casa han de serles últiles y evitando con su natural asistencia en los días festivos que emprendieran un camino que pudiera perjudicarlas, por todo lo cual es acreedora con justicia benéfica esa Junta y V, como digna presidenta y clase examinada del voto de gracias que con toda sinceridad emito, exhortándolas a que continúen en sus tareas para honra de la Junta y provecho notorio de la referida clase, ofreciendo al efecto esta Alcaldía su más decidida cooperación, y el que brillante resultado del acto de examen que ha tenido lugar, conste en las actas su Excelentísimo Ayuntamiento.

30 octubre 1885.

Sra. Presidenta de la Asociación fundadora de la Escuela Dominical en esta Ciudad[34].

La Escuela Dominical de Alcalá también obtuvo el apoyo de la Corona, y en la visita a Alcalá de los Reyes Don Alfonso XII y Doña María Cristina, el 17 de junio de 1884, la Reina donó 250 pesetas para las mismas (Azaña, 1986: 920).

En 1890, la Junta Directiva de la Escuela Dominical estaba presidida por Aurora Rodríguez[35], continuando como directora María Felipe y como secretaria Teresa Felipe[36].  Y su labor pedagógica continuó hasta marzo 1891, cuando María Felipe cesa como directora de la misma por su traslado a Manzanares para asumir la dirección de la escuela de dicha localidad.

MANZANARES, SAN SEBASTIÁN Y MUERTE

Tras abandonar Alcalá de Henares, María Felipe pasaría a desarrollar su magisterio en la escuela de Manzanares hasta el 12 de enero de 1898, cuando asumió la dirección de la Escuela Peñaflorida de San Sebastián. Esta sería la última institución en la que desarrollara su magisterio, ya que permaneció en ella como directora hasta su fallecimiento el 5 de agosto de 1913. En este destino obtendría dos Votos de Gracia del Ayuntamiento de la ciudad y un Voto de Gracia de la Junta Provincial de Instrucción de Guipúzcoa por sus méritos como docente.

BIBLIOGRAFÍA

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-          Gómez Bravo, Gutmaro (2003): “Las prisiones de Eva. Mujer y Cárcel en el siglo XIX”, Anuario de Derecho Penal y Ciencias Penales, Vol. LVI,   351-384.
-          Hernández Holgado, Fernando (2013): “Cárceles de mujeres del novecientos. Una rutina punitiva secular”, Segle XX. Revista catalana d´història, 6, 85-112.
-          Palacio Lis, Irene (1992): Mujer, trabajo y educación (Valencia 1874-1931). Valencia, Universitat de València.
-          Pozo Andrés, Mª del Mar Luis [et al.] (1986): Guadalajara en la Historia del Magisterio Español, Alcalá de Henares, Universidad de Alcalá de Henares.
-          Serrano Tárrega, Mª Dolores (2010) “La consideración del género en la ejecución de las penas privativas de libertad”, Estudios Penales y Criminológicos, vol. XXX, Santiago de Compostela, Universidade de Santiago de Compostela.
-          Suárez Fernández, Luis [et al.] (1982): Historia General de España y América, Madrid, Ediciones Rialp, S.A.



[1] Para todos los datos personales, académicos y profesionales utilizaremos su expediente conservado en el Archivo Central de la Administración (AGA) de Alcalá de Henares, con la siguiente signatura: Exp030-Caja31/18026.
[2] Boletín Oficial de la Provincia de Guadalajara, nº 21 (16 de febrero de 1855).
[3] En aquellas elecciones, además de los requisitos de edad (más de 25 años) y sexo (sólo varones) se exigía para disfrutar del sufragio activo pagar anualmente 200 reales de vellón (rs. vn.) por lo menos de contribuciones directas, incluida las cuota fija; o tener una renta líquida anual que no bajase de 1.500 rs. vn. procedentes de precios propios rústicos o urbanos… o de cualquier profesión para cuyo ejercicio se exigieran las leyes estudios y exámenes preliminares; o pagar en calidad de arrendamiento o aparcero una cantidad de dinero o frutos que no bajase de 3.000 rs. vn. al año [Urquijo y Goitia, José Ramón de (1984): La Revolución de 1854 en Madrid, Madrid, CSIC]
[4] Acta de la sesión ordinaria celebrada por esta Corporación [Junta Provincial de 1º Enseñanza de Guadalajara] el día 10 de Enero de 1873. Boletín Oficial de la Provincia de Guadalajara, nº 16 (5 de Febrero de 1873).
[5] Acta de la sesión celebrada por la Comisión permanente de la Excelentísima Diputación provincial el día 27 de Febrero de 1873. Boletín Oficial de la Provincia de Guadalajara, nº 32 (14 de marzo de 1873).
[6] Acta de la sesión celebrada por la Comisión permanente de la Excelentísima Diputación provincial el día 13 de Marzo de 1873. Boletín Oficial de la Provincia de Guadalajara, nº 37 (26 de marzo de 1873).
[7] Acta de la sesión ordinaria celebrada por esta Corporación [Junta Provincial de 1ª Enseñanza de Guadalajara] día 17 de Mayo de 1873. Boletín Oficial de la Provincia de Guadalajara, nº 70 (11 de junio de 1873).
[8] Acta de la sesión celebrada por la Comisión permanente de la Excelentísima Diputación provincial, el día 28 de Febrero de 1874. Boletín Oficial de la Provincia de Guadalajara, nº 39 (1 de abril de 1874)
[9]A  Condepción Dutil y Chavarro la encontramos a partir de finales de los años 70 del siglo XIX como maestra de educación primaria de las localidades arriacenses de Mazuecos, Arbeteta, Ledanca y Alavilla, donde se jubiló en 1904.
[10] En esta cita, Gutmaro Gómez se remite a Rico de Estasen (El coronel Montesinos. Un español de prestigio europeo. Alcalá de Henares, Talleres Penitenciarios, 1948, pp. 164-181)
[11] Concepción Arenal Ponte (1820-1893) fue periodista, escritora y activista social de la derecha liberal católica.  Disponible en: http://www.filosofia.org/ave/001/a328.htm [Consulta: 10/01/2015]
[12] La Correspondencia de España: Diario Universal de Noticias. Año XXVII. Número 6875 (2 de octubre de 1876)
[13] La Iberia: Diario Liberal. Año XXVI. Número 7.006. (13 de septiembre de 1879)
[14] El Imparcial: Diario Liberal. (18 de septiembre de 1878)
[15] La vinculación de María Felipe con el movimiento de Escuelas Dominicales debemos establecerlo a partir de su participación en la creación de la Escuela Dominical de Alcalá en 1878, ya que no aparece en el Catálogo del personal de la Real Asociación de las Escuelas Dominicales de esta Corte y de sus afiliadas en Provincias por orden alfabético de 1874, ni en el Catálogo del personal de la Real Asociación de las Escuelas Dominicales de esta Corte de sus afiliados en Provincias y ultramar de 1876 (ambos conservados en la Real Biblioteca de Madrid).
[16]La Asociación protectora de los niños de Madrid, de la que es presidente el duque de Veraguas, ha tomado la acertada resolución de recoger, en un asilo especial, los niños de las infelices mujeres que extinguen condena en la Casa-galera de Alcalá de Henares; los cuales acompañan allí á sus madres. Estos niños, que no bajan hoy de setenta, recibirán así una educación que de modo alguno podrían obtener en la viciada atmósfera de un establecimiento penal, todavía tan atrasados entre nosotros.” El amigo. Año II. Número 47 – 12 de enero de 1879.
[17] Actualmente sólo está localizable un ejemplar impreso de dicha intervención en la biblioteca de la KOLDO MITXELENA KULTURENEA (Diputación Foral de Guipúzcoa), con la signatura CA-18 F-2.
[18] Tal debió ser el impacto de su intervención en las Jornadas Pedagógicas, que el periódico La Unión Vascongada, además de ofrecer una reseña en su edición de 22 de julio de 1898, decidió sustituir su folletín “El Pirata” previsto para el número de 25 de julio por “el hermoso discurso que leyó el 22 del actual en las conferencias pedagógicas de esta capital la Ilustrada profesora doña María Felipe y Pajares” con el argumento de que “tan interesante, tan notable es y encierra tan provechosas lecciones para la enseñanza que estamos seguros de que nuestros lectores nos agradecerán la publicación de dicho trabajo”.
[19] Concepción Arenal. El Penal de Alcalá de Henares. Artículo fechado en Gijón el 6 de octubre de 1880 y publicado originalmente en “La Voz de la Caridad”,  recopilado en la edición de sus obras completas publicada por la Librería de Victoriano Suárez en 1900. Para este artículo hemos utilizado la edición digital de la Biblioteca de la Universidad de Alicante. Disponible en http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/articulos-sobre-beneficencia-y-prisiones-volumen-v--0/html/fefb6c74-82b1-11df-acc7-002185ce6064_11.html. (consulta: 02/01/2015)
[20] Seguramente se refiere a la visita realizada por el rey Alfonso XII a Alcalá de Henares el 8 de junio de 1880.
[21] La Región: periódico bisemanal. Año II. Número 126. (18 de julio de 1902)
[22] El Guadalete : periódico político y literario Año XXXVI Nº 10624 (15 de noviembre de 1890)
[23] Con el título “Reparación Justa” el periódico bisemanal “La Región”, editado en Guadalajara el 18 de julio de 1902, publicó: “El día del gran festival infantil en San Sebastián, S.M. la Reina se dignó dirigir varias preguntas á la profesora Dª María Felipe y Pajares, nuestra distinguida é ilustrada paisana. Y se dignó tan bien prestar su elevada atención á los respetuosos ruegos de dicha señorita, para inclinar su Real ánimo a favor de una pretensión muy justa […]; y ya que se ha publicado un decreto de gracia, bien haría en estudiar el caso el Sr. Ministro de Instrucción pública, pues seguros estamos que el Sr. Conde de Romanones se complacerá en reparar la involuntaria injusticia padecida con Dª María de Felipe”.  Y en 1907, el marqués de Aguilar de Campoo, caballerizo mayor de la reina remitió escrito al ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes interesándose por su caso, tal y como se conserva en su expediente administrativo.
[24] Leg. 1119/2 del Archivo Municipal de Alcalá de Henares (=AMAH).
[25] Tal y como lo recoge a lo largo de toda la década de los 80 del siglo XIX el Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración.
[26] Se trataba del rey Francisco de Asís de Borbón, consorte de la reina Isabel II, que estaba recién parida: “Despues fueron presentadas á S.M. todas las señoras profesoras, inspectoras y la secretaria general y profesor de escritura que tuvieron el honor de besar la real mano, y luego que el director manifestó á S.M. el honor que recibia la escuela normal central al verle en su local, y el no menos con que se gloriaba la escuela dominical en haber recibido su real visita, felicitándose en nombre de ambas escuelas por el feliz alumbramiento de S.M. la Reina, y nacimiento del augusto Príncipe de Asturias, á todo lo cual contestó S.M. con sumo agrado;” Diario de Córdoba de Comercio, Industria y Navegación. Año octavo. Número 2.182. 18 de diciembre de 1857. pp. 2-3
[27] Diario de Córdoba de Comercio, Industria y Navegación. Año octavo. Número 2.182. 18 de diciembre de 1857. pp. 2-3.
[28]Según la web mcnbiografias.com, María del Pilar Sinues de Marco fue una poetisa, narradora, ensayista, dramaturga y articulista española, nacida en Zaragoza en 1835 y fallecida en Madrid en 1895. Autora de numerosos escritos literarios, ensayísticos y periodísticos que vieron la luz bajo el pseudónimo de “Laura”, por la riqueza y varidad de su producción creativa está considerada como una de las escritoras más relevantes de la segunda mitad del siglo XIX. Disponible en http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=sinues-de-marco-maria-del-pilar (Consulta: 04/01/2015)
[29] Boletín del Clero del Obispado de León. Año VI. Tomo VI. Número 217. 10 de noviembre de 1858. p.15
[30] Discurso de la condesa de Humanes, presidenta de la Real Asociación de Escuelas Dominicales leído en  la solemne ocasión de distribuir los premios a las alumnas de Madrid asistentes a las Escuelas dominicales. Boletín Eclesiástico del Obispado de Astorga. Año X. Tomo X. Número 482 (9 de enero de 1862) p.7-8
[31] El 11 de marzo de 1889, el ayuntamiento eleva escrito ante el Gobernador Civil informando que tras petición de la Junta de Damas de un local para desarrollar las actividades de la Escuela Dominical, la Alcaldía designó la primera escuela de niñas “por sus magníficas condiciones, estar situada en un punto céntrico cual es la calle de la Manta, unida a la casa consistorial” añadiendo que “nunca se ha dado parte oficial de que las alumnas de la referida enseñanza hayan causado desperfectos en los enseres de la escuela” concluyendo que “la queja producida por Dª Josefa Martínez debe obedecer á otro género de consideraciones á los que la Junta no puede descender y por ello suplica a V.E. se sirva desestimarla”. Leg. 1129%. AMAH.
[32] Disponible en http://www.ine.es/inebaseweb/pdfDispacher.do?td=192290&ext=.pdf (Consulta: 08/02/2015)
[33] Disponible en http://www.ine.es/inebaseweb/pdfDispacher.do?td=192410&ext=.pdf (Consulta: 08/02/2015)
[34] Leg. 1129/5. AMAH.
[35] Según consta en la invitación cursada por la presidenta y Junta Directiva de la Escuela Dominical al alcalde de la ciudad y miembros de la Junta Local de Instrucción Primaria el 4 de julio de 1890 para asistir a los exámenes y repartición de premios previsto para dos días después en los salones del Palacio Arzobispal. Leg. 80/38. AMAH.
[36] Actividad caritativa que compartía con su magisterio como profesora interina en la escuela de Morata de Tajuña [Diego Arribas, Juan (1891), Morata de Tajuña. Edición faxcímil de Editorial MAXTOR (2011)]

domingo, 4 de octubre de 2015

Fracaso escolar en España ¿cuestión de hambre y sueño?


Soy consciente. Conspicuos de todos los pelajes (desde expertos en educación hasta columnistas y tertulianos, pasando por políticos, sindicalistas, economistas y fruteros) culpan del pavoroso fracaso escolar de nuestro país (medido según PISA) a los factores más diversos, como a la descentralización de la educación tras el Estado de las Autonomías (como hoy mismo hace el catedrático de derecho constitucional de la Universidad de Sevilla, Antonio Porras Nadales en el DIARIO DE SEVILLA), a los cambios de los modelos educativos que se suceden en nuestra co-patria, a la falta de autoridad de los docentes (por lo que según la ínclita Esperancita Aguirre habría que alzarlos 20 centímetros del suelo) e incluso a las políticas de inmersión lingüística.

Pero, querido lector o lectora, yo, que soy más de andar por los suelos que revolotear sobre las cabezas de nuestros compatriotas, también tengo una hipótesis: el fracaso escolar en España se debe a que los niños y las niñas ni duermen lo suficiente ni desayunan lo necesario.

Veamos los datos. Según está aceptado por las autoridades médicas, hasta los 5 años se debe dormir el 50% del día, es decir, 12 horas, y que a partir de ahí hasta la adolescencia se debe descansar el 40% del día, es decir, 10 horas. Pues bien, si hacemos caso a la Sociedad Española del Sueño, los niños duermen poco y mal, ya que un tercio tiene problemas de descanso y el 60% duerme menos de las 10 horas recomendadas.

Pero no es necesario apelar a los científicos de la materia, sino sólo hacer memoria de nuestra propia experiencia personal. Un menor que tiene que entrar en el colegio a las 08:30 horas debería levantarse, si vive próximo a su colegio, al menos a las 07:30 horas para desayunar, asearse, vestirse y desplazarse, lo que supone que debería estar en la cama a las 21:30 horas. Pero si vive lejos de su colegio o los padres deben entrar en el trabajo a las 08:00 horas, por ejemplo, deberían levantarse al menos de 06:00 horas a 06:30 horas, lo que obligaría a estar en la cama como mínimo a las 20:00 horas o a las 20:30 horas. ¿Cuántos niños y adolescentes de hoy conoces que a esas horas estén bañados, cenados y dormidos?

¿Qué efectos produce la falta de descanso? Fundamentalmente problemas de aprendizaje y desarrollo cognitivo. Según Jesús Panigua, responsable de la unidad del sueño en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada, cuando un niño tiene sueño disminuye su atención y se bloquea la capacidad de retener la información.  Si esta somnolencia se prolonga, su desarrollo cognitivo irá más lento y la comprensión será más difícil. 

¿Y cuántos niños duermen poco y mal en España según la Sociedad Española del Sueño? Al menos un tercio. Yo diría que en la adolescencia todos duermen menos de lo necesario.

Pero esto es sólo la mitad del problema. Porque muchos de los niños y adolescentes, además de dormir poco no desayunan en casa. Veamos los datos. Según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, entre el 20% y el 40% de los niños españoles van al colegio sin desayunar. Parece razonable pensar que el número irá aumentando según la edad de forma que en la primera infancia escolar, de 5 a 10 años, se desayunará en casa más que en la adolescencia.

¿Y qué efectos provoca el no desayunar en casa antes de ir al centro educativo? Según la SEEN favorece la obesidad y… ¡¡¡tachín, tachín!!! afecta al rendimiento escolar.

Es decir, que un tercio de niños y adolescentes tienen problemas de sueño, un tercio de niños van al cole o insti sin desayunar en casa, y, curiosamente, el abandono escolar prematuro en España tiene una tasa del 21,9%. Lo que sorprende es que no sea mucho más.

¿Cuáles serían los datos si la gran mayoría de los niños y niñas y adolescentes durmieran lo suficiente y fuesen desayunados al colegio o instituto? Posiblemente si, en vez de dedicarse a usar la educación como herramienta política y cuestionar el sistema educativo, la sociedad española se pusiese a hacer dormir lo suficiente a nuestros niños y adolescentes y luego mandarlos a clase bien desayunados, PISA nos luciría mucho mejor.

Pero, claro ¿cómo tener a los niños y adolescentes en la cama a las 20:00 horas si nosotros, los adultos, nos negamos a meternos en ella antes de las 01:00 h? ¿Y cómo obligarles a desayunar si la máxima nacional es aquello de “ya tomaré algo en el bar”? Y luego, para no sentirnos culpables, cargamos contra el sistema educativo.
         
Todo muy español, incluso en Cataluña.

viernes, 2 de octubre de 2015

Bien morir



Ayer, durante una entrevista radiofónica, el candidato socialista a La Moncloa abrió un melón con el que nos vamos a divertir bastante. Preguntado sobre la posición del PSOE entorno a la eutanasia, Pedro Sänchez afirmó que si alcanza la presidencia del gobierno de la Nación promoverá su debate con vistas a su aprobación.

Pero por mucho que nos divirtamos, el guión ya está escrito. En cuanto se plantee formalmente el tema, las organizaciones religiosas tronarán (aunque sobre todo nos lleguen las diatribas de la Iglesia Católica), el PP se posicionará en la ultraderecha más reaccionaria de Europa y aprovechará cualquier oportunidad para comparar con terroristas a los que estén de acuerdo con regularla, pero finalmente habrá mayoría en el Congreso, se aprobará y cumpliendo con lo que habrán dicho en la tribuna de la Carrera de San Jerónimo, al menos 50 diputados a Cortes del PP, con su presidente a la cabeza, presentarán un recurso de Constitucionalidad.

Luego la sociedad española, con esa normalidad que no deja de ser paradójica, ejercerá los derechos que le permita la ley. Y cuando el alto tribunal vaya a pronunciarse (¿siete, diez años después?) la eutanasia será un hecho completamente normalizado. Por eso la sentencia del Tribunal Constitucional ya se puede prever: declarará la ley conforme a la Constitución, y todos y todas nos dedicaremos a otra cosa. Y cerrará el guión cuando algún máximo dirigente del PP que firmó el recurso de anticonstitucionalidad acceda para sí o algún familiar cercano a la eutanasia.

Es triste, muy triste, que cualquier avance social en España haya contado con la encarnizada oposición de la derecha social, religiosa y política de España. Es triste, muy triste, que tras el ridículo que hicieron con leyes como las del divorcio o el matrimonio igualitario, el PP no comprenda que la sociedad española se liberó hace décadas de la tiranía de la jerarquía católica mediante el pago, eso sí, de cánones anuales más que generosos. Pero sobre todo es triste, muy triste, que miles, decenas de miles de personas sigan sufriendo sin necesidad cuando la razón y los sentimientos nos dictan que lo correcto es acortar la agonía.
         
Si debo elegir a un cristo, me quedo con el misericordioso, no con el vengativo. Espero no tener nunca que decidir sobre la vida o muerte de un familiar cercado, mis padres, mi marido, mis hermanos, mis sobrinos. Lo que sí tengo claro es que llegado el momento final quiero morir con dignidad, rodeado de los mismos, confiado en que nadie se empeñará en hacerme sufrir hasta el último de mis segundos.

domingo, 20 de septiembre de 2015

El día en el que el nacionalismo catalán consiguió lo que no quería: la independencia



Por cosas de la vida, ayer terminé debatiendo sobre el proceso catalán en una fiesta de cumpleaños con un catalán de primera generación bastante centrado, con el que, obviamente, tenía serias discrepancias. Pero no por él, sino porque suelo tener posiciones lo bastante excéntricas para no coincidir incluso con el más razonable de los seres humanos.

Esa conversación, educada y respetuosa, no sólo no me apartó de mi interpretación de lo que está sucediendo en España (Cataluña incluida) sino que además reforzó mi juicio previo.

Por discreción no revelaré los extremos de la conversación, pero sí quiero compartir contigo, querida o querido lector, una convicción que vengo arrastrando desde hace semanas y que, aunque de forma tangencial, la analiza Carlos Carnicero en su recomendable post Al final llegó el lobo y cundió el pánico.

Porque parece que hay una amplia mayoría en Cataluña cuyos sentimientos se dividen entre aquellos que votar a las candidaturas independentistas se vive como un corte de mangas al PP y la derecha española (mejor sería decir estatalista) y los que creen sinceramente en la necesidad de la independencia, amasados todos ellos en un principio general del órdago a lo grande: pidamos todo para que nos den lo suficiente. Es decir, pidamos la independencia para que nos den el Concierto Económico.

Pero la ecuación catalana tiene sus debilidades. La psicología española es muy peculiar, como nos advertía Amércio Castro, al hablar de la independencia de Portugal. De hecho, la sociedad española reacciona al rechazo con indiferencia, la perfecta socialización del principio descrito en la fábula de la zorra y las uvas.

La intel-ligència nacionalista catalana no parece tener preparado un plan B  por si cuando inicien el procés, la respuesta del Estado no sea mandar ni al Tribunal Constitucional, ni al ejército ni a la Guardia Civil, y mucho menos un contrato de Concierto.

Porque puede ocurrir que la respuesta del Estado y de la sociedad española sea al final de resignación a la independencia pero jurando un odio eterno que persiga durante décadas al nuevo Estat Catalàn. Hasta el infinito… ¡y más allá!, como diría Buzz Lightyear.

Post scriptum. A este post ha respondido M.P., un amigo al que no sólo estimo en lo personal sino respeto en lo intelectual. Y he creído que su comentario en facebook  merecía incluirse como colofón de este post, y por ello lo transcribo:

Es que no se dan cuenta (los soberanistas) que el "tema" termina en el Ebro. Es más, ni definiría siquiera como "resignación" la mezcla de sentimientos (y ausencia de los mismos) que suscita (más bien, no suscita) la cuestión.

Se da una circunstancia curiosa: España sí se ha independizado de Cataluña. Lo ha hecho, en el sentido de que cómo derive la cuestión no importa mucho (y el precio por un entendimiento es dudoso que se pague o se entienda). En cambio, Cataluña no se ha independizado y, aunque se convierta en Estado, dudo que mentalmente lo hagan. Pasa como Portugal: no pueden librarse de nosotros. Lo cual hará un Estado Catalán tan tan entretenido como la España de la que salen. 

domingo, 26 de abril de 2015

Rodrigo Rato, o el paradigma español de la degradación del mito



Lo de Rodrigo Rato se veía venir. Bueno, si hay que ser sincero, lo que se veía venir era que la dirigencia del PP, al recuperar el control de las instituciones, lo ejercería como ha estado acostumbrada.

Y es que la actual dirigencia del partido del gobierno son los descendientes o allegados de esa clase plutocrática que a lo largo de los últimos doscientos años, tras la caída del absolutismo y su aristocracia y la emergencia del liberalismo y su burguesía, ha ido colonizando el poder en España gracias al comercio de esclavos, el contrabando, el uso interesado de los monopolios y la rapiña durante la Desamortización, Es decir, en términos generales, la burguesía española se ha convertido en estos dos siglos en una clase parasitaria sin ningunos de los valores de la burguesía de otros países (emprendimiento, asunción de riesgo, innovación)

Y de esta clase parasitaria se nutrió los altos funcionarios del Estado. Porque al contrario de cierta ensoñación interesada (que describen un pasado no demasiado lejano donde la alta administración del Estado, gracias al funcionariado, estaba regida por hombres capaces y honrados), históricamente la Administración española ha estado ocupada por los más mediocres de la burguesía, que conseguían sus plazas en propiedad por un sistema clientelar y corrupto que les aseguraba verdaderas regalías a las que por su intelecto y capacidad nunca podrían alcanzar.

Pero si a mí personalmente no me sorprende que el PP atesore entre sus cuadros a verdaderas bandas de saqueadores (que tanto recuerda el comportamiento de los vencedores de la Guerra Civil española) sí me fascina en cambio la reacción popular hacia aquellos que, contra cualquier sentido racional, habían sido encumbrados a las más altas esferas de la mitología patria.

Rodrigo Rato siempre ha sido un mediocre: como empresario (se afirma que arruinó las empresas familiares) y como político. Por eso, desde sus primeros panegíricos, me extrañó la fama alcanzada, y que muchos afirmaban que era debida a haber salvado a España con Aznar, y ser el artífice del milagro de aquellos años. Y la culminación de esta extrañeza llegó cuando fue investido Doctor Honoris Causa (¿qué causa? ¿en base a qué honor?) por la Universidad Rey Juan Carlos, el centro académico de cabecera del PP madrileño, usado y abusado sin rubor por las élites conservadoras.

Claro que en un comportamiento público típicamente español, ahora andan como locos recogiendo firmas para quitarle a Rodrigo su doctorado.

En otros post de este blog, creo que a propósito de Juan Ignacio Zoido (otro ídolo que está a punto de ser arrastrado por el fango del odio popular sevillano), he recordado la anécdota (posiblemente falsa) sobre Alfonso XII a su entrada en la capital tras el exilio. La web Segunda República la refiere así: Viendo Alfonso a unas mozas muy bullangueras, que se ganaban la vida en el mercado de la Plaza de la Cebada, cedió a su instinto político y se acercó caracoleando para agradecerles sus vítores. «¡Más gritábamos cuando echamos a la puta de tu madre!», le explicó una moza enardecida.

En España pasamos de encumbrar a nuestros mitos tan rápidamente como los destruimos y enfangamos. Porque la degradación pública de Rato, ese deseo de ver arrastrado por el lodo de la historia a quien no hace mucho andaba encumbrado por las multitudes, es una constante de la historia española. Cada época tiene sus ídolos y sus mártires, sus prohombres y sus héroes, y en una muestra del hecho diferencial español, a veces aparecen y desaparecen como el Guadiana. Desde luego ese encumbrar y derribar es tan agotador como desagradable.

Un caso realmente curioso lo tenemos en Sevilla, a propósito del pobre José de Letamendi Manjarrés, conocido popularmente como Doctor Letamendi. Este catedrático catalán, que lo fue de la Universidad de Barcelona y Central de Madrid (rebautizada durante el franquismo como Complutense), murió en 1897. Sevilla, siempre un poco retardada en esto de la modernidad, le dedicó en 1916, con los máximos honores, una calle, la antigua Correduría, con un vistoso acto y la colocación de una hermosa plana en el número 9 de dicha vía urbana, como nos recuerda la web Sevilla Desaparecida.

Menos de un siglo después, el ayuntamiento de la ciudad decidió que ya había gozado de la suficiente fama durante demasiado tiempo, así que procedió a eliminar su nombre de dicha calle a la que volvió a rotular con su anterior nombre de Correduría. Pero al tratarse de una corporación de las izquierdas, menos cainitas que las derechas, decidió que el doctor Letamendi al menos merecía el honor de un callejón frente al Instituto Anatómico Forense (vía en la que el único hecho reseñable es la de contar con una salida lateral del supermercado Mercadona de la calle Don Fadrique). Parece que los años han empalidecido, pero no hecho desaparecer, su fama de médico humanista, a la par que poeta, músico, sociólogo, político, economista, literato, etc.

Decía que el caso de la calle Doctor Letamendi de Sevilla era curioso, pero no único ni el más sangrante. La calle Larios de Málaga, por ejemplo, ha pasado sus pocos más de cien años de existencia, cambiando de nombre como quien cambia de traje (de Larios a Pablo Iglesias, para luego mutar en José Antonio y recuperar finalmente su nombre inicial), o la plaza de San Francisco de Sevilla, que en los últimos dos siglos ha disfrutado de los nombres de Plaza de la Constitución, Real de Fernando VII, del Rey, de Isabel II, de la Libertad y de la Falange Española.

Hace años comprendí este carácter tan español, cuando el autor de mis días me advirtió de lo vano del deseo de pasar a la posteridad. Mientras me hablaba de ello paseando por los alrededores de la antigua estación ferroviaria de Málaga, me señaló la hermosa placa de mármol, llena de mugre por la contaminación y el abandono, que mostraba el rótulo de la calle Héroe de Sostoa sobre una fachada de ladrillo, igualmente sucia, del asilo de las Hermanitas de la Caridad. Esto es lo que puede esperarse en el mejor de los casos: una placa llena de mugre.

Mucho después, leí en el Diario Sur que nadie tenía claro el beneficiario de tal honor, ya que se ignoraba si se trataba de un héroe llamado Sostoa, o unos héroes de la batalla de Sostoa. Parece ser que finalmente se dedicó a tal Tomás Sostoa Achúcarro, nacido en Uruguay y fallecido en Málaga, a propuesta del consulado de dicho país sin que quede constancia histórica sobre su supuesta heroicidad, aparentemente alcanzada durante la Guerra de la Independencia americana.

Desde entonces ha ido creciendo en mí la prevención hacia el reconocimiento de mis paisanos. Y por si algún día hago algo, dios no lo quiera, que me haga merecedor de pasar a los libros de historia, bajo ningún concepto aceptaré un doctorado honoris causa ni una calle. En todo caso, solo aceptaré una buena mariscada.
             
Y que luego me quiten lo bailao.

domingo, 19 de abril de 2015

Andalucía, ahora ¿qué?



Cuando escucho, o pienso, plantear hipótesis sobre lo que va o ocurrir en el futuro, especialmente en cuestiones políticas, siempre me acuerdo de la infeliz pitonisa parisina, de gran éxito entre la alta burguesía de la Belle Epoque,  de la que nos habla Guy Bechtel en su libro  Los Grandes libros misteriosos (Plaza y Janés, 1977). Este autor, a la hora de analizar los libros proféticos, recordaba el pronóstico de la adivinadora publicado por un periódico de la capital francesa en los primeros días de la Gran Guerra, en el que afirmaba que la misma duraría apenas unos meses y terminaría con la entrada triunfal de las tropas galas en un Berlín derrotado y humillado. Bechtel nos advierte que la mayoría de las proyecciones o adivinaciones, son más útiles para saber lo que piensa la persona que las emite que para conocer el futuro.

Por eso siento mucho pudor de aventurar escenarios, especialmente los políticos. Pero una mezcla de narcisismo (por aquello de poder decir “ya lo dije”) como necesidad de ordenar ideas, me ha animado a escribir este post sobre lo que puede ocurrir políticamente en Andalucía en los próximos meses tras las elecciones autonómicas del 22 de marzo, en el que intentaré separar mi análisis de lo que creo que sería la estrategia oportuna de los distintos partidos y de lo que me gustaría que pasara.

El mantenimiento de parlamentarios por parte del PSOE respecto a 2012, que no de votos, y el pinchazo de las expectativas de PP y PODEMOS, noqueó a los que esperaban un descalabro de los socialistas y la euforia de quienes lo temían. Pero pasadas algunas semanas, la realidad se impone, y el panorama se antoja mucho más complejo de lo muchos pensaron la misma noche de las elecciones.

La primera pregunta a responder sería si Susana Díaz acertó o no en disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas, habida cuenta que disponía de una mayoría más o menos estable y un presupuesto para el año 2015. Soy de la opinión que la convocatoria fue un coctel en el que se mezclaban muchos factores, de interés general y particular, de cálculo electoral pero también de estabilidad.

El discurso que cuestionaba la legitimidad de la presidenta, al no ser el PSOE la fuerza más votada en 2012 y haber recibido la responsabilidad tras la dimisión de José Antonio Griñán, había calado no sólo entre gran parte del electorado socialista sino que percibo también había llegado a San Telmo. Además, la instrumentalización de la corrupción hacía necesaria visualizar la mayor ruptura, dentro de lo posible, con los gobiernos anteriores, ya que la gestión política diaria, y cualquier éxito de la misma, estaba lastrada por el pasado.

La estabilidad gubernamental dependía de una fuerza muy inestable, Izquierda Unida, cuya dirección en Andalucía estaba cuestionada constantemente en lo interno por la posición de la CUT y muchos militantes que había aceptado a las trágalas el referendo interno celebrado en su día, y las cada vez más evidentes maniobras de la dirección federal de IU, o una parte de ella, incómoda con el bipartito andaluz, que a tenor de lo expresado por la fuerza emergente PODEMOS, dificultaba cualquier confluencia con el PCE y sus socios.

A la postre se ha demostrado que este argumento era sólo parte de la estrategia de los de Iglesias y los suyos para socavar una de las fortalezas de IU (como se ha demostrado en los movimientos de confluencia para las municipales donde PODEMOS ha demostrado que su único interés es arrebatar espacio electoral y cuadros a IU, hecho que ha sido denunciado en los últimos días con gran enfado por Cayo Lara) pero que hasta marzo había calado en la federación de izquierdas, especialmente entre los más próximos a Alberto Gazón. Contra lo que sostienen muchos, especialmente desde IU, la consulta a las bases en verano sobre la continuidad del pacto, que tengo la convicción de que era una patada hacia delante de la dirección andaluza de IU que no reflejaba ninguna intención real de provocar la ruptura con el PSOE, colocaba a Susana Díaz es una de las posiciones políticas que menos le gusta: estar a merced de acontecimientos sobre los que no puede ejercer ninguna influencia.

El cálculo político de los beneficios y perjuicios de ser la primera o la última en enfrentarse a PODEMOS también creo que influyó en el ánimo de Susana Díaz a la hora de tomar una decisión.

Por último, también creo que pesó su intención de reforzar su papel dentro del PSOE (con su postulación o no a las primarias que se convocará en verano para elegir al candidato socialista), ya que su previsible victoria adquiriría mayor relevancia antes de una posible victoria de Pedro Sánchez que después. En estos momentos, el liderazgo electoral del PSOE es Susana Díaz, pero si se hubieran celebrado las elecciones en 2016 con Pedro Sánchez en la presidencia del gobierno, los mismos resultados, o incluso mejores, no tendrían la misma virtud en el corazón de la mayoría de los y las socialistas.

Estoy seguro que influyeron muchos más factores, algunos de los cuales nos iremos enterando en los próximos meses y años, y algunos de los cuales no nos enteraremos nunca. Pero el resultado de todo ello ha sido que los resultados del 22 de marzo han provocado una foto fija política, muy alejada de las expectativas de las fuerzas que concurrieron, por defecto en la mayoría de los casos, pero también por exceso en el caso de CIUDADANOS.

El PSOE ganó las elecciones, y repetir escaños, con la que está cayendo, ha sido todo un éxito, pero parece insatisfactorio si lo que se pretendía era rozar la mayoría absoluta. ¿Tenía la convicción Susana Díaz que podía rozar o superar los 50 escaños? No tengo información cierta, pero tengo la impresión de que sí podría creer que lo rozaría (¿49 era la cifra mágica?) pero que no lo superaría. Por lo tanto, su satisfacción el día de la noche electoral vendría más por saber el descalabro del anterior ganador, el PP y lo alejado que quedaba el PSOE del resto de fuerzas, que por haber alcanzado su objetivo.

El PP, PODEMOS e IU fueron los grandes perdedores, y eso suele llevar a dos estados emocionales, muchas veces no excluyentes: el decaimiento o la necesidad de venganza. Y en ello andan. El PP andaluz y su electorado se siente víctima de todos, de la dirección del Partido, del presidente del gobierno de la Nación, de una aviesa Susana Díaz, y de su propio candidato. PODEMOS, pero sobre todo parte de su militancia, habían caído en las fantasías de sus propios orgasmos demoscópicos aderezados convenientemente por las redes y ciertos medios de comunicación, que les llevó a soñar, más allá de cualquier elemento racional, en el sorpasso, quedando el partido de Teresa Rodríguez por delante del de Susana Díaz. Por ello, el magnífico resultado obtenido ha sabido a ceniza en el paladar de muchos de los suyos.

IU, por su parte, ha sido realmente la que más ha perdido en estas elecciones. Ni los favorables al pacto con el PSOE han salido satisfechos con la experiencia, ni los de la CUT, que apostaron desde el principio por  no suscribirlo y que antes de las elecciones habían abandonado IU, por más que posteriormente Sánchez Gordillo, tras ser menospreciado por los de PODEMOS, haya afirmado que se siente primo (esperemos que sea en el sentido familiar) de la federación de izquierdas. Y los 5 escaños alcanzados se antoja una verdadera tragedia a una formación que aspiraba a ser determinante en la nueva legislatura y que queda reducida a la nada porque ni siquiera Susana Díaz los necesita para convertirse en la primera presidenta electa andaluza.

Para mí, el único vencedor de las elecciones ha sido una fórmula exógena como CIUDADANOS, que con un candidato desconocido, un presidente impresentable como Albert Rivera, y un programa electoral claramente anti-autonomista, han conseguido 9 escaños. Tengo la convicción que en Andalucía la buena racha de este partido alcanzará su clímax en las elecciones municipales de mayo, pero que para las generales de noviembre ya se verá su declive.

He dejado escrito que este tipo de derrotas llevan al decaimiento o la venganza. Y parece que éste es el sentimiento que se ha impuesto en gran parte de las direcciones del PP e IU, menos en la de PODEMOS, pero sí entre su electorado: al enemigo, ni agua, parece ser el leitmotiv entre las bases y una parte significativa de los votantes de las tres formaciones.

Todos parecen coincidir que hasta después de las municipales del 24 de mayo ninguna fuerza se planteará su abstención en el Parlamento para facilitar la elección de presidenta a Susana Díaz.

Entre los favorables a PODEMOS e IU parece cundir la convicción, que sería la profecía auto-cumplida promovida desde sus filas, que la responsabilidad de Estado del PP o el pacto secreto entre PP y PSOE de apoyarse mutuamente en Sevilla y Madrid, llevará a los conservadores-liberales (¡que engendro conceptual!) a abstenerse antes o después, de forma que se evite la repetición de elecciones.

Para los que hayan tenido la preocupación de analizar la trayectoria de Susana Díaz desde sus tiempos de Juventudes Socialistas, la lideresa andaluza del PSOE ha demostrado una gran capacidad de llegar a acuerdos incluso desde posiciones antagónicas, pero sobre todo para ganar en los escenarios más complicados. Como dicen un líder sevillano del PSOE, “se enfrenten quienes se enfrenten, al final siempre gana Susana”.

Pero esta vez creo que Susana Díaz no sólo tiene pocas cosas que ofrecer para llegar al pacto, sino que además puede tener un interés sincero de no llegar a él. Todos parecen dar por hecho que la repetición de las elecciones es un mal escenario para Andalucía pero que es inevitable.

¿Qué gana o pierde el PSOE de Susana Díaz si no consigue que algunas de los grupos relevantes (todos menos IU) se nieguen a abstenerse en las votaciones de investidura y se tiene que convocar elecciones? En el día a día hasta la nueva cita electoral gana más que pierde: con un presupuesto aprobado y la excusa de la ingobernabilidad, puede mantener sus estructuras gubernamentales durante seis meses más (es decir, sus cuadros, asesores, etc.), seguir usando el presupuesto sin control parlamentario y desarrollando políticas sociales en un entorno económico más favorablemente que le permite gastar más en sanidad, educación y servicios sociales, etc. En cuanto al resultado de una nueva cita electoral, la gestión de estos meses y un manejo adecuado del victimismo, puede llevar a muchos votantes que no lo han hecho en marzo, desencantados con PODEMOS y CIUDADANOS, a dar su apoyo al PSOE.

El PP tiene poco que ganar absteniéndose en las votaciones de investidura de Susana Díaz y mucho que perder. La sangría que ha sufrido y que tanto ha beneficiado a CIUDADANOS, ha sido la percepción de que es necesaria la ruptura de un status quo, conformado por dos grandes fuerzas (un bipartidismo imperfecto que no está llamado a ser derrotado sino sustituido por las fuerzas emergentes). Por eso, favorecer la elección de Susana Díaz, aunque sea con la abstención, podría no ser lo más recomendable.

Y no sólo por la necesidad de venganza, que tras la derrota sin paliativos del 22 de marzo es el sentimiento más extendido entre sus cuadros y votantes, sino porque dando por hecho que esos 30 parlamentarios son su suelo electoral a prueba de bombas, unas nuevas elecciones autonómicas en medio de un nuevo ciclo económico expansivo (que tardará en ser percibido pero que lo hará antes que después), la posibilidad de dar a conocer más un candidato tan encantador en lo personal como desconocido y extraño en lo político, y la explosión de la burbuja de CIUDADANOS, puede llevar a recuperar en seis meses algunos de los 17 escaños perdidos respecto a 2013.

Y es que el argumento del gran pacto PP-PSOE difundido interesadamente por algunos desde posiciones de izquierdas o desde la centralidad del tablero, es tan falso como creíble. El PP ya ha demostrado en el pasado que poner en riesgo la estabilidad del Estado es un costo asumible si el premio es el liderazgo y la gobernanza, como confesó José María García respecto a la estrategia desarrollada, en tiempos de Felipe González, por José María Aznar como presidente del PP.

PODEMOS, que puede desarrollar estrategias arriesgadas sin perder la comprensión de los suyos, está atrapado en su propia envolvente antes de las elecciones generales. Sus votantes se distribuyen entre los que odian al PSOE, entres los cuales la frustración por el resultado del 22 de marzo no ha ayudado precisamente a superarlo, y los que esperan que los de Iglesias oxigenen un gobierno de izquierda. Desde la oposición y con un gobierno del PSOE en minoría, el grupo parlamentario de Teresa Rodríguez podría visualizar su estrategia de ruptura desde la izquierda. Y como parecen estar convencidos, según me comentan, que el PP se va a abstener y que Susana Díaz no será capaz de aceptar sus cuatro líneas rojas, tienen la convicción de que lo más correcto para sus intereses electorales de las próximas generales es permanecer en sus treces.

Pero a mi entender, esta estrategia adolecería de varias debilidades. Primera es la convicción de que el PP finalmente se abstendrá, cosa que creo que no ocurrirá. La segunda, la certeza de que Susana Díaz no aceptará las líneas rojas. Y es que de las cuatro sólo una no puede aceptar en este momento pero que en los próximos meses, posiblemente antes de junio, estará resuelta. Tengo la convicción que tras el pronunciamiento del Tribunal Supremo los ex presidentes Chaves y Griñán renunciarán a sus actas. Si son imputados, cosa que no creo, porque es el compromiso de Pedro Sánchez y Susana Díaz, es decir, de todo el PSOE. Y si no son imputados, porque ya no hay nada que temer de la jueza Alaya, y seguirán el ejemplo de Alfonso Guerra abandonando la actividad política parlamentaria.

Una vez que ocurra esto, es decir que Chavez y Griñán ya no tengan aforamiento, el resto de exigencias son asumibles para una Susana Díaz curtida en los pactos más extraños y difíciles. La incorporación de funcionarios interinos, va en línea con lo planteado con el PSOE y es posible gracias al cambio de ciclo económico; trabajar con entidades bancarias que no desahucien (es decir, con banca ética) tampoco será un obstáculo para quien prioriza su supervivencia política sobre las ganancias de los accionistas de las entidades bancarias clásicas; y reducir el número de asesores no sólo no es un obstáculo sino que puede ser una oportunidad para Susana Díaz para  “limpiar” la casa sin coste en lo interno, ya que es consciente de las propias limitaciones de sus responsabilidades, tanto al frente del gobierno y del PSOE de Andalucía, para desembarazarse del colesterol orgánico adherido tras 32 años de gobierno.

Por eso, la seguridad de PODEMOS de que su estrategia de líneas rojas le protege de tener que mojarse, se me antoja inocente. Si Susana Díaz acepta el envite, por estrategia de gobierno (esto es, ser elegida presidenta) o electoral (poner contras las cuerdas a PODEMOS antes de unas nuevas elecciones), ¿cuál va a ser la reacción de los 15 parlamentarios del grupo de Teresa Rodríguez? ¿Nuevas líneas rojas? ¿Aceptar la investidura? Sea cual sea, se me antoja un escenario muy alejado de la zona de confort de los seguidores de Pablo Iglesias.

Por su parte, tengo la convicción de que CIUDADANOS vive su particular vía crucis esquizofrénico. Por un lado, la dirección andaluza, representada por Juan Marín, tiene un interés real por entrar en el gobierno andaluz. Por otro, Albert Rivera no. Y es que las diferencias son más profundas de lo que pueda parecer. El catalán Rivera es  profundamente antinacionalista lo que le lleva a ser anti-autonomista. Juan Marín al contrario, como casi la mayoría de los andaluces, es una autonomista al que le gustaría mayores dosis de autogobierno. Este enfrentamiento, que posiblemente aún no es percibido por casi nadie, podría suponer a medio plazo una crisis importante dentro de la formación naranja.

Y a corto plazo, la nueva formación de derechas no tiene ningún aliciente electoral de visualizarse a nivel nacional como el tonto útil socialista para mantener el feudo andaluz, y prefiera mantenerse en la opción de votar en contra. Pero es cierto que la exigencia que plantean los de Marín a Susana Díaz es aceptable: asumir su Código Ético. Pero creo que si bien el PSOE hará esfuerzos en aceptar la propuestas de PODEMOS, con la convicción de que no se llegará al pacto, evitará aceptar las de CIUDADANOS, cada día más visualizado como una fuerza de derechas centralista, que daría la impresión de que prefiere las muletas de la derecha que de la izquierda.

Por su parte IU sigue dando respuestas equivocadas a preguntas erróneas. Parecía en 2013 que habían aprendido las lecciones de 1996, cuando la pinza de Luis Carlos Rejón, plasmación práctica de la teoría de las dos orillas de Anguita, llevó al despeñadero a la formación de izquierdas. Pero no. La lección no se había socializado, y ni por parte de las bases ni por parte de la dirigencia habían aprendido algo. Abrazar al oso, es decir al PSOE, es peligroso. Pero abstenerse de hacerlo o pactar con el cazador aún lo es más. La irrupción de PODEMOS, y una dirigencia y militancia más pendiente de los odios que de las oportunidades, ha impedido rentabilizar en términos electorales ha sido una buena gestión política.

Pero sobre todo, lo que ha quedado claro es que para construir una alternativa eficaz al PSOE en Andalucía hay que aceptar dos hechos: que el 28 de febrero fue un éxito colectivo del pueblo andaluz y que por mucha corrupción que pueda haber, la gestión de 32 años de autogobierno no puede reducirse a cuatro hechos paródicos (corrupción, redes clientelares, mediocridad y atraso). Porque además de ser falso, es un insulto a la inteligencia y/o a la dignidad de quienes durante décadas ha sostenido un gobierno del PSOE. Con esos argumentos no se puede esperar el voto de quienes han vivido los mejores años de la historia de Andalucía. Con esas descalificaciones no puedes esperar los votos a los que acusas de haber permitido un escenario de terror.

¿Cuál es mi opinión sobre lo que deberían hacer los partidos políticos con representación en el Parlamento de Andalucía? Cumplir el mandato del pueblo andaluz. El PSOE gobernar, por mucho que su secretaria general pueda tener la tentación de provocar unas nuevas elecciones. Y al resto de partidos, permitir el gobierno de Susana Díaz mediante la abstención de todos los grupos parlamentarios de la oposición. Esta sería, por lo tanto, mi deseo racional.

Pero no puedo negar que lo que me pide el cuerpo son nuevas elecciones. Nadie está a salvo de sus propias miserias emocionales. Ni la pobre pitonisa de Bechtel ni un servidor.