miércoles, 29 de julio de 2020

HISTORIA | Crónicas criminales de San Jerónimo*: Una riña en las proximidades del monasterio acaba en dos muertes



Febrero de 1885. El domingo 8, el Diario La Andalucía se hacía eco de un homicidio doble producido en las inmediaciones del monasterio de San Jerónimo el viernes anterior, en el que el guardia del edificio apuñaló a un cazador, y éste respondió con un disparo al primero.

En el verano de 1885 el edificio del ex convento de San Jerónimo de Buenavista adquirió un nuevo protagonismo a nivel nacional, al haberse instalado en 1884 un lazareto para los posibles contagiados del cólera morbo asiático, que aquel año llegó a Alicante procedente de la Argelia francesa alcanzando gran virulencia a mediados del año siguiente, y cuyo cierre fue objetivo del Gobierno de la Nación y de la prensa de Madrid, frente a la resistencia de las autoridades locales y municipales, así como de la prensa local, como lo conté en un anterior post, titulado La epidemia como motor del regionalismo andaluz: el “cantón sanitario sevillano” de 1885.

Pero meses antes, en febrero de 1885, la prensa española (tanto la sevillana como la de Madrid y otras provincias) publicaron la noticia del homicidio doble producido el viernes 6 de febrero, entre el guardia del ex convento de San Jerónimo y un cazador, al parecer llamado Feliciano, por culpa de los disparos realizados por el segundo sobre las palomas que vivían en las ruinas del convento.

El diario La Andalucía, en su edición dominical del 8 de febrero, lo recogió así:

De un terrible crimen tenemos que dar cuenta á nuestros lectores.

En las últimas horas de la tarde de anteayer se suscitó una acalorada cuestion entre el guarda del ex-convento de San Gerónimo de Buenavista y un sugeto que, según parece, estaba cazando en las inmediaciones del histórico y derruido monasterio que se levanta en la ribera del Guadalquivir.

La cuestión parece que se originó por haber hecho el cazador algunos disparos a las palomas que existen en el referido edificio.

Los interlocutores pasaron de las palabras á via de hecho, asestando el guarda una terrible puñalada al cazador, el cual disparó su escopeta contra su agresor.

Los dos quedaron mortalmente heridos, y ayer se dijo que habian fallecido de resultas de las heridas.

El cazador parece que se llama Feliciano, y es dueño de un establecimiento de bebidas situado en la calle de la Feria.

Además de en La Andalucía, hemos encontrado recogida la noticia por los diarios La Correspondencia de España (Madrid), El Correo de Cantabria (Santander), y La Paz (Murcia).

* En esta serie de artículos recojo la información publicada por la prensa de la época, que no necesariamente refleja la verdad judicial de los hechos.

 


sábado, 25 de julio de 2020

El camino viejo de La Algaba, a su paso por San Jerónimo.



Hasta que no se finalizó la carretera que unía Sevilla con la carretera de Lora del Río a Santiponce, a la altura de La Algaba, la capital andaluza se comunicaba con esta última localidad a través de lo que más tarde se llamó camino viejo de la Algaba, una vía de la que ya quedan pocos tramos, y todos con nombres diferentes.

¿Cuál era el recorrido del camino viejo de la Algaba? ¿Qué fincas bordeaban el camino? Este post aclara algunos de estas cuestiones.

A principios del siglo XX, se diseñaron nuevas y modernas carreteras para conectar muchas de las localidades de la provincia de Sevilla unidas hasta entonces por caminos de trazados medievales.

Una de ellas fue la carretera de Lora del Río a Santiponce, que pasaba por La Algaba. Y de igual manera se proyectó una nueva carretera para conectar a Sevilla con dicha vía a la altura de la villa algabeña, trazado que actualmente se le conoce con la nomenclatura A-8006, hasta su cruce con la avenida José Galán Merino, cuando se convierte en la calle Navarra, hasta la glorieta de los Ferroviarios.

 Pero antes de su construcción, la comunicación viaria entre al capital de la provincia y La Algaba se hacía por un camino completamente diferente, que tras la construcción de la A-8006 se conoció como “camino viejo de La Algaba”.

Este camino comenzaba en el cruce de la actual avenida Sánchez Pizjuán con la calle José Díaz, con un ancho tramo que abarcaba desde la actual calle Fedra hasta la avenida paralela que atraviesa la urbanización Macarena Tres Huertas, hasta llegar al actual Colegio de Educación Primaria (CEIP) Pedro Garfías. El camino de La Algaba continuaba atravesando por la parcela de este colegio hasta aproximadamente el cruce de la avenida Concejal Alberto Jiménez Becerril con la calle Venta de los Gatos.  

La actual avenida Concejal Alberto Jiménez Becerril se levantó sobre las vías del ferrocarril que unía Sevilla, desde la estación Plaza de Armas, con Córdoba. El camino viejo de La Algaba cruzaba bajo las vías del ferrocarril en ese punto, y continuaba paralelo al río Guadalquivir por la actual avenida José Galán Merino hasta llegar al cruce con la calle Larache. A partir de ahí, seguía por el actual Parque de San Jerónimo, rozando el Huevo de Colón, y tras la Ronda Supernorte, continuaba por el actual carril rural que lleva hasta el Centro de Formación del Agua de Emasesa. Desde este punto, el camino ha sido ocupado por las fincas agrícolas colindantes por lo que ya no se puede seguir su rastro.

¿Qué fincas bordeaba el camino viejo de la Algaba desde sus inicios en la avenida Sánchez Pizjuan?

Hasta los años sesenta, la mayoría del recorrido del camino viejo de La Algaba trascurría entre fincas agrícolas, ya que incluso en el tramo más cercano al río el camino tenía huertas y sembrados a derecha e izquierda.

A su inicio, al separarse de la actual avenida Sánchez Pizjuán, el camino viejo de La Algaba lindaba a la izquierda con las huertas Escalones (actualmente Macarena Tres Huertas) y La Estrella y a su derecha con las huertas de San Francisco y de La Rana.

Tras cruzar bajo las vías del ferrocarril, el camino bordeaba a la izquierda la huerta Damasquillo, que estaba situada en lo que actualmente es la glorieta Olímpica y los cimientos del puente del Alamillo, y por la derecha las vías del tren.

Tras alcanzar lo que actualmente es la avenida José Galán Merino hasta la calle Larache, el camino transcurría a la izquierda con las huertas (que llegaban hasta el cauce del Guadalquivir en lo que hoy son las zonas parquizadas junto al río) La Asunción (en el tramo entre la glorieta Olímpica y las Naves de la Renfe), del Tejar (entre las Naves de la Renfe y la calle Alcalá del Río) y El Gordal, hasta el Parque de San Jerónimo. Por la derecha, se encontraban las vías del ferrocarril hasta los terrenos de la compañía MZA que en los años 20 dedicó a talleres ferroviarios y que habían ocupado parte de la huerta de La Bachillera, y la huerta del Villar y la Haza del Villar; a continuación, se encontraba la huerta de San Jerónimo (actual urbanización Almer), el monasterio de San Jerónimo y la huerta de Los Ingleses, hasta la calle Larache.

A partir de ahí, el camino atravesaba la huerta de La Florida, cuyas lindes coincidían aproximadamente con el actual Parque de San Jerónimo. Y tras superar la actual Ronda Supernorte atravesaba los terrenos del cortijo de Tercia.

Mucha de esta información se ha conservado gracias al Castrato Topográfico Parcelario en unos trabajos realizados en los años 40 del siglo XX.


sábado, 18 de julio de 2020

Antecedentes del barrio de San Jerónimo: el cortijo de Chirinos



En un post anterior (que puedes leer clikeando aquí) señalé que el actual barrio sevillano de San Jerónimo nació a principios del siglo XX. Pero ¿cómo era antiguamente la zona que hoy ocupa la parte más antigua del barrio?

Hoy comparto el mapa más antiguo de San Jerónimo que he encontrado. Me refiero al croquis (que no plano por carecer de escala) de 1611, correspondiente al cortijo de Chirinos, que se conserva en la Institución Colombina dentro de los fondos del Archivo de la Catedral de Sevilla.  

Como se puede ver, el croquis tiene una orientación oeste (la parte superior) / este (en la parte inferior). Arriba se ve el perfil rectangular del convento de San Jerónimo (en el que esboza una especie de torre). A su izquierda se encontraba la huerta de San Jerónimo (espacio que actualmente ocupa la Urbanización de Almer y en entonces era un espacio cerrado con un sólido muro al estilo del que cierra las huertas del monasterio de la Cartuja) pero que no se señala en el croquis.

El cortijo de Chirinos ocupaba el espacio situado entre las actuales calles Marruecos, avda de Medina y Galnares, a la altura del monasterio de San Jerónimo, llegando al sur hasta un “carril” sin nombre, que podría corresponder a la actual calle Salvador Allende, y al norte hasta los terrenos del cortijo de Tercia, ocupados por los edificios del Patronato.

En el croquis a la calle Marruecos se le denomina “camino que va a san jerónimo” y la avda de Medina y Galnares, “camino de la plata”, ya que en aquella época era la vía que conectaba Sevilla con Extremadura. La actual calle Cataluña se señala como "carril", y comunicaba el camino de Extremadura y el compás de monasterio.

El cortijo de Chirinos aparece dividido en varias parcelas, unas, propiedad de la Catedral de Sevilla (que aparecen nombradas como “yglesia mayor”, y otras, del propio convento de San Jerónimo (señaladas como "s. geronimo" o "s. germo”).

martes, 7 de julio de 2020

¿Cuándo nació el barrio de San Jerónimo?

Plano General Proyecto de Defensa de Sevilla de las inundaciones (1900)

Los datos que he encontrado señalan que lo que hoy conocemos como barrio de San Jerónimo de Sevilla nació en las primeras décadas del siglo XX.
 
En el imaginario popular, el barrio de San Jerónimo parece entroncar con el ex convento de Buenavista (actualmente denominado monasterio), el cenobio jerónimo que nació a finales del siglo XV. Pero la realidad es que el barrio no es tan “anciano” como se lo imaginan sus actuales vecinos, sino que es relativamente joven.

Durante gran parte del siglo XIX, el entorno del conocido en Sevilla como Convento de San Gerónimo era una zona rural de huertas, en la que imponía su presencia la abandonada edificación, a pesar de los primeros intentos de industrialización como la instalación de una fábrica de vidrios (planos y huecos) en el cenobio monacal a finales de la década de los años 40 del siglo XIX, o las ladrilleras instaladas en su entorno.

Una imagen de este ambiente rural lo podemos ver en la bucólica ilustración de 1854 que recogió García-Tapial en su obra El Monasterio de San Jerónimo de Buenavista (Arte Hispalense). El paisaje que se divisa desde la actual glorieta de los Ferroviarios, es una llanura despejada de construcciones, con la línea férrea Sevilla-Córdoba en primer plano y el edificio conventual al fondo.

El aspecto rural de la zona se mantuvo hasta finales de siglo. Por ejemplo, en la “Guía de Sevilla y su provincia”, de 1889, al describir las parroquias de la ciudad, asignaba a la de San Gil las siguientes fincas urbanas y rústicas, a extramuros:

Casillas. De Carabineros, del Ferro-carril de Córdoba, Misericordia.—Cortijos. Francés, Garrido, Higuerón (grande), Higuerón (chico) Palomar, Quijano, Ronquillo, Tercia.—Haciendas. Misericordia, Palancar, -Huertas. Almena, Bachillera, Basurero, Camino, Capuchinos (grande). Capuchinos (chica). Carraca, Cerrero, Coja, Colecita, Cordobesa, Constanza, Damasquillos. Florida, Fontanilla, Galuchena (chica), Gator, Hospital, Imagen, lnhar. Meadero, Moscada, Papachina, Peligro, Portada, Rana, Ratón, Romera, Rosario, San Gerónimo, San Gil, San Jorge ó Nueva Galucha, San Lázaro (Grande), San Lázaro (chica), Sol, Soldado, Solana, Tercia, Torres, Torrejon, Zapote.—Mallo. Bachillera.—Ventas. Buenavista, Escalones, Gatos, San Lázaro, San Onofre.—Otros edificios. Cementerio de San Fernando, Cementerio de la iglesia reformada (ex-convento de San Gerónimo), Ermita de San Onofre, Ex-convento de Capuchinos, Ex-convento de San Gerónimo. Fielato de la Concepción, Hospital Central, Hospital de San Lázaro, Husillo del Blanquillo, Palmas (lavadero de la huerta). Tejar de San Gerónimo.—Resumen numérico. 3 casillas, 8 cortijos, 2 haciendas, 41 huertas, 1 mato, 5 ventas, 2 ex-conventos, 2 hospitales, 2 cementerios, 5 edificios de diversa índole. Total 71 fincas.

Esta situación comenzó a cambiar a partir de 1885, con la instalación de la refinería de petróleos llamada La Lucilina, propiedad de Deutsch y Cía, junto a las vías del ferrocarril de Sevilla a Córdoba, frente a la estación de El Empalme.

Esta fábrica era una de las tres proyectadas en España por la empresa francesa, copropiedad de la rama francesa de los Rothshild y la empresa petrolera francesa de la familia Deutsch. Fue construida por la firma escocesa A. and F. Craig & Co., y adoptó el nombre de la fábrica que los Deutsch tenían en Rouen, Francia.

A partir de 1900 nuevas industrias se unirán a la fábrica de Deutsch y Cía, lo que cambió radicalmente el aspecto agrícola que aún conservaba el entorno del convento de San Jerónimo. Así, se instalaron la fábrica de Colores Nuestra Señora de la Esperanza, la Unión Resinera Española (1907), la Fábrica de Sulfato de Cobre de la Sociedad Anglo-española Cooper (1914/1917), Bartiña, La Vidriera Andaluza, y la Sociedad General de la Industria y el Comercio (una filial de Deutsch y Cía), entre otras, muchas de ellas con apeaderos ferroviarios, que permitían tanto la llegada de materias primas como el envío de los productos manufacturados.

El primer documento que he encontrado contabilizando la población en la zona que actualmente ocupa el barrio de San Jerónimo es el Nomenclator de las ciudades, villas, lugares, aldeas y demás entidades de población de España en 1º de enero de 1888 elaborado por la Dirección General del Instituto Geográfico y Estadístico de España.

A partir de los datos de este nomenclátor, podemos concluir que en 1888 no existía el barrio de San Jerónimo, sino una serie de edificaciones de poca importancia (de una sola planta, en su mayoría), dedicadas a tareas de labor, así como un pequeño núcleo entorno a la estación del Empalme. Todas las edificaciones de la zona sumaban un total de 125 habitantes de hecho. Los datos desglosados son los siguientes:

Cortijo de Tercia: Casas de labor; 1 casa de un piso; 1 casa de dos pisos; Población de hecho: 30; Población de derecho: 29

Cortijos del Higuerón: Casas de labor; 1 casa de un piso; 1 casa de dos pisos; Población de hecho: 8; Población de derecho: 8

Estación de El Empalme: Caserío; 15 casas de un piso; Población de hecho: 58; Población de derecho: 49

San Jerónimo: Casas de labor y hortelanos; 1 casa de un piso; 1 casa de dos pisos; Población de hecho: 24; Población de derecho: 24.

San Onofre: Santuario y casa venta; 1 casa de un piso; 1 casa de dos pisos; Población de hecho: 5; Población de derecho: 5.

Sorprende que San Jerónimo (debemos entender que se referían al ex convento) sólo estaba habitado por 24 personas, mientras el cortijo de Tercia albergaba a 30 personas.

En el plano general del proyecto de defensa de Sevilla contra las inundaciones, elaborado por el ingeniero D. Javier Sanz, sólo 12 años después del Nomenclátor, recoge al norte de cementerio de San Fernando, el edificio del ex convento de San Jerónimo, el cortijo de Tercia, la fábrica de La Lucilina junto a las vías de la línea Sevilla-Córdoba, y al otro lado de las vías, la estación de El Empalme. El resto aparece como tierras de labor, cruzadas por distintos caminos como las carreteras de la Algaba y provincial de Alcalá del Río.

Por este documento, podemos concluir que en 1900 seguía sin existir el barrio de San Jerónimo, siendo posiblemente la población en la zona muy similar a la recogida en el Nomenclátor de 1888, y que difícilmente superaría los 200 habitantes.

Una situación que va cambiando con la instalación de las nuevas fábricas, al punto que en 1918 podemos hablar ya de la existencia del barrio de San Jerónimo. Y la prueba la encontramos en la hoja 984 de los mapas militares (a escala 1:50.000) de dicho año, que refleja la existencia de dos núcleos edificatorios en el barrio.

Hoja 984 de los Mapas Militares (1918)

Por un lado, aparece un núcleo de construcciones, de carácter habitacional, en forma de triángulo equilátero invertido y corresponde aproximadamente a la manzana actual delimitada por las calles Navarra, Extremadura y la avenida Medina y Galnares.

Por su parte, se ve claramente otro núcleo de construcciones, este de carácter industrial, construido alrededor de la fábrica de La Lucilina, entre la entonces carretera de Sevilla a Castilblanco y la línea férrea, situándose la estación de El Empalme al otro lado de las vías.

En el plano se ven otras edificaciones diseminadas, la mayoría situada en las proximidades de la línea férrea, destacando la Venta de la Cantera, situada en las inmediaciones de la actual Glorieta de los Ferroviarios. También se ve aislado un edificio a la izquierda de la carretera de Sevilla a Castilblanco, a la altura de la actual glorieta Club de Rugby, denominado “Ventorro”, posiblemente la antigua ermita y venta de San Onofre. Y sorprende que este plano no recoja las ruinas del convento de Buenavista.

Por los datos de este plano podemos calcular que la población del incipiente núcleo urbano de San Jerónimo construido entre las actuales calle Navarra y avenida de Medina y Galnares apenas superaría los 300 habitantes.

Pero sin duda fue con la instalación en 1928  de los talleres ferroviarios por parte de la compañía MZA (anteriormente ubicados en la Barqueta), cuando el barrio de San Jerónimo se consolidó definitivamente como núcleo extramuros de Sevilla. Y para la década de los 30 del siglo XX, el barrio ya era una realidad urbana, sumando en 1935 un total de 3.912 habitantes, como recoge Nicolás Salas en su obra Sevilla, Anales del Siglo XX: Prontuario de la Ciudad.