Desde
al menos 2012, los y las militantes del PSOE de San Jerónimo, Sevilla, apoyamos
que la elección de todas las secretarías generales de nuestro Partido se
realizaran mediante votación directa y secreta de la militancia. Asímismo,
desde hace más de dos años, defendemos la necesidad de la celebración de
primarias “a la francesa” (es decir, abiertas también a simpatizantes) así como
la eliminación de avales. En tal sentido se presentaron enmiendas al 38º
Congreso Federal, celebrado en Sevilla.
El
debate que se está produciendo estos días, siendo de gran interés, no ocultan
un intento de manipulación a favor de intereses concretos de la dirigencia, pero
no de la militancia de base.
Porque
el orden de factores en este caso (primero Congreso y después primarias o al
revés) no afecta al resultado, siempre que se tenga claro que en este nuevo
tiempo la secretaría general y la candidatura a la presidencia del gobierno de
la Nación no sólo no tiene porqué coincidir, sino que no debe coincidir.
Dentro
de la tradición del PSOE la bicefalia siempre se ha contemplado como un
escenario negativo, sobre todo tras la elección de Josep Borrell como candidato
socialista a la presidencia del gobierno de la Nación, en detrimento de Joaquín
Almunia, a la sazón secretario general del PSOE.
Pero
esa experiencia y toda nuestra tradición no deben ocultar un hecho evidente: ha
sido la supeditación del Partido a los intereses del presidente del gobierno los
que nos ha alejado de la esencia socialista de nuestro proyecto y ha permitido casos de corrupción (muchos o pocos, da igual) inaceptables para la
tradición ética del socialismo español.
Por
ello, es deseable que no coincidan presidencia y secretaría general, de forma
que el Partido sea el que controle al gobierno y no al contrario.
Desde
esta óptica, lo importante es que Congreso y Primarias se celebren bajo el
paradigma de la votación directa de los y las militantes, en el primer caso, y
de militantes y simpatizantes, en el segundo caso.
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