Cuenta mi padre la anécdota de que en su infancia, tras la guerra, los niños de su clase de los Agustinos en Ceuta, empezando por él mismo, estaban convencido que los rojos tenían rabo y cuernos, no como metáfora sino anatómica y físicamente real.
Muchas veces recuerdo esta anécdota cuando leo el uso del término feminista como la mayor de las descalificaciones, desde el ex primer ministro italiano, señor Berlusconi, que ha calificado de feministas y comunistas a las juezas de su divorcio, hasta la actitud despectiva del señor Cantó, diputado por UPYD en su post Entre Feministas, pasando por el inigualable e insustituible obispo-cómico de Córdoba, señor Fernández, y su feminismo radical. En sus bocas, la palabra feminista adquiere un sabor terroso, áspero, desagradable, que por asociación nos lleva a pensar ¡malditas feministas!
Porque lo que ha cambiado de la dictadura genocida del felón ex general Franco (expulsado de la carrera militar por el Tribunal Supremo) a nuestra actual democracia es que hemos sustituido a judíos, masones y marxistas por las mujeres que se expresan como mujeres libres. Si el marxismo puso en peligro los caudales de los poderosos y su dominio social, el feminismo hace algo aún más peligroso: pone fin a su dominio en el tálamo conyugal.
Este temor llevó incluso a homosexuales como Jacinto Benavente a manifestar una clara hostilidad haca el feminismo, al extremo de rechazar la invitación del Lyceum Club a participar en una charla, con el argumento de que él no hablaba a tontas y a locas. Y la estrategia está teniendo mucho éxito, cuando mujeres inteligentes como Ana María Matute realizan declaraciones despectivas sobre el feminismo, como pudimos ver el pasado día 4 de enero en el programa Imprescindibles de Televisión Española.
Contra la imagen prefabricada que se ha impuesto, el feminismo no pretende la revancha, ni convertir a las mujeres en hombres ni eliminar la individualidad de cada ser humano. Como durante la dictadura fascista con el marxismo, lo que se pretende es demonizar el feminismo, un revival del infantil eso no, caca, aunque terminará por fracasar, ya que el feminismo lo que proclama es la igualdad real de todos y todas.
Para mí, el feminismo es la última y más verdadera lucha heroica por la justifica social, y por ello las feministas, que el imaginario popular las muestran como mujeres feas, camioneras, depresivas o rencorosas, tienen mi más sincero respeto y admiración.
Las feministas no son tontas, ni locas, ni feas ni resentidas: son grandes mujeres que luchan por ti y por mí. Y también por el señor Berlusconi, el señor Fernández y el señor Cantó. Aunque aún no se han enterado.
Repito, gustosamente, lo que he escrito públicamente en mi muro de Facebook, al "compartir" su artículo:
ResponderEliminarGracias, señor Morterero, por ayudarme a demostrar que NO todos los hombres son idiotas, ni contrarios, ni machistas...y hasta los hay feministas y que, además, entienden lo que es eso.
Los radicalismos son malos, se disfracen de lo que se disfracen. Al feminismo le han salido "feministas radicales" (ambas palabras se dan de tortas entre sí,pero ahí andan) que perjudican al movimiento, jugando a ser lo que no son: ni feministas, ni pacíoficas, ni "hermanas". El odio también tiene cabida en las mujeres, pero no en el feminismo.
Por eso es tan de apreciar artículos como el suyo. De nuevo, muchas gracias por su sensatez y su valentía.
Saludos.
Un gobierno que no ha cesado de autoproclamarse feminista, el de ZP, resulta que en aras del feminismo, creó un ministerio de igualdad que redactó una ley que es tremendamente injusta con los hombres y sobre la que en esta web ya se ha comentado lo suficiente como para que yo la explique ahora. Lo importante son los hechos, no las palabras; y el hecho es que cuando el feminismo real y su igualdad han llegado al poder efectivo ya sabemos todos qué es lo que ha pasado.
ResponderEliminarP.D.: No dudo que el feminismo luche por el autor, pues si no, no le habría dedicado este artículo; pero por mí solamente lucho yo (y no quiero que nadie más lo haga), entre otras cosas para salir adelante como emprendedor mientras me fríen a impuestos que irán en parte a subvencionar el feminismo real, no el de los cuentos de hadas.
y es que la ignorancia y la misoginia es tan grande de parte de los hombres y aun mas de los hombres con Poder, como el SR Berlusconi...
ResponderEliminarY si la feministas hemos defendido los intereses politicos, sociales y economicos de esos hombres por que en el apartado de la libertad y la igualdad ellos tambien caben.
saludes desde Nicragua
Llamas "feminismo real" al feminismo institucional, que ni critica al patriarcado ni parece percatarse de que generan una guerra de sexos. Aunque lo hacen.
ResponderEliminarSi yo, o cualquiera, digo que soy tal cosa (cuadrúpeda, por ejemplo) eso no lo convierte en realidad. Y cualquier persona que sepa lo que "cuadrúpeda" significa se dará cuenta de que no lo soy. El gobierno de Zapatero señaló a dedo a unas cuantas señoras y a unos cuantos señores. Muy pocxs de los cuales merecían merecían ocupar puestos de poder, por no decir ningunx (dejando aparte lo que yo opine del poder y su ejercicio).
Las leyes injustas con los hombres que ha creado el feminismo patriarcal o institucional son las que visibilizan a la mujer como víctima y al hombre como agresor, cuando todo el mundo ( o todas las personas que se preocupan de informarse sobre los procesos de control social) sabe que esto no es así. En otras palabras: el gobierno de este tipo sólo se preocupó de perpetuar los estereotipos contra los que luchamos. Eso, a alguien que se informa no hace falta señalárselo. No me refiero a que usted, señor Anónimo, no se pase horas leyendo periódicos y blogs. Me refiero a que, si lo hace, lo hace sólo para reforzar su prejuicios. Esto es bastante evidente cuando una entra en un blog para leer un artículo pro-feminista y se encuentra con un comentario que no pretende señalar algo que ha gustado o no, o algo que considera importante para completar la información que el artículo intenta divulgar; sino únicamente para expresar todo lo en contra que está de las ideas que éste promueve. Firmado "Anónimo", por supuesto.
"Gracias, señor Morterero, por ayudarme a demostrar que NO todos los hombres son idiotas, ni contrarios, ni machistas"
ResponderEliminarThanks for making up my mind about feminism..