viernes, 11 de enero de 2013

El palio de la Encarnación


Miguel P., un amigo doble (del mundo real y del ciberespacio) colgó recientemente en su perfil de facebook una fotografía del cartel de la asociación de comerciantes del centro de Sevilla AlCentro, subvencionado por el ayuntamiento de la ciudad, para promover las compras navideñas en esa zona. Cartel que rápidamente provocó la hilaridad y los comentarios mordaces de los que habituales de su muro. Porque, como se puede ver, el cartel tiene su enjundia: las famosas Setas de la Encarnación de Sevilla, llamado en su origen germánico Petropol Parasol, sirviendo de pesebre al niño Jesús.
          
Para los que no tienen la dicha ni el placer de vivir en tierra de María Santísima, hay que recordar que el proyecto del alemán Jünger Mayer H fue elegido en 2004 tras un concurso internacional de ideas, cuyo tribunal estuvo compuesto por un jurado de lujo [integrado por los rectores de las universidades de Sevilla y Pablo Olavide, Miguel Florencio y Agustín Madrid, Alejandro Zaera, autor de la terminal del puerto de Yokohama, en representación del Colegio de Arquitectos, el estudio suizo Herzog & De Meuron y el japonés Toyo Ito, ganador del premio Pritzker], y dos jornadas de conferencias abiertas al público de la ciudad, una el 19 de abril y la otra el 11 de junio de aquel año, organizadas por la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla en la Fundación El Monte, sin olvidar la Exposición de todas las propuestas presentadas que tuvo lugar previamente en la logia del Ayuntamiento.
    
A pesar de lo ejemplar del proceso (abierto a la participación y contando con un jurado que aunaba capacidad intelectual y prestigio internacional), en cuanto el artefacto arquitectónico comenzó a cobrar cuerpo, la sevillanía comenzó su campaña de acoso y derribo que posiblemente le costó las elecciones al PSOE en 2011. Durante estos años, hemos tenido que leer y escuchar los anatemas más incendiarios contra el proyecto, tanto de labios de las más señeras élites ciudadanas abonadas al síndrome Romero Murube y como de muchos de los y las vecinas adoctrinadas en una imagen inmovilista de la ciudad. Al punto que temí por la integridad del edificio, parcialmente construido con madera, especialmente en los momentos en que los y las sevillanas se entregan con fruición a divertimentos ardientes, como en Semana Santa y las festividades futboleras del SCF y el RBB.
    
Pero una vez concluido e inaugurado el edificio, una vez tranquilizada la caverna con la épica victoria de Juan Ignacio Zoido en las elecciones municipales de 2011, y transcurriendo un tiempo prudencial, la antigua ira ante lo nuevo se está convirtiendo en sosiego costumbrista de lo de toda la vida de dios, y las Setas van convirtiéndose en el icono que se pretendía. Y el cartel de marras es parte de esa normalización del hecho setero en el espíritu de la ciudad que tanto defendió Romero Murube.
            
Por eso la afirmación, en ese intercambio jocoso de comentarios sobre el cartel, de Antonio A. (un cosmopolita como solo puede serlo un jerezano apátrida, amigo común y residente a muchos cientos de kilómetros de la capital andaluza, pero experto en la sevillanía por haberla vivido durante su etapa universitaria), de que antes que después, la Setas serían llamadas en la ciudad el Palio de la Encarnación, me pareció genial.
       
E incluso me atrevo a aventurar que las generaciones venideras de la sevillanía afirmarán que el proyecto fue cosa de la alcaldesa Soledad Becerril (PP) y terminado por Juan Ignacio Zoido (PP). Y si no, al tiempo.

miércoles, 9 de enero de 2013

Malditas feministas

Cuenta mi padre la anécdota de que en su infancia, tras la guerra, los niños de su clase de los Agustinos en Ceuta, empezando por él mismo, estaban convencido que los rojos tenían rabo y cuernos, no como metáfora sino anatómica y físicamente real.
           
Muchas veces recuerdo esta anécdota cuando leo el uso del término feminista como la mayor de las descalificaciones, desde el ex primer ministro italiano, señor Berlusconi, que ha calificado de feministas y comunistas a las juezas de su divorcio, hasta la actitud despectiva del señor Cantó, diputado por UPYD en su post Entre Feministas, pasando por el inigualable e insustituible obispo-cómico de Córdoba, señor Fernández, y su feminismo radical. En sus bocas, la palabra feminista adquiere un sabor terroso, áspero, desagradable, que por asociación nos lleva a pensar ¡malditas feministas!
     
Porque lo que ha cambiado de la dictadura genocida del felón ex general Franco (expulsado de la carrera militar por el Tribunal Supremo) a nuestra actual democracia es que hemos sustituido a judíos, masones y marxistas por las mujeres que se expresan como mujeres libres. Si el marxismo puso en peligro los caudales de los poderosos y su dominio social, el feminismo hace algo aún más peligroso: pone fin a su dominio en el tálamo conyugal.
     
Este temor llevó incluso a homosexuales como Jacinto Benavente a manifestar una clara hostilidad haca el feminismo, al extremo de rechazar la invitación del Lyceum Club a participar en una charla, con el argumento de que él no hablaba a tontas y a locas. Y la estrategia está teniendo mucho éxito, cuando mujeres inteligentes como Ana María Matute realizan declaraciones despectivas sobre el feminismo, como pudimos ver el pasado día 4 de enero en el programa Imprescindibles de Televisión Española.
     
Contra la imagen prefabricada que se ha impuesto, el feminismo no pretende la revancha, ni convertir a las mujeres en hombres ni eliminar la individualidad de cada ser humano. Como durante la dictadura fascista con el marxismo, lo que se pretende es demonizar el feminismo, un revival del infantil eso no, caca, aunque terminará por fracasar, ya que el feminismo lo que proclama es la igualdad real de todos y todas.
     
Para mí, el feminismo es la última y más verdadera lucha heroica por la justifica social, y por ello las feministas, que el imaginario popular las muestran como mujeres feas, camioneras, depresivas o rencorosas, tienen mi más sincero respeto y admiración.
    
Las feministas no son tontas, ni locas, ni feas ni resentidas: son grandes mujeres que luchan por ti y por mí. Y también por el señor Berlusconi, el señor Fernández y el señor Cantó. Aunque aún no se han enterado.     

jueves, 3 de enero de 2013

Eminentemente corruptos

En mis conversaciones sobre la actualidad con amigos y familiares no dejo de percibir, en el fondo del debate, el estupor de descubrir que casi todo lo que creían de España, los españoles y la sociedad que estábamos construyendo se basaba sobre convicciones falsas, al punto que hay conservaciones que terminan con mentira, todo es mentira.
            
Esta crisis, además de nuestros trabajos y nuestros ahorros, se está llevando por delante nuestra certeza sobre lo que somos, sobre lo que era España y sobre todo lo que hemos construido desde la muerte del ex general felón Francisco Franco (en su día expulsado de la carrera militar por el Tribunal Supremo).  Esta zozobra puede ser, a la postre, beneficiosa para España como Nación y para los y las españolas como sociedad, siempre que no nos dejemos paralizar por ella y consigamos extraer algunas enseñanzas.

En reiterada ocasiones, he afirmado que la permisividad social para ciertos avances sociales en la muy católica España de la cruzada (aborto, inseminación, matrimonio igualitario, etc.) respondía no tanto a una aprobación sobre los mismos como por un laissez faire, laissez passer cuyo origen atribuyo a la dictadura franquista. No en balde se cuenta la anécdota (no sé si real o no) de aquel consejo de Franco el genocida, quien a un aspirante a político le recomendó: haga usted como yo, no se meta en política.

El franquismo, como toda dictadura (de izquierdas o de derechas), era esencialmente corrupto. No puede serlo de otra forma un sistema que asesinó y expolió impunemente durante la guerra y la posguerra, tomando el país como un enorme botín. Corrupción que continuó desde el robo de niños hasta el mantenimiento de fosas comunes en las cunetas de miles de carreteras y la imposibilidad de inscribir a los asesinados de 1936 a 1939 por los golpistas ya que los jueces aplicaron  a rajatabla la ley del Registro Civil que exige dos testigos para ello, lo que suponía el absurdo de que fuera dos de los asesinos los que declararan que habían muerto en sus manos.

La Transición, que supuso un esfuerzo para superar una España dividida, llevó, equivocadamente, a no buscar respuestas a muchas preguntas, a no meneallo. Al no extirpar la esencia corrupta de la dictadura, ésta fue  extendiendo su podredumbre moral a las nuevas administraciones, a las empresas, a las organizaciones políticas, sociales, sindicales, a la universidad, etc., contaminando todo lo que se iba construyendo.

Pero sería un error pensar que debemos tirar por la borda lo que tanto esfuerzo ha costado construir en estos treinta y cinco años.  Lo que hay que hacer, a mi entender, es impulsar las Comisiones de la Verdad, no sólo por los crímenes de la guerra del 36/39, sino también en otros campos como la psiquiatría (con el inefable López Ibor y sus lobotomizaciones), la sanidad (con el robo de niños y las esterilizaciones forzadas), los expedientes de incautación de los represaliados, el saqueo económico del franquismo, etc.

Una vez sajada la purulenta herida y extraída toda la pus,  podremos cerrar el medio siglo más siniestro de la historia de España, y afrontar el futuro libre de tan pesada carga. 

jueves, 29 de noviembre de 2012

Bonobos: enemigos de dios.

Siempre me ha sorprendido la capacidad de algunos para aceptar sin mayor complicación dos argumentos que se contradicen. Mi maestro siempre ha sostenido que es debido a la existencia de departamentos estancos, de redes sinápticas desconectadas entre sí, en los cerebros de dichos individuos.
      
Pero sin duda no puede dejar de sorprender la utilización torticera del término natural que hace la religión cristiana, al calificar como antinatural determinados comportamientos, como la homosexualidad, para a continuación rechazar categóricamente comportarnos como animales, es decir, de forma natural. ¿En qué quedamos?
    
Afortunadamente la ciencia nos ayuda a desmotar muchos de los prejuicios, aunque debemos aceptar con humildad que ni siquiera ella es capaz de derribar las más profundas convicciones de muchos a los que dios les habla (como recientemente ha reconocido el expresidente Aznar, que al parecer dios le habló después del atentado de ETA, lo que, a decir de algunos, más que fe se trata de esquizofrenia)
    
Recientemente, un blog de publico.es, titulado Principia Marsupia, nos hablaba de las investigaciones de la antropóloga Isabel Behncke, de la Universidad de Oxford, la cual ha investigado a los bonobos, una especie que junto al chimpancés, es la evolutivamente más cercana al ser humano.
    
Pues bien, según Behncke, los bonobos conviven en las sociedades más pacíficas observadas entre los mamíferos. ¿Su secreto? El matriarcado y los altos niveles de actividad sexual.
    
Si los seres humanos recurren al poder para resolver sus problemas de sexo, los bonobos recurren al sexo para resolver sus problemas de poder. Además, estos primates constituyen la única especie animal que practica las mismas actividades sexuales que los humanos: besos con lengua, sexo oral y coito macho-hembra, macho-macho y hembra-hembra.
    
Cuando se presenta un conflicto, los bonobos recurren al sexo entre los contrincantes y por eso los niveles de tensión siempre se mantienen muy bajos. Las sociedades bonobas están dominadas por las hembras que, aunque más débiles físicamente, se organizan en alianzas femeninas que las cohesionan fuertemente.
     
Son los bonobos es otra de las especies animales, junto a los humanos, que claramente utilizan el sexo sin un fin reproductivo, lo que echa por tierra a los exégetas monoteístas, empecinados en vincular sexo y reproducción para mayor gloria de dios. Ya me parece escuchar aquello que debemos no comportarnos como animales ni de forma antinatural, que eso sí que es un contra dios.
       
Pero es sin duda en el campo de la ciencia ficción de la que llaman diseño inteligente donde la existencia de los bonobos puede provocar un cataclismo de dimensiones cósmicas.
      
De aceptar esa teoría, seudocientífica, deberíamos también admitir que en su infinita sabiduría, ese dios que ha dirigido de forma inteligente la creación ha apostado también por una especie animal que sin el pecado original disfruta de las relaciones homosexuales y el sexo oral. Es decir, que en el supuesto diseño inteligente de dios, también hay cabida para el placer sexual sin culpa ni pecado.
       
¡Anda que como se entere Rouco le da un patatús!
       
PD: No es por dar ideas, pero ¿alguien podría sugerir a israelíes y palestinos que solucionen sus diferencias al estilo de los bonobos? Y no porque uno de hamás coiteando con un rabino puede tener su aquel, sino porque tal vez así puedan convivir en esa solución habitacional que llaman  próximo oriente.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Genocidas

Ahora que la Fundación Franco va a rendir un homenaje al felón general que violentó su sagrado juramento de fidelidad al gobierno legal de la II República, alentó la masacre del pueblo español a través de una durísima guerra civil de tres años, y mantuvo al país subyugado durante treinta y cinco más, quiero compartir contigo, amable lector o lectora, una reflexión en torno a sus descendientes morales, políticos y sociales.
       
Es habitual que la única respuesta de la derecha reaccionaria, caciquil y resabiada española, esa que encarna tan bien el PP, medios como Intereconomía, La Gaceta, La sin-Razón, y voceros como Jiménez Losantos, César Vidal, etc. utilizar el famoso “y tú más” para intentar silenciar la crítica hacia sus postulados violentos.
   
Un caso paradigmático al que ya dediqué un post es Paracuellos, un caso trágico y repugnante, que intentan reiteradamente utilizar como escudo para defenderse de otros semejantes donde los suyos no fueron las víctimas sino los verdugos: Málaga, Badajoz, etc.
    
Así, ante la crítica al genocida Franco saltan con el genocida Stalin; ante la crítica a Fraga utilizan a Carrillo; ante el asesinato de Miguel Hernández se defienden con el de José Antonio Primo de Rivera.
   
Pero como todo argumento falaz, es fácilmente rebatible, porque en el fondo estamos de acuerdo: Francisco Franco y Josef Stalin eran unos genocidas terribles, cuyas vidas deberían servir de ejemplo, en escuelas e institutos de todo el mundo, de la maldad, la crueldad y la inmoralidad del ser humano.
    
Paracuellos, como Málaga, Gernika y Badajoz son ejemplos de la saña del ser humano hacia el ser humano, y sus autores, ya fuesen milicianos, militares de carrera o civiles, merecen toda nuestra indignación y nuestro desprecio moral.
   
Si Carrillo tuvo alguna responsabilidad en Paracuellos merece nuestro más absoluto desprecio como el que nos merece Manuel Fragra por los asesinatos de presos políticos durante el régimen genocida de Franco.
    
La diferencia fundamental es que mientras yo sí tengo la dignidad humana de rechazar categóricamente todo tipo de genocidios y hechos violentos, vengan de la derecha o de la izquierda, ellos, los herederos económicos, políticos y sociales del franquismo, muestran su maldad y miseria moral al defender los que hicieron los suyos: sus padres, sus abuelos, sus líderes.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Fábula de los tres náufragos

Los tres hombres de la barca cayeron al mar agitado cuando el bote volcó. La fuerte corriente les alejó de su más seguro salvavidas y quedaron a merced de las olas.
        
El primero no quiso resignarse a su destino y braceó y braceó sin descanso, como intentando agarrarse a una maroma inexistente. Sus movimientos le sumergían una y otra vez en el agua, por lo cual pateaba para salir a la superficie. Tanto esfuerzo le agotó y finalmente no pudo evitar hundirse en las profundidades de la mar, ahogándose.
    
Los otros dos optaron por intentar flotar de espaldas, evitando todo movimiento brusco que les consumiera las fuerzas y les hicieran hundirse. Gracias a ello, después de un buen rato vieron llegar una barca con unos pescadores que desde la orilla habían visto el naufragio.
    
Cuando se encontraban cerca de los náufragos le lanzaron una maroma. Uno de ellos no dejó de intentar flotar de espaldas, esperando que la mar acercara la cuerda para agarrarse a ella. Pero la corriente le alejaba cada vez más hasta que se perdió en la lejanía. En la soledad del mar terminó por agotarse y murió ahogado.
    
El tercer náufrago, que también había flotado de espalda, en cuanto vio la cuerda braceó, agitó sus piernas, intentando llegar hasta a ella. Se agarró fuertemente y esperó que los marineros tiraran fuerte hasta conseguir que le subieran al bote.
    
Moraleja: hay que saber cuando hay que luchar y cuando esperar, so pena de no sobrevivir ante los embates de la vida.

martes, 13 de noviembre de 2012

Zoidotízate

No hay nada más malo que defraudar las expectativas que creas.
      
Esta es una de las razones por las que muchas personas se paralizan y son incapaces de llegar más lejos. Claro que hay excepciones: los osados, los temerarios y los irresponsables suelen ir mucho más lejos de lo que la prudencia y la cordura recomienda. Y, sorprendentemente, muchas veces ven coronada su osadía, su temeridad o su irresponsabilidad con los laureles de la victoria. Claro que hay otra razón con mucho menos lustre. La idiotez. Y a estas alturas de la legislatura no sabemos a qué podemos achacar la carrera alocada de Juan Ignacio Zoido hacia el precipicio.
    
Como persona comprensiva, acepto que era muy difícil para un espíritu apocado el subidón adrenalítico que supuso para nuestro alcalde la marcha triunfal del Corpus de 2011. Posiblemente sus emociones iban en la misma línea que la de Julio César al avanzar victorioso sobre las calles de Roma a su entrada en la capital del Imperio, con el galo Vercingetórix a sus espaldas, cautivo y desarmado.
    
Pero hay “victorias” envenenadas, y desde entonces, la carrera triunfal de Zoido ha sido una maratón que está dejando exhausto hasta el más voluntarioso de sus palmeros.
    
Sin duda, la semana que ha comenzado se está convirtiendo en una de las peores de su vida para el “probre” Juan Ignacio. Si su periódico de cabecera, el ABC, anunciaba el domingo 11 que el ínclito se volvía a poner la cazadora en una especie de pax zoídica por los distritos, los abucheos sufridos en la mañana del lunes 12 en San Jerónimo, le debió sentar como cien mil patadas en la boca del estómago. Sus tournée electorales de otrora se pueden convertir en un suplicio.
    
Pero lo peor estaba por llegar, con la decisión de la Caixa de llevar su 8º CaixaFórum, previsto para las Atarazanas con un proyecto de lujo, el del arquitecto Vázquez Consuegra, hasta el otro lado del río, la Torre Pelli. Si los muñidores intelectuales de “enterremos a Monteseirín” habían pensado que dando largas al proyecto, activado en 2009 durante el mandato de la anterior corporación, iban a impedir seguir dando lustre al anterior alcalde, se han quedado con un palmo de narices, porque finalmente ha migrado ¡a la Torre Pelli!, la segunda bestia parda de la sevillanía tras las Setas de la Encarnación, impulsada por el mismo Monteseirín que había iniciado el proyecto del CaixaFórum.
    
Sin duda, el impacto emocional le ha llevado a aturullarse hasta pronunciar las más absurdas de las declaraciones, por lo que hemos podido leer en prensa. Así, DIARIO DE SEVILLA recoge que el alcalde ha manifestado que “La Caixa me ha garantizado que va a apostar por Sevilla sin riesgos. O el CaixaFórum se hace aquí en Sevilla o no se hace en ningún sitio” afirmación que podría mostrar firmeza pero sólo muestra idiotez, sobre todo teniendo en cuenta que el de nuestra ciudad sería el octavo CaixaFórum y nada permite aventurar que no haya un nono, un décimo o un quincuagésimo CaixaFórum, aquende o allende los mares.
     
Así que en su atolondrado discurso se podría deducir que lo que decía el presidente del Partido Popular de Andalucía es que Málaga se iba a quedar con un palmo de narices si pensaba orillar “nuestro” CaixaFórum para la ciudad del Guadalmedina. ¡Qué brillantez para el líder de todos los votantes del PP, incluido los malagueños!
       
Otro de los argumentos, “El proyecto original en las Atarazanas ponía en riesgo la declaración de Patrimonio de la Humanidad de Catedral, Alcázar y Archivo de Indias” ralla en lo esperpéntico y muestra la descoordinación mental de nuestra máxima figura municipal. Si la Torre Pelli ponía en riesgo, a entender de algunos, la consideración de Patrimonio de la Humanidad por afectar visualmente, y desde la lejanía, la Giralda, ya que no se incluía en el espacio físico declarado, argumento que la propia UNESCO obvió por estúpido ¿por qué puñetas iba a afectar a tal declaración la obra en las Atarazanas que se encuentran igualmente fuera del perímetro declarado Patrimonio y no era más alto que los edificios de su entorno?
   
A estas alturas seguimos sin tener claro si nuestro insigne alcalde es un osado, un temerario, un irresponsable o un idiota. En todo caso, sólo como hipótesis, consideremos benevolentemente que sufre un ataque transitorio de “zoidotización”. Y es que las marchas triunfales del Corpus son “mu” peligrosas. Y si no, que se lo recuerden a Cristo.