Hace
años, tras descubrir el Ideal Andaluz de Blas Infante Pérez, me dediqué a
intentar localizar todas las ediciones que de dicha obra se hubiesen realizado
en España.
Era
a final de los años 90, principios del 2000, cuando internet aún no tenía el
vigor y la información que hoy conocemos. Por tiendas de libros usados, webs
especializadas, y catálogos on-line de instituciones y bibliotecas de España y
otros países de América y Europa, fui localizando, una a una, las distintas ediciones: la edición príncipe de 1915, la prologada
por Lacomba y Tierno de 1976, y las sucesivas de la Fundación Blas Infante. Y, una a una, las fui adquiriendo, bien por compra, bien por regalo de algún amigo, como la de 1982 que tan amablemente me cedió Javier C.S.
Recibir
por correo la primera edición del Ideal Andaluz de Infante solo fue comparable
con el día que recibí la edición póstuma de la obra Últimas Flores de la sevillana Concepción de Estevarena. Una mezcla
de ansiedad al abrir el paquete, de temblor al acariciar el libro, de júbilo
por alcanzar un sueño tras una larga, larguísima búsqueda que había durado no
menos de cinco años.
En
aquellas búsquedas, en una página web que no recuerdo, encontré referencias a
una edición de 1916, que nunca he podido encontrar en ningún catálogo. No la
encontré en la Biblioteca Nacional, que sólo conserva las ediciones de 1915, 1982
y 2010. Tampoco la localicé en ninguna biblioteca pública del Estado, cosa que
sí ocurre con la edición de 1915 conservada en la Biblioteca del Estado de
Ceuta, en la Biblioteca de Andalucía (Granada) o en las municipales de
Almensilla, Villa del Río, Los Corrales o en la Central de Jerez de la
Frontera.
Por
su parte, la búsqueda de la edición de 1916 en el Catálogo Colectivo delPatrimonio Bibliográfico Español (que incluye los fondos de un total de 800
bibliotecas públicas y privadas de todo el país) resultó igual de infructuosa,
ya que si bien localicé la edición de 1915 en bibliotecas como la del Archivo
Municipal de Sevilla o de la Central del Campus de Albacete de la Universidad
de Castilla-La Mancha (con una dedicatoria de Infante), no apareció por ningún
lado una edición de 1916.
Igual
de frustrante fue la búsqueda en las bibliotecas de la Universidad de Sevilla, ya
que su catálogo Fama sólo consta, con dos ejemplares, la edición de 1915; en la
biblioteca del Congreso de los Estados Unidos tampoco la encontré; ni en GoogleBooks (que incluye millones de obras en su catálogo)
Por
eso, cuando llegó a mis manos un ejemplar de la nueva edición del Ideal
Andaluz, publicado en 2015 (con ocasión del centenario de su primera edición)
por el Centro de Estudios Andaluces, me sorprendió descubrir que su página 91,
además de las conocidas ediciones de 1915, 1976, 1982, 1994 y 2010, la edición
de 1916, atribuida al Centro Andaluz de Sevilla.
Y
a pesar de que en todos estos años no he encontrado ningún rastro físico de esta
edición, su inclusión en la cuidadísima edición de 2015 (con prólogo del
profesor Juan Antonio Lacomba -que ya participó en la edición de Túrcar de 1976
junto con el profesor Enrique Tierno Galván-, y estudio introductorio del
profesor Francisco Garrido) no podía considerarse un simple error, y me convencí que debía corresponder a la existencia real de una edición en dicho año de la
obra más importante de Infante.
En estos días he retomado la búsqueda de esa edición fantasma y he
terminado encontrando una referencia de ella en la obra Repertorio bibliográfico sobre el “andalucismo histórico” de Manuel
Ruiz Romero (Doctor en Historia Contemporánea y respetable estudioso de Blas
Infante y su obra), publicada por el mismo Centro de Estudios Andaluces en 2008.
En la relación que hace Ruiz de la obra de Blas Infante (página 21), incluye la
edición de 1916, atribuida al Centro Andaluz de Sevilla y calificada como
reedición (reed.), así como las de 1976 (Túcar), 1982 y 1994 (Fundación Blas
Infante). Pero sorprendentemente no incluye la primera de 1915, impresa en
Sevilla por Joaquín L. Arévalo.
La
obra de Ruiz Romero llevó a ABC a publicar, el 10 de agosto de 2008, que el Repertorio editado por la Junta de Andalucía compila toda la obra científica sobre
esta temática desde que en 1976 se editara la segunda edición de «El Ideal
Andaluz» (la primera en 1916).
Pero
a pesar de Ruiz Romero, la edición sigue sin poder ser localizada.
Finalmente,
a pesar del respeto que me merece Manuel Ruiz, he llegado a la conclusión que
la edición fantasma del Ideal Andaluz de 1916 no existe.
Posiblemente
el error, comprensible por otra parte, se debe a la publicación en el número 7
de la revista Andalucía (diciembre de 1916) del Centro Andaluz de Sevilla, de
un artículo titulado “El Ideal Andaluz”, que corresponde a la conferencia de
Blas Infante sobre el regionalismo andaluz pronunciada en el Centro Obrero
Republicano de Córdoba, y recogida por un periodista del Diario de Córdoba.
En
todo caso, esta cuestión debe resolverse lo antes posible. La integridad de la
obra de Blas Infante lo exige.
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