En
su obra “Imón y sus salinas. La tierra de la sal”, Tomás
Gismera Velasco incluye a Silvestre Morterero Baquero y José Morero
Morterero como dos de los nombres para la historia del pueblo
guadalajareño, dedicando al primero una pequeña biografía.
Con
este artículo, quiero ampliar la información ofrecida por Gismera
en su interesante obra sobre la localidad del norte de la provincia
de Guadalajara.
Imón
y los Morterero.
Desde
el siglo XVII la familia Morterero siempre estuvo vinculada a
Valdearenas y localidades cercanas, como Trijueque y Argencilla, lo
que puede sorprender que una de sus ramas se estableciera en el siglo
XIX en la localidad de Imón, donde nacerían los dos miembros que
destacaba Tomás Gismera: Silvestre Morterero Baquero y José Moreno
Morterero.
La
vinculación de los Morterero con Imón hay que buscarla en el
matrimonio de Teresa Cano y Olmo, natural de la misma, con Lino
Morerero y Lorenzo, natural de Valdearenas, en 1805, celebrado en la
parroquial de Ribas
de Santiuste.
Teresa
era hija de José Cano Álvarez (nacido en Peñafiel el cual había
probado su nobleza en la Real Chancillería de Valladolid en 1749) y
Manuela del Olmo Alcolea. Parte de la fortuna de los Cano Olmedo
provenía del mayorazgo instituido por José Daza Cano, abogado de
los Reales Consejos.
Por
su parte, Lino era hijo de Patricio Morterero Muñoz y de Paula
Isabel Lorenzo Orantes, nacido en Valdearenas alrededor de 1760,
descendiendo de Manuel Morterero, el cual se había destacado en la
Guerra de Sucesión y al que Felipe V había concedido el privilegio
de hidalguía.
Del
matrimonio Morterero y Cano, nacieron cinco hijos varones (Valentín,
Toribio, Ángel,
Eusebio y Rafael) y dos mujeres, cuyos nombres no hemos localizado.
En el
reparto de las tierras del matrimonio Morterero y Cano, Toribio,
nacido alrededor de 1825, heredó las tierras en Imón, Alcolea de
las Peñas y Ribas de Santiuste. Y en esa localidad contrajo
matrimonio, posiblemente con una hija de Francisco Vaquero Cabrera,
guarda almacén de la Salina Principal de Imón de 1837 a 1851, y más
tarde oficial inspector de la misma y por lo tanto hermana del
malogrado pintor Juan Baquero y Zarza, que participó con varios óleos
en la Exposición Nacional de 1881.
Toribio
tuvo cuatro hijos: Silvestre, Idelfonsa, Juana, que aparece en 1883
como propietaria en Imón junto a Silvestre, y Damian Morterero, que
en 1885 aparecía como titular de un ultramarinos en Imón. Falleció
en marzo de 1891, según se recogió en la prensa de la época.
Silvestre
Morterero y Baquero.
Silvestre
Morterero y Baquero nació en Imón, localidad en la que residían
sus padres. Por su expediente en la Universidad Central, y que
conserva el Archivo Histórico Nacional, sabemos que se licenció en
farmacia en 1868.
Tras
sus estudios en la Corte, su familia adquirió para él la botica de
Imón, que había poseído el
farmacéutico Juan Tova Cabrera, y de la que fue titular hasta su
fallecimiento en 1914.
Casado
con Concepción
Lázaro Adradas (hermana de Jerónimo Lázaro Adradas, descrito como
“médico
de la Corte”
en la prensa de la época), no sabemos si llegó a tener
descendencia.
Fue
gracias al filósofo José Ortega y Gasset cuando Silvestre adquirió
relevancia mundial, aunque de forma tan confusa que nadie lo
relacionó con él. Y es que tras la Guerra Civil, y ante la
imposibilidad de volver a impartir clases en la Universidad, durante
el curso 1948/1949, Ortega impartió una serie de conferencias (doce
en total) en el Instituto de Humanidades. En la primera de ellas,
titulada “ Sobre
una nueva interpretación de la Historia Universal. Exposición y
examen de la obra de A. Toynbee, A Study of History”, el filósofo
afirmó:
A
este respecto, perdónenme un recuerdo personal. Tenía yo diecisiete
años cuando por primera vez hice una excursión tierra adentro de
España, cosa entonces sobremanera insólita. No iba solo; me llevaba
un hombre admirable, de excelente condición, el primero que ha
andado toda la Península, paso a paso, cuando nadie lo hacía
entonces, que era artista y crítico de arte, pero cuyo verdadero
valor consistía en su vida. Y como la vida tiene esa misma elegancia
de ser fungible, es decir, que desaparece conforme va siendo, el
valor de la vida de Francisco Alcántara no puede ser percibido ni
reconocido por las nuevas generaciones. Por eso me creo obligado a
recordar su vida. Fuimos los dos a la comarca rayana entre
Guadalajara y Segovia, en esa tierra de pinares donde se desgranan,
como un rosario roto, una serie de pueblos de nombres encantadores:
Gálvez, Villacadimia, Los Condemios, Campisábalos... En
Campisábalos tenía Alcántara un gran amigo, el boticario. Este
boticario parecía predestinado a su oficio por su apellido: se
llamaba Morterero. En efecto, los Mortereros, de padres a hijos,
regentaban la botica de Campisábalos desde el siglo XVII. Por eso,
el establecimiento presentaba el aspecto de una farmacia de comienzos
del siglo XVIII. Allí estaba las paredes cubiertas con tarros de
Talavera, y del mejor tiempo, que es el final del siglo XVII. En sus
lomos se veían, junto a los adornos azules, letras también azules
que decían los nombres latinos y españoles de la vieja farmacopea:
aceite de almendras dulces, en uno; acero de Madrid, en otro; la uña
de la gran bestia… En un rincón estaba un pequeño anaquel lleno
de menudos botecillos que contenían venenos. El anaquel estaba
cerrado con una puerta de vidrio donde había pintado un ojo, el
famoso ojo del vigilante del boticario. Pero lo que más me
impresionó fue ver en el centro, como gobernando aquella democracia
de remedios, un gran tarro de Talavera en cuya panza leí por primera
vez en mi vida `Triaca máxima´.
Pero
los años traicionaron la memoria de Ortega. El viaje al que hace
referencia lo realizó en el verano de 1899, junto al periodista
Francisco Alcántara, que trabajaba para el diario EL
IMPARCIAL
fundado por Eduardo Gasset Artime y dirigido a finales del siglo XIX
por su yerno José Ortega Munilla, padre del filósofo. Y
efectivamente, Alcántara conocía y era amigo del boticario
Morterero, pero no en Campisábalo como recordaría Ortega 48 años
después, sino en Imón.
Alcántara
conocía la localidad antes de visitarla junto el jovencísimo
Ortega. De hecho, en la edición de EL
IMPARCIAL del
8 de abril de 1899, se publicó un artículo suyo, que decía
“partimos
para Imón, donde dedicamos un recuerdo al malogrado pintor Juan
Baquero, y pudimos admirar en la farmacia del Sr. Morterero el
botamen de riquísima loza española del siglo XVI en perfecto estado
de conservación.”
Y
sabemos que el viaje iniciático de Ortega fue en 1899 porque en la
edición del 13 de agosto de aquel año el semanario FLORES
Y ABEJAS
de Guadalajara publicó: El
ilustrado redactor de EL IMPARCIAL don Francisco Alcántara veranea
actualmente en Imón y el mes de Septiembre lo pasará en Atienza.
Silvestre
falleció en 1914, y FLORES
Y ABEJAS
lo anunció así: En
Imón ha fallecido el ilustrado farmacéutico D. Silvestre Morterero
Baquero.
Por
su parte el periódico conservador LA
UNIÓN
publicaba la siguiente necrológica: En
Imón ha fallecido D. Silvestre Morterero Baquero probo y culto
farmacéutico. A su distinguida familia le enviamos el pésame más
sentido.
LA
FARMACIA ESPAÑOLA
daba noticia de su fallecimiento de la siguiente manera: Ha
fallecido en Imón (Guadalajara), el día 3 del corriente mes, el
farmacéutico de aquella villa D. Silvestre Morterero y Baquero, muy
querido amigo nuestro. El Sr. Morterero que hizo sus estudios en
Madrid en una época de muy agradable recuerdo, en la que se educaron
en el antiguo Colegio de San Fernando alumnos que sobresalieron mucho
en la cátedra, en el laboratorio y en el ejercicio de la profesión,
fue un enamorado de la farmacia, y en su larga carrera profesional,
mostró siempre adhesión incondicional á las doctrinas aprendidas
en las aulas universitarias y contribuyó á la realización de todo
proyecto encaminado al enaltecimiento de la clase farmacéutica.
Descanse en paz el querido compañero, y admita su desconsolada viuda
y demás familia, de la que forma parte el distinguido médico D.
Jerónimo Lázaro Adradas, nuestro sentido pésame por esta
irreparable desgracia.
Dª
Idelfonsa Morterero y Baquero.
Hermana
de Silvestre, Idelfonsa Morterero y Baquero nació en 1848. Se casó
con el teniente coronel Baltasar Moreno, y para 1893 ya era viuda.
Tuvo dos hijos, José Moreno Morterero y Carolina Moreno Morterero.
Falleció
en 1933, y el semanario LA ORIENTACIÓN publicó la siguiente
necrológica: Anteayer
falleció en esta capital, a los 85 años de edad, doña Idelfonsa
Morterero, viuda de Moreno, madre política de nuestro amigo el
Profesor de la Normal y Presidente del Consejo provincial de Primera
enseñanza don Daniel Carretero. El cadáver de dicha señora fue
trasladado para su inhumación al cementerio de Imón. A sus hijos
don José y doña Carolina Moreno y al señor Carretero, enviamos
sentido pésame.
D.
José Moreno y Morterero.
José
Moreno y Morterero es otro de los nombres citados Tomás Gismera en
su obra “Imón
y sus salinas”.
Como
hemos dicho, era hijo del teniente coronel Baltasar Moreno y de
Idelfonsa Morterero. Estudió en la Universidad Central de Madrid,
desarrollando en aquellos años una activa militancia republicana,
participando en numerosos actos políticos, tal y como recoge la prensa de la
época, militancia que mantuvo a lo largo de su vida.
Tras
licenciarse en derecho, ejerció de abogado y procurador en Sigüenza.
En abril de 1917 contrajo matrimonio con Dª Eugenia García Pérez,
hermana del alcalde de Sigüenza, Antonio García. Fatalmente,
Eugenia fallecería en enero de 1928, posiblemente del mismo
accidente de automóvil del que se recuperaría José Moreno
Morterero meses más tarde.
Dos
años después, en junio de 1930, José Moreno Morterero contraería
matrimonio en segundas nupcias con Dª Dolores González García en
Zaragoza. De ninguno de ellos tendría descendencia, o al menos
ninguno llegaría a la edad adulta.
De una
situación económica desahogada, sabemos que era accionista del
Banco Zaragozado y del Banco de Aragón durante los años 30.
En
1918 formó parte de la Federación republicana en Sigüenza, y unos
años después, en 1924 lo encontramos como concejal seguntino,
siendo de nuevo elegido por la candidatura radical socialista en
junio de 1931 ocupando ese mismo año, y hasta 1932, la alcaldía de
Sigüenza, tras lo cual siguió de concejal.
Es
curiosa la reflexión publicada por el semanario católico EL
HENARES
en 1934, que decía: Es
casi seguro que si D. José Moreno Morterero hubiese continuado en la
Alcaldía con todo y ser radical socialista, no hubiera tratado tan
duramente a las parroquias. Y es sensible que un Alcalde y unos
concejales llevados al Ayuntamiento por las derechas, procedan tan
duramente con las parroquias.
A
pesar de su larga trayectoria republicana, fue asesinado el 14 de
agosto de 1936 por fuerzas de izquierdas, acusado de haber adquirido
armamento para las fuerzas golpistas.
En
el Boletín Oficial de la Provincia de Soria1 se publicó el
siguiente edicto en 1937: D.
José Beguiristaín Eguilaz, Juez de 1ª instancia de esta ciudad y
su partido, Hago saber: Que en este Juzgado pende expediente sobre
declaración de herederos
abintestato por fallecimiento de D. José Moreno Monterero, a favor
de su hermana Dª Carolina Concepción Emiliana Moreno Monterero y
viuda doña Dolores González García, en el que en proveído de hoy
se ha acordado anunciar el fallecimiento de dicho D. José Moreno
Monterero, natural de Imón y vecino que fue de esta ciudad, ocurrido
en la misma el día 14 de Agosto del año último, sin haber otorgado
testamento, reclamando la herencia la hermana y viuda según se
expresa anteriormente; llamando por el presente a los que se crean
con igual o mejor derecho para que comparezcan en este Juzgado a
reclamarlo dentro de treinta días. Y para que el presente edicto sea
publicado en el Boletín oficial de la provincia de Soria, pongo el
presente en Sigüenza a 24 de Marzo de 1937. José Beguristain. Ante
mí, Julián Rubiales.
Dª
Carolina Moreno y Morterero.
Hija
de Baltasar Moreno e Idelfonsa Morterero y Baquero, Carolina
Concepción Emiliana Moreno Morterero nació en 1889. Casada con el
catedrático de matemáticas de la Escuela Normal de Guadalajara, Daniel Carretero Riosalido, tuvo seis hijos.
Falleció
el 18 de junio de 1960. La esquela publicada en FLORES
Y ABEJAS
decía así: LA
SEÑORA Dª Carolina Moreno Morterero. Ha fallecido en Guadalajara el
18 de Junio de 1960. A los 71 años de edad. Habiendo recibido los
Santos Sacramentos y la bendición de Su Santidad. RIP. Su afligido
esposo D. Daniel Carretero Riosalido; hijos D. José, Dª Mª Elena,
D. Luis, Doña Mª del Carmen, D. Daniel y Dª Carolina; hijos
políticos Dª Mª del Carmen Albiñana, D. Luis Cerrada y Dª
Montserrat Rebés; hermana política Dª Dolores González; nietos,
sobrinos, primos y demás familia: RUEGAN la tenga presente en sus
oraciones.