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miércoles, 31 de marzo de 2010

Una eficaz gestión socialista

Cuando la derecha se ve incapacitada para vender su política bajo el paraguas de la distrubución y la justifica social, suele echar mano de una supuesta eficacia y austeridad en la gestión.
Por eso, la publicación en DIARIO DE SEVILLA de una noticia sobre los fondos estructurales de la Unión Europea publicada tras un estudio elaborado por dos profesores de la Universidad de Cantabria llama la atención: “Escaso efecto en el resto de las regiones españolas - Andalucía fue la única región en la que los fondos redujeron las diferencias económicas”. En el mismo sentido, el artículo afirmaba “Una de las conclusiones más sorprendentes del monográfico publicado por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) es que, salvo en Andalucía, los fondos estructurales apenas cumplieron con su función: reducir las diferencias económicas en Europa entre las regiones más pobres.”
Por lo tanto, podemos afirmar a grandes rasgos que la gestión de los fondos europeos por parte de la Junta de Andalucía ha sido no solo eficaz sino además la más eficaz y casi la única eficaz.
Esta noticia me ha recordado otra publicada en EL MUNDO hace un par de semanas titulada “Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid, las más endeudadas” en la que relacionaba el ranking con Cataluña 22.605 millones de euros, Comunidad Valenciana, la del inefable Camps con 14.330 millones y la de Madrid, presidida por la “popular” Esperanza Aguirre con 11.576 millones de euros. Por detrás se encontraba Andalucía, con 9.840 millones, Teniendo en cuenta que eran datos del Banco de España y que de las cuatro las dos más pobladas y con mayores competencias que atender eran Cataluña y Andalucía, en comparación la gestión de el endeudamiento de la Junta de Andalucía ha sido el más eficaz.
En el mismo artículo señalaba los ayuntamientos con más deuda de España que encabezaba el de Madrid, presidido por el “popular” Ruiz Gallardón con 6.762 millones (el 23,5% de toda la deuda de las corporaciones municipales de España); el de Valencia, con la “populosa” Rita, con 835 millones; Barcelona, con el socialista Jordi Hereu, con 753 millones; Zaragoza, con el socialista J.J. Belloch, con 752 millones; Málaga, con el “popular” Francisco de la Torre con 738 millones; cerrando la lista de las ciudades con más 500.000 habitantes, Sevilla, con el socialista Sánchez Monteseirín, con 522 millones.
Teniendo en cuenta la deuda por habitante, los ayuntamientos con mejor gestión de la deuda son los socialistas, y en el caso de Andalucía, con Sevilla con una deuda casi la mitad de Málaga. Eficaz gestión socialista.
Alguien puede alegar que las Comunidads Autónomas más endeudadas lo hacen para prestar mejores servicios a sus ciudadanos. En absoluto. Según el Informe de Evaluación de la Atención Primaria en las Comunidades Autónomas (Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública – FADSP- Mayo de 2007) calificaba la andaluza y la catalana como aceptable, y en cambio señalaba como regular la valenciana y con serias deficiencias la de Madrid. Para 2010 el gasto sanitario per cápita en Cataluña será de 1298,84€, en Andalucía de 1180,09€, en la Comunidad Valenciana de 1122,79€, y Madrid de 1108,14€ (fuente FADSP). Madrid roza la mayor renta per cápita de España, baja los impuestos y la inversión en salud, y aumenta su endeudamiento: ¿una gestión eficaz del PP? Comprendo la cara de pena que habitualmente nos muestra Rajoy por televisión, porque de sus feudos (Madrid y Valencia) solo puede mostrar despilfarro, endeudamiento y corrupción.
Con este post no pretendo describir Andalucía como un nuevo Jardín de las Hespérides, y como muestra de ello te recomiendo la lectura del Primer Informe sobre Desigualdades y Salud en Andalucía, con un diagnóstico claro no solo sobre el sistema sanitario andaluz sino sobre la propia sociedad andaluza y sus desigualdades.

lunes, 29 de marzo de 2010

¡Estúpido! La idiotez es bajar los salarios

Tradicionalmente, refranes, fábulas y dichos han sido en la cultura popular una buena herramienta para comprender el mundo. Su olvido es el primer paso para desarmarnos frente a los que no los olvidan.
Un refrán que los y las trabajadoras podemos recordar en estos momentos es aquel que dice que “a río revuelto, ganancias de pescadores”. Porque la crisis económica, lejos de suponer una experiencia terrible para todo el país es una fuente inagotable de oportunidades para los más “listos”, que bien manejada supone pingues beneficios. Los patronos (que no empresarios) lo están teniendo claro, usando la crisis económica para modelar en nuestro país un sistema económico y unas relaciones laborales a su gusto, obviando el pacto constitucional de la Transición (derechos laborales, negociación colectiva y libertad sindical a cambio de libertad de empresa y propiedad privada). A tanto han llegado que hasta el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha tenido que declarar nulos los despidos de siete trabajadores de Muebles Peralta pues la crisis económica que alegó la empresa no puede convertirse en "un simple medio para lograr un incremento del beneficio empresarial".
Pero el patrono Francisco Peralta no está solo. Aprovechando el río revuelto, se están escuchando declaraciones por parte de las organizaciones de patronos sobre la conveniencia de bajar los salarios para salir de la crisis. Hace un par de semanas, el presidente de la Cámara de Comercio de Madrid insistió en este aspecto. Según EUROPA PRESS, “Santos Campano también coincidió con el planteamiento del presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, respecto a la necesidad de una reducción de los salarios en España para fomentar la competitividad y el crecimiento de la economía” Así parece que afirmó: "Yo creo que es algo que se está haciendo en las empresas. Hay muchas empresas de los medios de comunicación que se han bajado los sueldos para poder mantener la empresa y en el momento en que volvamos a recuperar la normalidad, volverán a estar (los sueldos) donde tienen que estar. Por lo tanto me parece una medida muy acertada siempre que vaya a tratar de salvar puestos de trabajo".
¿A quién no le parece razonable hacer sacrificios si es para alcanzar un bien aunque sea futuro? Lo malo es que bajar salarios no es sólo un sacrificio para hoy sino un desastre para mañana.
Los economistas norteamericanos Bowles, Gordon y Weisskopf ya nos advirtieron del fracaso de la política económica de derechas en Estados Unidos, a pesar de los esfuerzos de los medios de comunicación y los lobby para convencernos de lo contrario. En su libro “Tras la economía del despilfarro. Una economía democrática para el año 2000”, publicado en España por Alianza Universidad en 1992, afirmaban “… sería necesario aumentar significativamente el valor real del salario mínimo, aplicar enérgicamente las medidas de lucha contra la discriminación e igualar los salarios elevando los más bajo”. ¿Qué lógica encierra esta propuesta? “unos elevados salarios contribuyen al crecimiento de la productividad no solo ofreciendo a los trabajadores una zanahoria, sino también obligando a los empresarios a modernizarse o cerrar
Los argumentos de la CEOE de bajar salarios se enhebra con la baja productividad de la economía española. Pero a esta afirmación podemos responderles con lo escrito por Bowles, Gordon y Weisskopf: “el principal problema de la economía norteamericana no son los trabajadores de baja productividad, sino los puestos de trabajo de baja productividad” y existen y proliferan “porque la abundancia de trabajadores de bajo salarios (a menudo víctimas de la discriminación o incapaces de ejercer sus derechos legales debido a que son inmigrantes) permite a las empresas de baja productividad obtener beneficios” ¿Te suena?
La “revolución” económica de Aznar en los noventa, que Rodríguez Zapatero fue incapaz de corregir a tiempo, lo que llenó España fue de empleos de baja productividad que ofrecían bajos salarios pero que permitía a las empresas beneficios escandalosos.
En estos momentos, bajar salarios en España lo único que serviría sería para mejorar los márgenes de beneficios de las empresas, desincentivando la modernización de nuestro aparato productivo o provocando su cierre para aumentar la inversión donde sí es posible generar empleos de gran productividad. Seguir las recomendaciones de la CEOE significa "premiar" al gestor incompetente frente al empresario responsable, primar a los accionistas avariciosos en contra de los accionistas responsables, y, en definitiva, condenar a nuestro país a un futuro sin futuro.

domingo, 7 de marzo de 2010

¡Viva la Sociedad Civil! Siempre que me convenga, naturalmente….

La crispación que tan buenos resultados le dio al PP de José María Aznar en 1995 y 1996 hizo que la derecha sociológica española, en medio del shock postraumático del 11-M, recuperaran la fórmula para regresar cuanto antes a la Moncloa.
Lo malo fue que si con Felipe González la “estrategia Aznar” obtuvo resultados positivos fue porque entonces y tras 12 años de gobierno, sí existía un claro desgaste de la mayoría parlamentaria.
Pero repetida la misma estrategia en 2004 fue un fracaso. Ni el discurso de la conspiración en el caso del atentado del Al Qaeda (aquello de los lejanos desiertos y las montañas cercanas), ni el “España se rompe” tras el alto el fuego de ETA, ni siquiera “ZP quiere destruir a la familia” tras la reforma de ley que permitió el matrimonio entre dos personas del mismo sexo, consiguió devolver al gobierno a un PP arrastrado por la derecha radical, el cual volvió a perder las elecciones generales de 2008.
La crisis económica, vaticinada por un agorero PP en 2007 cuando el mundo iba viento en popa, preparó la sementera de lo que llegaría después. El miedo, en economía es el mayor arma de destrucción masiva. Los y las españolas, asustadas por meses de funestas admoniciones, cuando llegó el lobo de la crisis entró en un retroceso de consumo sin parangón en el marco de la OCDE. El hundimiento del consumo llevó al aumento vertiginoso del paro que a su vez presionó aun más al retroceso del consumo.
El PP parecía dar saltos de alegría al conseguir llegar a Eldorado de su estrategia. Ahora sí, por fin, la situación se tornaba peligrosa para el gobierno.
Ya entonces sostenía que, en mi opinión, los que menos satisfechos deberían estar eran los empresarios. Para que los negocios funcione lo peor es el miedo. Pero la estrategia de regreso al poder (su sitio natural, piensan) del PP y su derecha sociológica lo único que genera es desconfianza, miedo al presente y al futuro, a la inmigración y a la emigración, a los de dentro y a los de fuera, a los buenos y a los malos.
Y comprendo que los poderes económicos a los que les gustaría el regreso del PP al gobierno de la Nación pero que se espantan por los estragos que está produciendo su estrategia, hayan dado el paso para cambiar el estado social depresivo al que nos ha metido Mariano y los suyos (¿o sería mejor decir “los suyos y Mariano”?) con la iniciativa estosololoarreglamosentretodos.org ¿Cuál ha sido la respuesta del PP y la derecha sociológica? Acusar a famosos 'afines al PSOE' de tapar los errores a Zapatero.
El PP entra en contradicción con sus discursos, que lamentablemente suele coincidir con casi todos los partidos que gobiernan. Afirmar la necesidad de más sociedad civil cuando piensan que con eso desacreditan al gobierno o lo desgasta, y montar en cólera cuando esa sociedad civil no actúan de acuerdo con sus intereses o deseos.
La apuesta del PP de cuanto peor, mejor, posiblemente le traiga buenos réditos electorales. El problema es que nuestra derecha de toda la vida de dios puede terminar gobernando un país autista, moribundo y atenazado. Un país donde los mejores, ante el panorama desolador salgan corriendo, donde los nacionalismos periféricos refuercen sus deseos de separarse del cadáver viviente, y donde la ciudadanía, a fuerza de depresión, sea pasiva. Y con esos mimbres, mal cesto vamos a poder hacer.
Soy optimista patológico (¿un pesimista bien informado?) y se que a España, pese al PP y la derecha radical autoritaria, tiene mucho futuro por delante. Se que al final de mis días viviré en una España mejor. Así que comparto el Manifiesto de “Esto solo lo arreglamos entre todos” que añado por si te interesa:
Llevamos demasiado tiempo viendo en todas partes lo mal que está todo. Es casi lo único que nos cuentan.
Pero la crisis no solo está ahí fuera, también está en nuestras cabezas. Nos ha hecho perder la confianza, nos ha contagiado el pesimismo, el desánimo.
Esto es lo primero que debemos arreglar, queremos recuperar la confianza.
Tenemos motivos para animarnos. En esta web encontrarás muchos.
Historias de gente como tú y como yo, que se han enfrentado al momento, que demuestran que con ilusión, entrega y compromiso se puede conseguir todo.
Gente que cree en sí misma y lo demuestra a diario desafiando la crisis.
Por ejemplo, ¿sabías que cada mes se crean cinco mil empresas en este país? ¿No te parecen cinco mil poderosas razones para creer?
Queremos que conozcas esas historias, que te inspiren, que te animes, que las compartas, que formen parte de las conversaciones y que consigamos que acaben llegando a los medios de comunicación, a los telediarios, a los editoriales, entre las noticias de lo malo y lo peor.
Tenemos que contagiar la confianza de la misma manera que se ha contagiado el pesimismo.
Porque cuando tú, y tú, y tú, y yo, nos convertimos en nosotros, no hay nada que no podamos arreglar.

viernes, 8 de enero de 2010

Tertsch el Reaccionario

El periodista Hermann Tertsch, empleado en TELEMADRID, afirmó hace algunas semanas en su programa lo siguiente: “Y les aseguro que si yo puediera matar a quince o veinte miembros de Al Qaeda por liberar a nuestros tres compatriotas lo haría sin la menor duda”. La frase ha quedado oculta tras la polémica suscitada entre el sr. Tertsch y la cadena LA SEXTA por las parodias realizada en el programa EL INTERMEDIO entorno a su afirmación. Pero realmente la frase merece un estudio pormenorizado.
El ámbito en el cual el periodista Hermann Tertsch expresó dicha frase, un medio público de comunicación y durante un programa de noticias, impide considerarlas como una gracieta. Debemos aceptarla como una expresión firme, consciente y premeditada, que se corresponde realmente con su opinión.
En ella, el sr. Tertsch llega a afirmar que de tener ocasión (Y les aseguro que si yo puediera) llegado el caso (por liberar a nuestros tres compatriotas) no dudaría (lo haría sin la menor duda) en convertirse en un asesino (matar a quince o veinte miembros de Al Qaeda).
A pesar de su indignación por considerar que en el programa EL INTERMEDIO se le acusó cuatro veces de asesino, lo cierto es que el que se define como asesino es el propio Tertsch. La muerte intencionada de una persona en manos de otra, sino es por resolución judicial, es un asesinato. El que ejecuta un asesinato es un asesino. Hermann Tertsch afirmó que si puediera asesinar a quince o veinte personas lo haría, y solo pone una condición, que fuera por liberar a tres compatriotas secuestrados.
Aunque en el fondo debemos considerarlo un exabrupto, ya que viendole la cara nadie es capaz de imaginarse al sr. Tertsch asesinando ni a un mosquito.
¿Pero cual es realmente el pensamiento político del sr. Tertsch? Está claro que un post como éste y un autor como el que escribe, son insuficientes para analizar y produndizar en su pensamiento político, por falta de espacio por un lado, y falta de competencia por otro ya que no soy un compedio de filósofo, politólogo, antropólogo y psiquiatra como requeriría el caso.
Pero en el ABC de hoy tenemos una muestra del mismo, cuya lectura recomiendo encarecidamente. Citando a Bolz y Broder en un artículo de opinión, clama, entre otras cuestiones, contra el “pensamiento débil” que considera que debemos ser forzados a la igualdad por el bien de una sociedad supuestamente homogénea y sentimentalmente satisfecha con los dogmas de la religión del igualitarismo.
Primero parte de un hipótesis que con buen criterio “científico” considera innecesario comprobar: que la izquierda ha apostado por el igualitarismo como ideología. Luego, dan contenido a esa supuesta ideología, que en este caso es la que “que obliga a sus miembros desde la infancia a adaptarse al nivel del peor”.
“Pensamiento Blandy Bloo” lo llama mi docto maestro. El igualitarismo no es la ideología de la izquierda. El igualitarismo es una estrategia para promover las condiciones sociales necesarias para que todos tengamos realmente las mismas posibilidades. Es cierto que, por ejemplo en la educación, una insuficiente financiación impide a los centros educativos a ofrecer una educación a medida de cada uno de sus miembros. Pero el error no es pretender compensar las carencias del más desfavorecido, sino la falta de recursos en una “dictadura” de la bajada de impuestos.
El sr. Tertsch sigue desnudándose ya que afirma que uno de los mayores males del igualitarismo es “Porque estrangula la formación de elites y así la movilización de la sociedad en el progreso real” ¡Toma, toma, toma!, como diría Borja. Está claro que la apuesta del sr. Tertcsh es por las élites de toda la vida de dios. Por aquello de San Agustín, imagino, que el poder viene siempre de lo alto.
Pero debemos aceptar que el sr. Tertsch es también un humorista genial, ya que en este artículo afirma que “Ni puede equipararse a la cultura democrática occidental, que surge de la idea cristiana de que toda vida humana es un valor supremo” ¡el mismo que está dispuesto a matar a quince o veinte miembros de Al Qaeda! ¡Ay, señor, pero cuanto sentido del humor tiene este muchacho!
Aunque la afirmación que más me ha sorprendido, divertido, preocupado y aclarado es la siguiente: “Pero ya sabemos que éste [Tocqueville] era un puñetero aristócrata francés que merece estar más olvidado aún que Montesquieu”. ¡Arrea!, si quitamos a Montesquieu y a Tocqueville de en medio lo que nos da es el regreso al Antiguo Régimen. Es decir, el regreso ideológico al Imperio, los Reyes Católicos, el ¡Santiago y cierra España!. ¿Les suena? Hace cien años lo denominaban pensamiento reaccionario. Hace cincuenta, pensamiento fascista.

lunes, 19 de octubre de 2009

El vínculo que llegó del frío

Un día, las y los españoles nos levantamos y nos enteramos que teníamos un vínculo muy especial, con nombre de anticiclón o borrasca. Un vínculo que apareció de la nada, pero sobre el que hablaban personas muy serias, con gestos muy serios. Me tengo por una persona documentada (leo revistas de historia contemporánea desde los 8 años, y la prensa diaria y semanarios desde los 13, 14 años ¡incluida la revista Época!) y hasta que llegó el sr. Aznar al gobierno de la Nación no me enteré que la sociedad española teníamos eso del “vínculo transatlántico”. Al principio pensaba que era algo así como la virginidad de una adolescente, porque siempre que algún intelectual de derechas verbalizaba el término iba asociado a otros como respeto, fortalecimiento, conservación, etc.
Pero no, no hacía referencia a la virtud de ninguna vestal, sino que era algo así como una lealtad que debíamos a los Estados Unidos por habernos salvado de comunismo.
Para los que como a mí en su momento, eso del “vínculo transatlántico” le suene a chino, les recomiendo el artículo de Jesús R. Bacas Fernández que con el título “Fundamentos históricos del vínculo transatlántico. Desde la firma del tratado de Washington hasta la caída del Muro de Berlín” fue publicado a mediados de la década en el número 72 de las Monografías del CESEDEN (Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional) dependiente del Ministerio de Defensa.
Pero en este post no reflexionaré sobre el dichoso vínculo sino como, al modo de la fe del converso, el “vínculo transatlántico” parece haber poseído a la derecha más viajada e invitada a los Think Tanks conservadores.
Comprendo que tras la muerte del dictador, nuestra derecha franquista devenida a derecha democrática se encontraba huérfana de padres con cierto pedigrí intelectual democrático y en cambio sobrada de abuelos y tíos intelectualmente fascistas como Ramiro de Maeztu, Dionisio Ridruejo y algunos más. Cuando José María Aznar llegó a la presidencia del PP, toda una pléyade de neoconservadores, neodemócratas y neoliberales visitaron en masa los laboratorios de ideas del Reino Unido y los Estados Unidos, buscando aire fresco de intelectualidad demócrata-conservadora que en la tradición hispánica no encontraban.
Y entonces se produjo el milagro: descubrieron que la solución para sus fantasmas filofascistas pasaba por dejar en blanco la historia española desde el desastre de Cuba y, a modo de patchwork, coserla a la historia anglosajona. Por eso, en el discurso de nuestros intelectuales de derechas la casi totalidad del siglo XX se ha evaporado. Deja de existir la derrota de 1898 cuando Estados Unidos de América aprovechó la debilidad de la Restauración para consolidarse como potencia mundial montando el numerito del Maine; ni queda rastro el odio africano, y nunca mejor dicho, de los militares africanistas hacia la gran república de Norteamérica no solo por despojarnos de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, no solo por hundir la flota del Almirante Cervera, sino también por la humillación de firmar el Tratado de París ante la amenaza de ocupar Canarias, Cádiz y Ceuta (por cierto, el faro metálico de la isla de San Sebastián en Cádiz, sustituyó a uno de obra derribado en 1898 ante este temor).
En la mente de nuestros neos se esfuma el odio numantino del General Primo de Rivera contra las multinacionales norteamericanas del petróleo a las que acusaba de haber provocado su derrocamiento tras crear la Compañía Arrendataria del Monopolio del Petróleo S.A. (CAMPSA) en los años 20, odio que por cierto heredó su hijo José Antonio Primo de Rivera.
En la mente de nuestros neos desaparece igualmente el bloqueo de las democracias occidentales al régimen de Franco tras el fin de la II Guerra Mundial, la humillación de ver pasar de largo el Plan Marshall, y el ninguneo de Hassan II con el apoyo de los norteamericanos en el postrer desastre colonial del Sahara en 1975.
En la mente de nuestros neos, el antisemitismo franquista se disuelve como un azucarillo en la labor denodada de unos cuantos diplomáticos del régimen que se arriesgaron al salvar a miles de judíos utilizando una ley de tiempos de Alfonso XIII. Esta meritoria labor humanitaria de un puñado de buenas personas ha permitido transformar al Franco paladín panarabista, que nunca reconoció al Estado de Israel, en un sionista de pro. Y de paso transformar, sin sentimiento del ridículo, a nuestros intelectuales y políticos conservadores y antisionista en defensores de la causa sionista, tal y como se les exige desde los ámbitos conservadores anglosajones. Ejemplo reciente lo tenemos en Cesar Augusto Asensio, antisionista manifiesto en 1979 y hoy profundamente prosionista. Este in albis mental les permite la osadía de acusar de antisionismo a la izquierda socialista española, a pesar de que el PSOE es un socio histórico del Partido Laborista israelí en la Internacional Socialista.
En la mente de nuestros neos, todo eso desapareció, y emergió, como una luz pura, cristalina y diáfana, el vínculo transatlántico, que hay que mantener cual llama sagrada del Olimpo.
¿Pero de que nos están hablando estos neos? El vínculo transatlántico hunde sus raíces en la liberación del fascismo en Europa en 1945, y por lo que yo se, FAES mediante, el fascismo hispano se prolongó hasta 1978. El vínculo transatlántico florece por la amenaza del comunismo hacia las democracias de Europa tras la segunda guerra, pero ni la España de la época era democrática ni los comunistas nos amenazaban de nada (aún recuerdo un planito de los años 70 en el que se cuantificaba el tiempo que tardarían en llegar los tanques soviéticos a cada uno de los países de Europa; en nuestro caso la flechita pasaba sobre nuestras cabezas hasta señalar Gibraltar, lo único que le interesaba ocupar a los rusos y lo único que le interesaba defender a la OTAN).
A lo más que puede la derecha española agarrarse es al “lacito transatlántico” de los acuerdos firmados entre Estados Unidos y España en 1953, que supuso la salvación in extremis del régimen franquista y comida para millones de españoles (que no fue poco), pero que significó una patada más en el orgullo de la derecha española. El vínculo transatlántico comienza para España tras su ingreso en la OTAN, cuando ya nos habíamos liberado nosotros mismos del fascio y la URSS era ya solo una amenaza para sí misma.
Si fuéramos ingleses, franceses, alemanes o italianos, sería de bien nacido sentir respeto intelectual e incluso emocional por el vínculo transatlántico. Pero resulta que somos españoles, aquellos españoles que tuvieron que aguantar casi cuarenta años de dictadura franquista porque los Estados Unidos de América en vez de liberarnos en 1945 del yugo fascista lo dejaron sobrevivir treinta años más al llegar a la conclusión que Franco solo era perjudicial para los propios españoles.
Comprendo la orfandad intelectual de la derecha española y la mala conciencia que les produce su pasado franquista. Pero falsificar la historia, hacerla desaparecer y santificar un vínculo completamente extraño para la realidad española es, como ya se dijo, peor que un error: es una estupidez.

viernes, 31 de julio de 2009

Lecturas del CIS

La publicación reciente del Avance de Resultados del Barómetro del CIS, correspondiente a julio de 2009, ha provocado la inevitable reacción en los medios de comunicación que ha ido, por hacernos una idea, del titular de PUBLICOEl PP saca 1,2 puntos al PSOE, según el CIS” al “Cospedal dice que Rajoy es víctima del "sesgo escandaloso" del CIS” de LIBERTAD DIGITAL pasando por “El CIS da al PP una ventaja de más de un punto sobre el PSOE” de EL PAIS.
Pero más allá de estos análisis, y todos los que puedan (o podamos) hacer los asesores aúlicos, merece la pena echarle un vistado al texto del Centro de Investigaciones Sociológicas. Habiéndolo hecho con detenimiento, y no siendo un experto estadístico, si he localizado algunos datos que me han llamado la atención.
Los que hoy quiero compartir contigo son los que corresponde a la respuesta a la pregunta 9, que dice: ¿Cómo se definiría Ud. en política según la siguiente clasificación?. Se trata de una pregunta multirrespuesta que permite hasta dos respuestas. Pues bien, la primera respuesta de los consultados se declaraban conservadores el 12.6%, liberales el 12.9%, socialdemócratas el 7.5% y socialistas el 20.4%.
Sorprende por una parte, que un número tan amplio de ciudadanos que se autodefinen socialista, que suman casi el doble del siguiente grupo, los liberales. Por otra, resulta que en la supuesta católica España, son más los que se autoreconocen como liberales que los que lo hacen como conservadores.
Pero lo que sin duda destaca sobre cualquier otras distinción es que socialistas, liberales y socialdemócratas, eso que podría denominarse incierto centro, suponen casi el 40% del electorado.
Soy consciente que al tratarse de algo tan abstracto como es la posición ideológica, no hablamos de límites infranqueables, incluso puede tratarse de posicionamientos ambiguos. La política reaccionaria de vender como liberal lo que es ultraconservador, que sigue a pies y juntillas Jiménez Losantos o Esperanza Arguirre, puede llevar a muchos conservadores a recocerse como liberales cuando son todo lo contrario. O socialista no significa que sea seguidor del PSOE y puede encontrarse en un punto bastante alejado a la izquierda.
No creo en el binomio derecha-izquierda. Se trata sin duda de una simplificación del espectro ideológico muy eficaz (como todas las simplificaciones) pero que genera gran confusión cuando no el error en la percepción de la realidad. Prefiero el sistema triangular de la pirámide. Como se ve en la imagen, en cada vértice de la misma se sitúan las tres grandes corrientes ideológicas de la época contemporánea en occidente: el conservadurismo, el liberalismo y el marxismo. Como convinación de ellas, surgen otras tres grandes ideologías de la contemporaneidad: el neoliberalismo, la socialdemocracia y el fascismo.

Con esta representación iconográfica, es mucho más sencillo ubicarse ideológicamente. Así, tenemos claro que en lo moral, los seudoliberales encabezados por la presidenta de Madrid se sitúan en la cara izquerda de la pirámide, muy cerca de su base, aunque en lo económico puede situarse hacia la mitad. El mundo aberztale, por ejemplo, ocupa un espacio entre el conservadurismo y el marxismo, el mismo que en el pasado ocupaba el fascismo. Al contrario, el PSOE se sitúa en la cara derecha de la pirámide, en lo moral muy cerca del vértice superior, en lo económico hacia la mitad de la cara.
Existe un debate que surge aquí y allá sobre la posibilidad de ser socialista y liberal. Muchos en el PSOE seguimos la máxima de Indalcecio Prieto, cuando afirmaba que él era socialista a fuer de liberal. Esta posibilidad pone de los nervios a los falsos liberales, que han encontrado en esta venerable ideología una amplia manta para ocultar sus miserias reaccionarias, y no quieren que los socialista, al reivindicar con los hechos su liberalismo (el derecho a tener derechos, de Rodríguez Zapatero), terminen dejándoles las miserias al aire.
La aparente obsesión por la seguridad y el reforzamiento de las penas muestran que cualquier liberalismo por parte de dicha formación es pura fachada. Tan solo hay que recordar las palabras de un anciano lord británico liberal, que afirmó a principios del siglo XIX que prefería morir en una calle de Londres que vivir en la Francia de Fouché, ministro de la policía famoso por su sistema de espionaje que llegaba desde cualquier rincón del reino o imperio galo hasta las testas coronadas de Napoleón y Luis XVIII. Un verdadero liberal prefiere el riesgo que conlleva el ejercicio de la libertad que la seguridad de un estado controlador.
Si el 40% de la población se autodefine como socialista, liberal y socialdemócrata, y el PSOE es capaz de mostrar sin rubor su orientación socialdemocrática, el mejor retoño del liberalismo y el marxismo, no hay duda que el socialismo español seguirá siendo una fuerza social hegemónica en las próximas décadas.

domingo, 28 de junio de 2009

Los falsos profetas del Orgullo Gay

A las falsas profecías le salen a menudo falsos profetas. Recientemente, uno de los grandes “profetas” del gayland madrileño se empeñaba en establecer una analogía entre estar en contra del “orgullo” gay y ser de derechas, aprovechando que en Sevilla el PP ha intentado sacar ganancias en río revuelto.

Pero como la realidad es tozuda, y no todo el mundo se maravilla ante los oropeles que despliega el gayempresariado que para hacer caja es capaz de vender como progresista la estrategia empresarial de mister Rockefeller, hay muchos organizaciones tanto GLBT como sociales y políticas que se muestran en contra de la franquicia del orgullo por todo el país.

Así, en Barcelona también una parte significativa del movimiento organizado, y no precisamente de derechas o conservador, se ha mostrado en contra de la exportación de la marca madrileña, lo que entre otras cosas, ha supuesto la celebración de dos actos en el día de ayer.

EL PAIS lo recoge así:

El Día del Orgullo Gay, dividido en Barcelona

BERTRÁN CAZORLA - Barcelona - 28/06/2009

Las calles del centro de Barcelona se volvieron a convertir ayer en una fiesta al paso de la tradicional manifestación del orgullo gay y lésbico. Los partidos políticos y asociaciones de activistas homosexuales que participaron en la marcha, sin embargo, echaban en falta la unidad de años pasados. Y es que a este acto reivindicativo, heredero de la primera marcha de gays españoles que, en 1977, destaparon sus anhelos de libertad en la Ciudad Condal, le ha salido un competidor: esta tarde, Barcelona vivirá por primera vez un desfile con menos pancartas y más carrozas, más festivo que el acto de ayer y, según criticaban muchos manifestantes, más comercial.

"Ha de ser posible salir todos juntos a la calle", decía ayer el histórico activista gay Armand de Fluvià al frente de la manifestación. Representantes de Esquerra Unida, Iniciativa y Esquerra Republicana, que también acudieron al acto, insistieron igualmente en tratar de recuperar el año que viene la unidad perdida.

Los integrantes de asociaciones de activistas homosexuales presentes en la marcha eran algo más críticos. "Nuestra sexualidad no está en venta", gritaban los manifestantes de la Plataforma Revolucionaria Antipatriarcal. Una de las integrantes de este grupo independentista aseguraba que el desfile de hoy "está convocado por el capitalismo rosa". "Esta mercantilización nos perjudica, crea estereotipos", añadía Laura Palomer, del colectivo Sinvergüenza, que decía que este año han tenido más problemas para dar a conocer la marcha porque muchas personas la confundían con el desfile de hoy.

Estoy convencido que muchas buenas personas de izquierda, honestas, han creído que lo que se llama “el orgullo”, es decir la pseudomanifestaciones con carrozas y conciertos, ayudan a la visibilidad. Pero lamento tener que afirmar que están completamente equivocadas: lo que están apoyando es una ideología profundamente injusta, discriminatoria y disgregadora.

sábado, 20 de junio de 2009

Cuando no todo lo gay es guay


Publicado en la sección de opinión del DIARIO DE SEVILLA del 20 de junio de 2009.

Pablo Morterero: UN cierto progresismo mal entendido, e incluso una secular mala conciencia, está llevando a muchas buenas personas de izquierda a aprobar con entusiasmo cualquier iniciativa que en el ámbito de la defensa de los derechos GLBT (gays, lesbianas, bisexuales, transexuales) se plantean en la actualidad. Pero no todo lo que se etiqueta bajo dichas siglas nos lleva al mismo puerto.

Dentro del movimiento homosexual, bisexual y transexual existen dos modelos reivindicativos, bastante semejantes por otra parte a los generados dentro del movimiento feminista o de personas sordas: aquel que prescribe la diferenciación de las personas homosexuales sobre el resto, y por ello la necesidad de fomentar la autosegregación, o la que promueve la normalización del hecho homosexual en el ámbito natural de cada persona homosexual.

El modelo anglosajón, denominado comunitarismo, apuesta por la primera opción, la de mayor calado mercantilista, ya que si las empresas del sector convencen a un número significativo de gays de su diferencia podrá construir un target rentable para colocar productos específicos. De ahí no sólo las empresas de ocio gay, sino de servicios (hoteles, agencias de viajes e incluso de servicios al hogar), partidos políticos y sindicatos gays, o barrios como Chueca, destino ideal para muchos gays de todo el país pero prohibitivo por sus precios para la gran mayoría.

El modelo continental europeo, más en línea con los modelos socialdemócratas, es la opción de otra parte de la reinvindicación GLBT. Mucho más político, el llamado modelo igualitarista no pretende la segregación sino la normalización del hecho homosexual en el entorno natural de la persona homosexual: su familia, su barrio, su ciudad. Es decir, que la vida cotidiana de cualquier persona no se vea afectada por algo tan intrascendente como es que su orientación sexual sea diferente de la mayoría de su círculo. Esta formulación difumina el perfil gay del consumidor y lo iguala, valga la redundancia, a los de sus iguales naturales.

El paradigma del modelo comunitarista es el llamado "orgullo" (una desafortunada traducción al castellano del ingles pride) y que entremezcla interesadamente reivindicación, fiesta y consumo. Una muestra clara de ello es el patrocinio por parte de empresas comerciales de todas las actividades de la Marcha del Orgullo. ¿Se imagina, querido lectora o lector, que en la cartelería y pasquines del primero de mayo o del Día contra la Violencia de Género se incluya publicidad de grandes almacenes, cadenas de restauración, sex shops, etcétera?

Cada persona o colectivo es libre de defender sus derechos o luchar por sus aspiraciones por cualquier medio o estrategia, siempre que se realicen dentro de la ley. Por ello, no es cuestionable la decisión de aquellos homosexuales, bisexuales y transexuales que piensen que el comunitarismo es la estrategia que mejor defiende sus intereses.

Lo cuestionable es intentar hacer pasar por progresista o de izquierda lo que no lo es. E incluso peor, venderlo como tal lo que es una estrategia claramente contraria a los valores que tradicionalmente ha defendido la izquierda en Europa. Por ello, miles de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales de Andalucía no nos sentimos identificados en absoluto con iniciativas como las marchas del orgullo cuyo fin último, bajo una apariencia reivindicativa, es convertirnos en consumidores y no en ciudadanos, segregarnos de nuestro entorno natural y convencernos de que las personas heterosexuales son homófobas por naturaleza.