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jueves, 31 de enero de 2013

Las vírgenes de Zoido.


Ha tardado casi dos años, pero por fin sabemos cual es el proyecto de Juan Ignacio Zoido para la ciudad de Sevilla. El proyecto del bipartito PSOE-IU que gobernó la ciudad a lo largo de casi una década estaba claro, blanco sobre negro, en el Plan General de Ordenación Urbana de Sevilla, dirigido por el prestigioso urbanista Fustiguera. Un PGOU cuya ejecución está provocando un rosario de premios y menciones como la reciente de la Unión Europea por el impulso que significó en la movilidad de la ciudad los carriles-bici.
       
Sobre el destino que Zoido tenía en la cabeza para Sevilla era todo un misterio, pero al fin se ha corrido el velo y podemos verlo. Y olerlo.
           
Porque resulta que la Sevilla ideal de nuestro alcalde es la del siglo XVII, la de las vírgenes de Zurbarán y las inmundicias por las calles, esas calles llenas de basuras y desechos que llevó al ayuntamiento de la ciudad a pintar cruces en las calles más inmundas con la intención que el sagrado símbolo disuadiera a los vecinos, como ocurrió en 1601, cuando el Cabildo acordó que se pinten de cruces la calle que va de San Juan de la Palma a San Andrés, y en la calle Imperial los muros de San Leandro.
             
Claro que como no era cuestión de pasear las basuras por la capital del Reino, Zoido ha ido a presentar a Madrid la magna exposición titulada Santas de Zurbarán: Devoción y Persuasión con la intención de convertir a Sevilla en un emporio cultural. Provoca ternura la ignorancia de nuestro munícipe, pero alguien debería recordarle que las tendencias más actuales del mundo mundial no van precisamente en la línea del maestro de Fuente de Cantos. Menos mal que en Sevilla alguien piensa, y el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo nos ha traído, se ha inaugurado hoy, la primera exposición del artista chino Ai Weiwei que se realiza en España. Eso sí que es crear un emporio cultural, pero en fin…
           
Y mientras el regidor se pasea por los Madriles con sus santas de los brazos (¿alguien ha notado el parecido de Zoido con don Hilarión de La Verbena de la Paloma?) en Sevilla sigue el proceso de convertir la capital de Andalucía en la ciudad del Siglo de Oro con la inestimable colaboración de los y las trabajadoras de LIPASAM, a los cuales el regalo les va a salir por un ojo, en cuanto miss Fley empiece a recortarles de las nóminas los días de huelga.
           
Y vista la capacidad de gestión y búsqueda de soluciones del equipo de los 20 (sí, sí, concejales, no el número de sobres que andan repartidos por ahí) les propongo gratis una brillante idea: que manden pintar cruces por todas las calles como en 1601. No dejaremos de arrojar basuras a las calles, pero las vírgenes de Zurbarán se sentirán como en casa. Y Zoido, también.

domingo, 28 de octubre de 2012

Las deshoras de Juan Ignacio Zoido

¡Qué le vamos a hacer! A Juan Ignacio Zoido, la alcaldía de Sevilla le ha venido grande. Tan grande como su frustración, ya que el muchacho ha puesto tanto empeño en la tarea que ahora debe ser terrible que todo el mundo vea sus vergüenzas al aire.
        
Y no porque yo lo diga (ni porque yo lo valga), sino porque voces más autorizadas que la mía empiezan a poner por escrito lo que vengo sosteniendo en los últimos meses: que en menos de un año y medio Zoido ya demostrado que será un pésimo alcalde de Sevilla.
      
Comprendo que los veinte concejales y los aplausos del Corpus le llevara a sentirse flotar a la altura del giraldillo, con toda Sevilla a sus pies. Pero en ese momento debería haber recordado la anécdota, posiblemente falsa pero reiterada desde hace más de cien años, de Alfonso XII a su entrada en Madrid como nuevo rey. Ante el entusiasmo de las masas, el jovencísimo Alfonso exclamó ¡como me aplauden! Dicen que un muchacho que había cerca le respondió: ¡Pues esto no es nada, majestad! ¡Debía habernos escuchado cuando echamos a la puta de su madre! Se trata, sin duda, de esos atávicos sentimientos patrios que aún no hemos podido desterrar, y que nuestras élites sevillanas tienen por esencia: derribar tan rápido como encumbramos.
  
El sueño hispalense de Zoido, (que sin duda se soñó un Trajano, un Adriano), era sintonizar Sevilla con la historia, y de ahí su símil relojero: haré que Sevilla funcione como un reloj suizo.
   
Y lo que son las cosas, habría sido mucho más realista si hubiera exclamado como aquel cabildo catedralicio: ¡Ganemos unas elecciones de tal manera, que las generaciones venideras tomen a los sevillanos por locos!
    
Porque hasta observadores tan sobrios como Carlos Marmol, subdirector de Diario de Sevilla, no cejan de escandalizarse de la incapacidad de Zoido para la alcaldía. ¡Anda que no se habrá quedado a gusto Marmol, cuando ha publicado hoy en su columna La Noria: al gobierno del PP le ocurre lo mismo. Ni es infalible, ni perfecto, ni intocable. Más bien parece un perfecto desastre!

miércoles, 5 de septiembre de 2012

“Herencia” a título de inventario

Artículo publicado en la web socialistasdesanjeronimo.blogspot.com

Ahora que la derecha social, mediática y política sevillana anda justificando la incapacidad de gestión de Juan Ignacio Zoido con alusiones a la “herencia” recibida, es el momento de hacer inventario de la misma, no tanto para estudiar la posibilidad de aceptar o no la misma, sino para comprender si dicha justificación tiene base o no.
 
Una de las fortalezas de la gestión del compañero Alfredo Sánchez Monteseirín fue que todas las actuaciones se hicieron conforme a un proyecto de ciudad que se reflejó en el último Plan de Ordenación Urbana (PGOU) de Sevilla. Como nos informó el compañero Emilio Carrillo hace unos años en un seminario sobre urbanismo celebrado en la Agrupación de San Jerónimo, se apostó por una ciudad que no creciera más allá de los setecientos mil habitantes, para potenciar los aspectos más habitables de la misma. En este sentido, de cada cuatro metros cuadrado nuevos contemplados en el actual PGOU, dos iban a zona verde, uno a zona industrial y el metro cuadrado restante a suelo residencial. Ello suponía trabajar para una ciudad a escala humana, lejos del “gigantismo” del urbanismo de derechas, “centrado” exclusivamente en maximizar el beneficio de los operadores inmobiliarios.

En esta línea, durante los últimos doce años socialistas se apostó por acciones de integración que evitara la gentrificación (expulsión de los habitantes de una zona deteriorada y sustituidos por las clases medias) de nuestros barrios. En el centro de la ciudad, la zona más golosa para la especulación urbana, el gobierno socialista promovió viviendas de VPO (tanto en nueva obra como en rehabilitación de edificios antiguos), se subvencionaron la rehabilitación de los edificios de renta antigua que mantuvieran a sus vecinos originales, se construyeron viviendas de alquiler para familias de bajos ingresos, se construyeron viviendas para artesanos, etc.
 
En San Jerónimo, un barrio especialmente proclive a sufrir un proceso de gentrificación por su magnífica ubicación (cerca del centro pero en medio de la naturaleza) dicho proceso fue “parado” por una activa política de viviendas de VPO que crearon zonas como San Jerónimo-Alamillo.

También el PGOU apostó por un transporte sostenible e integrador, y por ello se construyeron más de cincuenta kilómetros de carriles bicis, se promovieron transportes de baja contaminación (como el metro y el tranvía), y se crearon nuevas líneas de autobuses urbanos.

De igualmente, la política descentralizadora de equipamientos mantuvo una política inclusiva en el conjunto de la ciudad. Un claro ejemplo lo tenemos en la construcción y promoción de nuevos espacios escénicos. Si tradicionalmente la construcción de los teatros se realizaban en las zonas más céntricas de las ciudades, durante el último gobierno socialista se llevaron a cabo en barrios obreros como Pino Montano (TNT), Cerro del Águila (Teatro Salvador Távora y Sala Flig), etc. Así, San Jerónimo vio levantarse en estos años el nuevo centro cívico, el hotel de entidades, la piscina municipal, el nuevo instituto, etc.

La apuesta de nuevo suelo industrial, organozado en "cluster", es decir en zonas donde se concentren diferentes empresas de un mismo sector, dió lugar a las "ciudades" industriales, como la de la imagen, que se está construyendo en El Higuerón (San Jerónimo), y donde se concentrarán desde los medios públicos de RTVA (Canal Sur TV y Radio), productoras de televisión, etc., junto a nuevo equipamieno comercial (con un cine al aire libre) y nuevas zonas verdes.

Por último, la apuesta por las zonas verdes del PGOU (la mitad del nuevo suelo) se tradujo en San Jerónimo en la restauración de la rivera del Guadalquivir, entre el puente del Alamillo y el parque de San Jerónimo, que ha insertado a nuestros barrios en medio de un vergel.

Esta magnífica política urbanística, de equipamiento, movilidad y zonas verdes, podría contar con el hándicap de la deuda asumida. Pues bien, todo lo hecho en Sevilla se ha traducido en que nuestra ciudad tenga la deuda más baja de las grandes ciudades de España, tanto en global como por habitante, mucho más bajas de ciudades similares como Málaga y Valencia, gobernadas por el PP.

Por todo ello, el machaconeo de la derecha mediática, política y social sevillana de justificar lo injustificable en base a la “herencia” recibida es completamente falso. Juan Ignacio Zoido ha recibido una ciudad moderna y bien equipada, con una baja deuda per cápita, y una hoja de ruta fruto de un amplio debate social.

Durante la presentación de su candidatura a la alcaldía, realizada en la Casa del Pueblo de San Jerónimo en 2011, el compañero Juan Espadas aceptaba que esta legislatura no era la de las grandes obras sino la de las pequeñas soluciones, la eficacia y el rigor.

Por eso, a Zoido no se le exige la programación y ejecución de grandes equipamiento, la crisis lo impide, pero sí que gestione con claridad, equidad y eficiencia. Pero la gestión del alcalde y presidente del PP-A está llena de confusión, de discriminaciones entre barrios, de falta de ideas, sólo centrado en contentar a todos aquellos sectores ciudadanos que le hicieron la campaña electoral en los últimos cuatro años: asociaciones de comerciantes, constructores, hermandades, medios de comunicación, etc.

Por eso, los socialistas, con o sin carnet, nos podemos sentir orgullosos de la “herencia” dejada a la ciudad tras doce años de gestión. Y sabemos que al contrario que Zoido, el compañero Juan Espadas sí sabría gestionar tan magnífica “herencia”.

miércoles, 20 de junio de 2012

El día que Zoido sufrió un brote de homofobia en el ojo

Saben los que me conocen que nunca he sido muy de eso que llamo “patriotismo textil” y musical. Las banderas, cualquiera, no me conmueven ni exaltan mis instintos territoriales. Cierto es que a algunas les tengo más cariño que a otras, pero nada de un amor arrebatado y transido de emociones patrias. Me conmueve más, pero mucho más, un paisaje serrano, un acto de heroica valentía o la Organización Nacional de Transplante, por poner ejemplos varios.
 
Por ello, el hecho de que el ayuntamiento de Sevilla se niegue a que la bandera arco-iris luzca en la fachada neoclásica de las Casas Consistoriales el día 28 de junio (que muchos llaman del “orgullo gay” y que yo prefiero denominar “día de los derechos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales”), tampoco lo vivo como una agresión, un insulto o un desaire del presidente de la corporación local, sr. Zoido.

Si me parece, en cambio, un desatino, un desafuero y una estupidez, que la mayoría municipal haya permitido en los últimos años que luzca la bandera de la Inmaculada y del pueblo gitano en la fachada noble de Plaza Nueva, y se niegue ahora, de nuevo, a que flamee la bandera de los seis colores.

Al igual que los caminos del Señor son inescrutables, los de la intolerancia, el totalitarismo y la homofobia sigue su curso como el Guadiana, y me temo que el sr. Zoido ha sufrido de nuevo un espantoso brote de homofobia en el ojo, ese órgano que ciego evita que sienta el corazón.

La lucha por la igualdad, no obstante, no depende de un trapo, sino de un papel, el de los derechos, el de las libertades y el que cada uno de los gays, las lesbianas, los bisexuales y los transexuales seamos capaces de vivir día a día, cotidianamente.

Una vez alcanzada la plena igualdad jurídica y conseguida una cierta "normalidad" social de la homosexualidad, la bisexualidad y al transexualidad, la población GLBT debemos no enquistarnos en nuestra "diferencia". Hace unos días, un buen amigo, Miguel P.M., escribió en facebook un comentario a vuelapluma y que sin embargo debería grabarse con letras de oro en nuestras almas: Más peligroso que un gay casado, es una mujer libre.

Exigir nuestros derechos, ejercerlos en el día a día, vivirlos con naturalidad a pesar de que algunos de nuestro entorno les cueste trabajo asumirlo, es un noble empeño que dignifica nuestra existencia. Pero no debemos vivir el rechazo de la derecha patria, tosca, cetrina, retorcida, rencorosa, como una afrenta, sólo como otra estupidez más.

El primer ministro británico, sr. Cameron, afirmó recientemente: “Yo no apoyo el matrimonio homosexual a pesar de ser conservador. Lo apoyo porque soy conservador". La derecha inglesa, siempre “avant-la-lettre”, ha llegado a la conclusión lógica que a nuestra derecha carpetovetónica resabiada y vengativa le es incapaz de alcanzar, por el insuperable lastre de la moral católica romana: el matrimonio, como institución conservadora que es, se fortalece cuando se amplia para dos personas del mismo sexo, y no al contrario.

El hecho revolucionario, rupturistas, trasgresor, es que las mujeres, todas las mujeres, se igualen en derechos y obligaciones a los hombres, a todos los hombres, en cualquier ámbito, también en el de la pareja, la casa y la familia.
 
La idiota negativa del sr. Zoido es un simple brote de homofobia en el ojo. La mafia machista sevillana que extiende sus raíces por toda la sociedad, cohesionando en su acción reaccionaria al mundo jurídico, de hermandades, político, etc. para machacar a las mujeres, sí es el cáncer que nos debería preocupar extirpar.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Humor sevillano

Andan muy satisfechos estos días en el ayuntamiento de Sevilla por la gran difusión del video promocional realizado por el promotor turístico municipal con ocasión de las fiestas del solsticio de invierno, que el cristianismo convirtió en la natividad de Cristo. Se puede visionar cliqueando aquí, pero si te quieres ahorrar, amable lector o lectora, su visionado, sucintamente se puede describir como el cartel promocional de Lunes al Sol en movimiento, con reyes magos en vez de obreros en paro, y con el fondo de la catedral de Sevilla en vez de la bahía norteña de la película de León de Aranoa, y con un ojú y un arsa que es pa mearte… si aún te quedan gotas después de verlo, naturalmente.

Tras las críticas de IU y PSOE y la censura de algunas de las plumas periodísticas más brillantes de Sevilla, el concejal del ramo, Gregorio Serrano sacó pecho y según Diario de Sevilla, se mostró ayer encantado por la polémica que ha suscitado el vídeo, lo que se habría traducido en una "enorme difusión" en todo el territorio nacional. Serrano, uno de los 20 concejales que le sobran a Zoido para gobernar la ciudad, es, contra lo que podría pensarse, una de las mentes más brillantes con las que cuenta el alcalde-juez. Y su alegría queda a la altura de su intelecto. Alguien con más ascendencia que yo debería explicarle a Gregorio que en internet audiencia no significa necesariamente aprobación, y que los videos más visto de Youtube suelen ser los que cualquier persona de mediano gusto rechazaría. De hecho, de los diez videos más visto en Youtube en 2011, tres son de Justin Bieber, dos Eminem, y el resto se reparten entre Shakira, Jennifer Lopez, Lady Gaga, el niño que mete el dedo en la nariz de su hermano y un parto en directo, ganando Bieber por goleada con 649.623.894 vistas, muy lejos de las 10.000 de las que se jacta Gregorio. Y que quede claro que yo personalmente prefiero cualquiera de esos diez antes de los que aparecen Zoido, Gregorio y sus muchachotes.

Sinceramente no creo que el video de marras haya tenido un impacto relevante entre el mercado turístico potencial de Sevilla, especialmente el que ha salvado las cuentas a hoteles y restaurantes este año como son los turistas extranjeros que han supuesto más de la mitad de pernoctaciones. Si se demostrara que gracias al mismo se han llenado nuestros hoteles de turistas rusos, alemanes, norteamericanos, ingleses, italianos, etc. posiblemente nos obligaría a tragarnos el orgullo de sevillanos y andaluces, y, por el bienestar de los miles de trabajadoras y trabajadores del sector, deberíamos darlo por bueno. Pero mucho me temo que las 10.000 visitas corresponden a 10.000 sevillanos y sevillanas que han querido verlo de primera mano.

El problema de los neoconservadores sevillanos que llenan los despachos del ayuntamiento de Sevilla es que su percepción de la propia ciudad es esa. Un ejemplo más lo tenemos con el cartel de la Copa Davis. El ayuntamiento remitió varias propuestas a los organizadores y éstos eligieron un remake de la mujer negra vestida de gitana de color rojo con abanico, pero esta vez con raqueta de tenis y lunares patrióticos. Y si este fue el elegido por ser el mejor ¡imaginémonos como eran el resto! No quiero pensar que entre las propuestas hubiera una en la que en vez de una mujer ¡era el propio Zoido vestido de gitana y con la raqueta en la mano! Algo así como la imagen que nos mostró el alcalde en el Estadio Olímpico.

Lo que ignoro es si las élites económicas y políticas de la derecha sevillana sólo nos ven al pueblo como esa amalgama de alpargateros y palmeros de sus juergas y piensan que esa imagen es divertida, o también se ven ellos a sí mismo como los bufones de Madrid. Porque esta autoimagen folclórica y ociosa no sólo se promociona desde el Ayuntamiento del PP sino también desde una de las empresas más emblemáticas de Sevilla, Cruzcampo, con su última campaña Un poco de Sur La cervecera comparte con el mundo mundial que el sur nunca podrá ser trabajador, puntual y responsable, que para eso ya está el norte.

Como le respondió Libertad a Mafalda cuando ésta le preguntó porqué ponía el mapa del mundo bocabajo (arriba el sur, abajo el norte), eso de que el hemisferio norte es el de arriba es un truco psicológico inventado por los que creen que está arriba, para que los que creamos estar abajo sigamos creyendo que estamos abajo, y lo malo es que si seguimos creyendo que estamos abajo vamos a seguir estando abajo. El problema de nuestra derecha del sur es que piensa que como en Madrid se ríen de los arsa y los vamos del pueblo andaluz, si se suman a esas risas se igualan a la derecha de Madrid. Lo que no se dan cuenta es que riéndose del pueblo andaluz, la derecha de Madrid también se ríe de sus señoritos. Pero será mejor no decir lo que me parece el humor de esa derecha y de la de Zoido y sus 20 concejales. Porque entonces a quienes se les cortaría el humor sería a ellos. De golpe.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Zoido, los relojes y Suiza

Apenas han pasado 5 meses de la toma de posesión de Juan Ignacio Zoido como alcalde de la ciudad de Sevilla, y ya tenemos algunas convicciones, como que nunca conseguirá que la capital de Andalucía funcione como un reloj suizo como prometió en campaña.

En cambio, lo que ha conseguido en tan corto espacio de tiempo es generar algún que otro episodio lamentable, como el protagonizado por la eliminación del Plan Centro utilizando para ello un informe más que dudoso, promover una Comisión de Investigación sobre el Plan Centro para hacer oposición a la oposición, y terminar cerrándola deprisa y corriendo ante el sesgo tomado por la misma, ya que de seguir sus sesiones iba a finalizar convertida en un verdadero juicio político a Zoido. ¡Qué gobierno más bisoño!

Seamos justo. Zoido pretendió con la eliminación, manu militari, del Plan Centro emular al gran Rodríguez Zapatero con su retirada de las tropas de Irak. Y nadie en su sano juicio puede censurar a un neófito intentar comenzar su gobierno con un magistral golpe de efecto mediático. Lo malo en el caso del montellanero es que lo que en las manos de ZP fue una magistral jugada política, en las del juez metido a político ha resultado una atropellada decisión que, como dijo aquel, fue peor que un error, fue una estupidez.

Pero sin duda lo más sorprendente de estos meses ha sido la noticia publicada el pasado sábado sobre la acusación de una empresa privada, Impersport, de irregularidades en la contratación de la cubierta de la instalación bajo la que se celebrará próximamente la final de la Copa Davis, en el Estado de la Cartuja de Sevilla. Según la noticia publicada por el DIARIO DE SEVILLA, El juez de Instrucción número 2 de Sevilla está investigando al alcalde, Juan Ignacio Zoido, y al presidente de la Federación Española de Tenis, José Luis Escañuela.

Como no podría ser de otra forma, hay que conceder a Zoido, así como a todos los denunciados, la presunción de inocencia, ya que en esta ocasión no ha sido ni siquiera la policía la que ha promovido la denuncia. Y si el pasado el PP ha acusado a la Policía Nacional de parcialidad, ¡qué podemos esperar de la denuncia de una empresa posiblemente despechada por no conseguir un contrato!

Pero claro es que, más allá de esta presunción que constitucionalmente afecta al trámite judicial (que no a las convicciones personales de los y las ciudadanas que está por encima de su sujeción a la justifica, por aquello de la libertad de pensamiento, más que nada), se han producido una inquietante concatenación de hechos sobre los que ha hecho luz el Grupo Socialista Municipal. Según el PSOE, las explicaciones del Gobierno dejan más incógnitas abiertas de las que se resuelven ya que de manera tácita se reconoce que se acepta y se da validez técnica a un presupuesto de una empresa a la que se permite iniciar sin un contrato las obras previstas, lo cual resulta completamente contrario al procedimiento administrativo. Asimismo, según dicho grupo se adopta la decisión de contratar a la empresa Greenset Worlwid por su menor oferta económica – 112.000 euros- frente a los 127.000 euros que presenta inicialmente la empresa denunciante Impersport. Sin embargo, se obvia y no se explica que la empresa denunciante afirma y acredita haber presentado una oferta final de 94.580,60 euros, que conforme al criterio expresado ayer por el Gobierno, debería haber resultado adjudicataria del concurso siendo igualmente preocupante que no se dice ni se explica del supuesto concurso público que se lleva a cabo el día 8 de noviembre, del que no se dio publicidad y del que se desconocen pliegos y criterios de adjudicación.

Deseo sinceramente que Zoido sea capaz de explicar satisfactoriamente al juez del número 2 de Sevilla las circunstancias de dicha contratación, ya que no es bueno que las sombras cubran la gestión de ninguna administración democrática. Especialmente cuando algún mal pensado pueda argumentar la amistad de Peñuela y Zoido, que llevó al segundo casar al primero, el apoyo de otro de los investigados, el Sr. Sánchez Vicario, a la elección de Peñuela al frente de la Federación Española de Tenis, y el apoyo de Peñuelas a la candidatura de Sevilla para acoger la final de la Davis, cerrándose el círculo con la contratación por parte del ayuntamiento de Sevilla con la empresa de Sánchez Vicario. Yo rompo una lanza a favor de Zoido y manifiesto mi convicción de que es inocente de lo que se le acusa.

Claro que también tengo otra convicción, y es que Zoido conoce Suiza por algunas cosas más que por sus relojes.

Como por los quesos gruyer, por ejemplo.