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domingo, 19 de abril de 2015

Andalucía, ahora ¿qué?



Cuando escucho, o pienso, plantear hipótesis sobre lo que va o ocurrir en el futuro, especialmente en cuestiones políticas, siempre me acuerdo de la infeliz pitonisa parisina, de gran éxito entre la alta burguesía de la Belle Epoque,  de la que nos habla Guy Bechtel en su libro  Los Grandes libros misteriosos (Plaza y Janés, 1977). Este autor, a la hora de analizar los libros proféticos, recordaba el pronóstico de la adivinadora publicado por un periódico de la capital francesa en los primeros días de la Gran Guerra, en el que afirmaba que la misma duraría apenas unos meses y terminaría con la entrada triunfal de las tropas galas en un Berlín derrotado y humillado. Bechtel nos advierte que la mayoría de las proyecciones o adivinaciones, son más útiles para saber lo que piensa la persona que las emite que para conocer el futuro.

Por eso siento mucho pudor de aventurar escenarios, especialmente los políticos. Pero una mezcla de narcisismo (por aquello de poder decir “ya lo dije”) como necesidad de ordenar ideas, me ha animado a escribir este post sobre lo que puede ocurrir políticamente en Andalucía en los próximos meses tras las elecciones autonómicas del 22 de marzo, en el que intentaré separar mi análisis de lo que creo que sería la estrategia oportuna de los distintos partidos y de lo que me gustaría que pasara.

El mantenimiento de parlamentarios por parte del PSOE respecto a 2012, que no de votos, y el pinchazo de las expectativas de PP y PODEMOS, noqueó a los que esperaban un descalabro de los socialistas y la euforia de quienes lo temían. Pero pasadas algunas semanas, la realidad se impone, y el panorama se antoja mucho más complejo de lo muchos pensaron la misma noche de las elecciones.

La primera pregunta a responder sería si Susana Díaz acertó o no en disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas, habida cuenta que disponía de una mayoría más o menos estable y un presupuesto para el año 2015. Soy de la opinión que la convocatoria fue un coctel en el que se mezclaban muchos factores, de interés general y particular, de cálculo electoral pero también de estabilidad.

El discurso que cuestionaba la legitimidad de la presidenta, al no ser el PSOE la fuerza más votada en 2012 y haber recibido la responsabilidad tras la dimisión de José Antonio Griñán, había calado no sólo entre gran parte del electorado socialista sino que percibo también había llegado a San Telmo. Además, la instrumentalización de la corrupción hacía necesaria visualizar la mayor ruptura, dentro de lo posible, con los gobiernos anteriores, ya que la gestión política diaria, y cualquier éxito de la misma, estaba lastrada por el pasado.

La estabilidad gubernamental dependía de una fuerza muy inestable, Izquierda Unida, cuya dirección en Andalucía estaba cuestionada constantemente en lo interno por la posición de la CUT y muchos militantes que había aceptado a las trágalas el referendo interno celebrado en su día, y las cada vez más evidentes maniobras de la dirección federal de IU, o una parte de ella, incómoda con el bipartito andaluz, que a tenor de lo expresado por la fuerza emergente PODEMOS, dificultaba cualquier confluencia con el PCE y sus socios.

A la postre se ha demostrado que este argumento era sólo parte de la estrategia de los de Iglesias y los suyos para socavar una de las fortalezas de IU (como se ha demostrado en los movimientos de confluencia para las municipales donde PODEMOS ha demostrado que su único interés es arrebatar espacio electoral y cuadros a IU, hecho que ha sido denunciado en los últimos días con gran enfado por Cayo Lara) pero que hasta marzo había calado en la federación de izquierdas, especialmente entre los más próximos a Alberto Gazón. Contra lo que sostienen muchos, especialmente desde IU, la consulta a las bases en verano sobre la continuidad del pacto, que tengo la convicción de que era una patada hacia delante de la dirección andaluza de IU que no reflejaba ninguna intención real de provocar la ruptura con el PSOE, colocaba a Susana Díaz es una de las posiciones políticas que menos le gusta: estar a merced de acontecimientos sobre los que no puede ejercer ninguna influencia.

El cálculo político de los beneficios y perjuicios de ser la primera o la última en enfrentarse a PODEMOS también creo que influyó en el ánimo de Susana Díaz a la hora de tomar una decisión.

Por último, también creo que pesó su intención de reforzar su papel dentro del PSOE (con su postulación o no a las primarias que se convocará en verano para elegir al candidato socialista), ya que su previsible victoria adquiriría mayor relevancia antes de una posible victoria de Pedro Sánchez que después. En estos momentos, el liderazgo electoral del PSOE es Susana Díaz, pero si se hubieran celebrado las elecciones en 2016 con Pedro Sánchez en la presidencia del gobierno, los mismos resultados, o incluso mejores, no tendrían la misma virtud en el corazón de la mayoría de los y las socialistas.

Estoy seguro que influyeron muchos más factores, algunos de los cuales nos iremos enterando en los próximos meses y años, y algunos de los cuales no nos enteraremos nunca. Pero el resultado de todo ello ha sido que los resultados del 22 de marzo han provocado una foto fija política, muy alejada de las expectativas de las fuerzas que concurrieron, por defecto en la mayoría de los casos, pero también por exceso en el caso de CIUDADANOS.

El PSOE ganó las elecciones, y repetir escaños, con la que está cayendo, ha sido todo un éxito, pero parece insatisfactorio si lo que se pretendía era rozar la mayoría absoluta. ¿Tenía la convicción Susana Díaz que podía rozar o superar los 50 escaños? No tengo información cierta, pero tengo la impresión de que sí podría creer que lo rozaría (¿49 era la cifra mágica?) pero que no lo superaría. Por lo tanto, su satisfacción el día de la noche electoral vendría más por saber el descalabro del anterior ganador, el PP y lo alejado que quedaba el PSOE del resto de fuerzas, que por haber alcanzado su objetivo.

El PP, PODEMOS e IU fueron los grandes perdedores, y eso suele llevar a dos estados emocionales, muchas veces no excluyentes: el decaimiento o la necesidad de venganza. Y en ello andan. El PP andaluz y su electorado se siente víctima de todos, de la dirección del Partido, del presidente del gobierno de la Nación, de una aviesa Susana Díaz, y de su propio candidato. PODEMOS, pero sobre todo parte de su militancia, habían caído en las fantasías de sus propios orgasmos demoscópicos aderezados convenientemente por las redes y ciertos medios de comunicación, que les llevó a soñar, más allá de cualquier elemento racional, en el sorpasso, quedando el partido de Teresa Rodríguez por delante del de Susana Díaz. Por ello, el magnífico resultado obtenido ha sabido a ceniza en el paladar de muchos de los suyos.

IU, por su parte, ha sido realmente la que más ha perdido en estas elecciones. Ni los favorables al pacto con el PSOE han salido satisfechos con la experiencia, ni los de la CUT, que apostaron desde el principio por  no suscribirlo y que antes de las elecciones habían abandonado IU, por más que posteriormente Sánchez Gordillo, tras ser menospreciado por los de PODEMOS, haya afirmado que se siente primo (esperemos que sea en el sentido familiar) de la federación de izquierdas. Y los 5 escaños alcanzados se antoja una verdadera tragedia a una formación que aspiraba a ser determinante en la nueva legislatura y que queda reducida a la nada porque ni siquiera Susana Díaz los necesita para convertirse en la primera presidenta electa andaluza.

Para mí, el único vencedor de las elecciones ha sido una fórmula exógena como CIUDADANOS, que con un candidato desconocido, un presidente impresentable como Albert Rivera, y un programa electoral claramente anti-autonomista, han conseguido 9 escaños. Tengo la convicción que en Andalucía la buena racha de este partido alcanzará su clímax en las elecciones municipales de mayo, pero que para las generales de noviembre ya se verá su declive.

He dejado escrito que este tipo de derrotas llevan al decaimiento o la venganza. Y parece que éste es el sentimiento que se ha impuesto en gran parte de las direcciones del PP e IU, menos en la de PODEMOS, pero sí entre su electorado: al enemigo, ni agua, parece ser el leitmotiv entre las bases y una parte significativa de los votantes de las tres formaciones.

Todos parecen coincidir que hasta después de las municipales del 24 de mayo ninguna fuerza se planteará su abstención en el Parlamento para facilitar la elección de presidenta a Susana Díaz.

Entre los favorables a PODEMOS e IU parece cundir la convicción, que sería la profecía auto-cumplida promovida desde sus filas, que la responsabilidad de Estado del PP o el pacto secreto entre PP y PSOE de apoyarse mutuamente en Sevilla y Madrid, llevará a los conservadores-liberales (¡que engendro conceptual!) a abstenerse antes o después, de forma que se evite la repetición de elecciones.

Para los que hayan tenido la preocupación de analizar la trayectoria de Susana Díaz desde sus tiempos de Juventudes Socialistas, la lideresa andaluza del PSOE ha demostrado una gran capacidad de llegar a acuerdos incluso desde posiciones antagónicas, pero sobre todo para ganar en los escenarios más complicados. Como dicen un líder sevillano del PSOE, “se enfrenten quienes se enfrenten, al final siempre gana Susana”.

Pero esta vez creo que Susana Díaz no sólo tiene pocas cosas que ofrecer para llegar al pacto, sino que además puede tener un interés sincero de no llegar a él. Todos parecen dar por hecho que la repetición de las elecciones es un mal escenario para Andalucía pero que es inevitable.

¿Qué gana o pierde el PSOE de Susana Díaz si no consigue que algunas de los grupos relevantes (todos menos IU) se nieguen a abstenerse en las votaciones de investidura y se tiene que convocar elecciones? En el día a día hasta la nueva cita electoral gana más que pierde: con un presupuesto aprobado y la excusa de la ingobernabilidad, puede mantener sus estructuras gubernamentales durante seis meses más (es decir, sus cuadros, asesores, etc.), seguir usando el presupuesto sin control parlamentario y desarrollando políticas sociales en un entorno económico más favorablemente que le permite gastar más en sanidad, educación y servicios sociales, etc. En cuanto al resultado de una nueva cita electoral, la gestión de estos meses y un manejo adecuado del victimismo, puede llevar a muchos votantes que no lo han hecho en marzo, desencantados con PODEMOS y CIUDADANOS, a dar su apoyo al PSOE.

El PP tiene poco que ganar absteniéndose en las votaciones de investidura de Susana Díaz y mucho que perder. La sangría que ha sufrido y que tanto ha beneficiado a CIUDADANOS, ha sido la percepción de que es necesaria la ruptura de un status quo, conformado por dos grandes fuerzas (un bipartidismo imperfecto que no está llamado a ser derrotado sino sustituido por las fuerzas emergentes). Por eso, favorecer la elección de Susana Díaz, aunque sea con la abstención, podría no ser lo más recomendable.

Y no sólo por la necesidad de venganza, que tras la derrota sin paliativos del 22 de marzo es el sentimiento más extendido entre sus cuadros y votantes, sino porque dando por hecho que esos 30 parlamentarios son su suelo electoral a prueba de bombas, unas nuevas elecciones autonómicas en medio de un nuevo ciclo económico expansivo (que tardará en ser percibido pero que lo hará antes que después), la posibilidad de dar a conocer más un candidato tan encantador en lo personal como desconocido y extraño en lo político, y la explosión de la burbuja de CIUDADANOS, puede llevar a recuperar en seis meses algunos de los 17 escaños perdidos respecto a 2013.

Y es que el argumento del gran pacto PP-PSOE difundido interesadamente por algunos desde posiciones de izquierdas o desde la centralidad del tablero, es tan falso como creíble. El PP ya ha demostrado en el pasado que poner en riesgo la estabilidad del Estado es un costo asumible si el premio es el liderazgo y la gobernanza, como confesó José María García respecto a la estrategia desarrollada, en tiempos de Felipe González, por José María Aznar como presidente del PP.

PODEMOS, que puede desarrollar estrategias arriesgadas sin perder la comprensión de los suyos, está atrapado en su propia envolvente antes de las elecciones generales. Sus votantes se distribuyen entre los que odian al PSOE, entres los cuales la frustración por el resultado del 22 de marzo no ha ayudado precisamente a superarlo, y los que esperan que los de Iglesias oxigenen un gobierno de izquierda. Desde la oposición y con un gobierno del PSOE en minoría, el grupo parlamentario de Teresa Rodríguez podría visualizar su estrategia de ruptura desde la izquierda. Y como parecen estar convencidos, según me comentan, que el PP se va a abstener y que Susana Díaz no será capaz de aceptar sus cuatro líneas rojas, tienen la convicción de que lo más correcto para sus intereses electorales de las próximas generales es permanecer en sus treces.

Pero a mi entender, esta estrategia adolecería de varias debilidades. Primera es la convicción de que el PP finalmente se abstendrá, cosa que creo que no ocurrirá. La segunda, la certeza de que Susana Díaz no aceptará las líneas rojas. Y es que de las cuatro sólo una no puede aceptar en este momento pero que en los próximos meses, posiblemente antes de junio, estará resuelta. Tengo la convicción que tras el pronunciamiento del Tribunal Supremo los ex presidentes Chaves y Griñán renunciarán a sus actas. Si son imputados, cosa que no creo, porque es el compromiso de Pedro Sánchez y Susana Díaz, es decir, de todo el PSOE. Y si no son imputados, porque ya no hay nada que temer de la jueza Alaya, y seguirán el ejemplo de Alfonso Guerra abandonando la actividad política parlamentaria.

Una vez que ocurra esto, es decir que Chavez y Griñán ya no tengan aforamiento, el resto de exigencias son asumibles para una Susana Díaz curtida en los pactos más extraños y difíciles. La incorporación de funcionarios interinos, va en línea con lo planteado con el PSOE y es posible gracias al cambio de ciclo económico; trabajar con entidades bancarias que no desahucien (es decir, con banca ética) tampoco será un obstáculo para quien prioriza su supervivencia política sobre las ganancias de los accionistas de las entidades bancarias clásicas; y reducir el número de asesores no sólo no es un obstáculo sino que puede ser una oportunidad para Susana Díaz para  “limpiar” la casa sin coste en lo interno, ya que es consciente de las propias limitaciones de sus responsabilidades, tanto al frente del gobierno y del PSOE de Andalucía, para desembarazarse del colesterol orgánico adherido tras 32 años de gobierno.

Por eso, la seguridad de PODEMOS de que su estrategia de líneas rojas le protege de tener que mojarse, se me antoja inocente. Si Susana Díaz acepta el envite, por estrategia de gobierno (esto es, ser elegida presidenta) o electoral (poner contras las cuerdas a PODEMOS antes de unas nuevas elecciones), ¿cuál va a ser la reacción de los 15 parlamentarios del grupo de Teresa Rodríguez? ¿Nuevas líneas rojas? ¿Aceptar la investidura? Sea cual sea, se me antoja un escenario muy alejado de la zona de confort de los seguidores de Pablo Iglesias.

Por su parte, tengo la convicción de que CIUDADANOS vive su particular vía crucis esquizofrénico. Por un lado, la dirección andaluza, representada por Juan Marín, tiene un interés real por entrar en el gobierno andaluz. Por otro, Albert Rivera no. Y es que las diferencias son más profundas de lo que pueda parecer. El catalán Rivera es  profundamente antinacionalista lo que le lleva a ser anti-autonomista. Juan Marín al contrario, como casi la mayoría de los andaluces, es una autonomista al que le gustaría mayores dosis de autogobierno. Este enfrentamiento, que posiblemente aún no es percibido por casi nadie, podría suponer a medio plazo una crisis importante dentro de la formación naranja.

Y a corto plazo, la nueva formación de derechas no tiene ningún aliciente electoral de visualizarse a nivel nacional como el tonto útil socialista para mantener el feudo andaluz, y prefiera mantenerse en la opción de votar en contra. Pero es cierto que la exigencia que plantean los de Marín a Susana Díaz es aceptable: asumir su Código Ético. Pero creo que si bien el PSOE hará esfuerzos en aceptar la propuestas de PODEMOS, con la convicción de que no se llegará al pacto, evitará aceptar las de CIUDADANOS, cada día más visualizado como una fuerza de derechas centralista, que daría la impresión de que prefiere las muletas de la derecha que de la izquierda.

Por su parte IU sigue dando respuestas equivocadas a preguntas erróneas. Parecía en 2013 que habían aprendido las lecciones de 1996, cuando la pinza de Luis Carlos Rejón, plasmación práctica de la teoría de las dos orillas de Anguita, llevó al despeñadero a la formación de izquierdas. Pero no. La lección no se había socializado, y ni por parte de las bases ni por parte de la dirigencia habían aprendido algo. Abrazar al oso, es decir al PSOE, es peligroso. Pero abstenerse de hacerlo o pactar con el cazador aún lo es más. La irrupción de PODEMOS, y una dirigencia y militancia más pendiente de los odios que de las oportunidades, ha impedido rentabilizar en términos electorales ha sido una buena gestión política.

Pero sobre todo, lo que ha quedado claro es que para construir una alternativa eficaz al PSOE en Andalucía hay que aceptar dos hechos: que el 28 de febrero fue un éxito colectivo del pueblo andaluz y que por mucha corrupción que pueda haber, la gestión de 32 años de autogobierno no puede reducirse a cuatro hechos paródicos (corrupción, redes clientelares, mediocridad y atraso). Porque además de ser falso, es un insulto a la inteligencia y/o a la dignidad de quienes durante décadas ha sostenido un gobierno del PSOE. Con esos argumentos no se puede esperar el voto de quienes han vivido los mejores años de la historia de Andalucía. Con esas descalificaciones no puedes esperar los votos a los que acusas de haber permitido un escenario de terror.

¿Cuál es mi opinión sobre lo que deberían hacer los partidos políticos con representación en el Parlamento de Andalucía? Cumplir el mandato del pueblo andaluz. El PSOE gobernar, por mucho que su secretaria general pueda tener la tentación de provocar unas nuevas elecciones. Y al resto de partidos, permitir el gobierno de Susana Díaz mediante la abstención de todos los grupos parlamentarios de la oposición. Esta sería, por lo tanto, mi deseo racional.

Pero no puedo negar que lo que me pide el cuerpo son nuevas elecciones. Nadie está a salvo de sus propias miserias emocionales. Ni la pobre pitonisa de Bechtel ni un servidor.

miércoles, 28 de enero de 2015

La KENTanización del feminismo


En mi casa, Victoria Kent siempre ha tenido buena prensa. Posiblemente mis orígenes malagueños contribuían a ello, pero incluso a finales de la dictadura franquista mis padres ponían como ejemplo a Kent como la mujer que había llegado a la complicada dirección de prisiones durante la República.

Esa imagen de mujer de carácter, que siempre me han atraído, se reforzó cuando escuché por primera vez el cuplé Pichi, cuando dice la letra “Se lo pués pedir / a Victoria Kent / Que lo que es a mí / no ha nacido quién” (aunque luego la paranoica censura del totalitarismo franquista cambiara la letra por “a un pollito bien”) y mis lecturas de Tiempo de Historia, a finales de los setenta y principios de los ochenta.

Pero en esas lecturas, descubrí el enfrentamiento en el parlamento republicano entre mi Victoria y Clara Campoamor a cuenta del reconocimiento del derecho a sufragio activo de las mujeres. Y reconozco que Kent, admirable en muchas cosas, se equivocaba cuando invocaba aquello de primero República, y que Clara Campoamor llevaba razón.

En estos días, tengo la impresión de que hay una parte del feminismo patrio, no mayoritaria afortunadamente, que se han Kentanizado a cuenta de PODEMOS, aceptando que el discurso feminista quede postergado, e incluso defendiendo el perceptible tufillo machista de las filas de Iglesias, Monedero y Errejón.

Eso hablando de mujeres concienciadas, porque las hay, y muchas, que sin ella aplauden y jalean la deriva patriarcal con un entusiasmo digno de mejor causa, en una dinámica que me recuerda el grito de otro periodo español de reacción, cuando las masas gritaban “¡vivan las cadenas!”.

El hecho más evidente ha sido el gobierno sin mujeres de Alexis Tsipras, sobre el que demasiadas mujeres españolas con proyección pública han callado, al menos en las primeras 24 horas. Afortunadamente hay otras muchas que han alzado la voz, entre ellas la casi siempre acertada Beatriz Gimeno, que ha publicado un artículo en eldiario.es titulado “Decepción” cuya lectura recomiendo.

lunes, 20 de mayo de 2013

Machismo y Xenofobia en la ciudad



Un reciente twit de la asociación Sevilla Se Mueve mostraba la foto que encabeza este post junto a la siguiente reflexión: En el parking de la Plaza Rafael Salgado de Bami parece que no se ha seguido el mismo patrón "ecologista" que en el caso de la Biblioteca del Prado.

Los tribunales de justicia ya se han pronunciado jurídicamente sobre la cuestión, lo que unido a mis escasos conocimientos jurídicos, me invitan a no meterme en el campo minado de las interpretaciones legales. Pero no quiero dejar de compartir contigo, amable lectora o lector, mi hipótesis sobre lo que pasó realmente con la biblioteca universitaria de El Prado.

Hay que recordar que el Prado de San Sebastián ha sido mutilado a lo largo de la historia hasta dejarlo convertido en un rectángulo encajonado entre edificios históricos (Fábrica de Tabacos, Plaza de España, Estación de Autobuses del Prado)e histéricos (edificios de la calle Diego de Riaño). No hay que olvidar que todas esas construcciones fueron levantadas con el aplauso interesado de la sevillanía, que no encontraron nunca problemas en ocupar un espacio que en los ochenta del siglo XX se había convertido en un erial.

Por eso desentonó el alegato en defensa de unas jacarandas plantadas en los noventas durante el gobierno del PA-PP, sin mayor valor botánico, que primero realizaron los vecinos de la calle Diego de Riaño, y después, en tropel, los francotiradores de la sevillanía instalados en toda clase de púlpitos.

Y desentonaba porque sonaba, y sigue sonando, a excusa para tapar otros intereses más inconfesables: la misoginia, la xenofobia y la intolerancia política. Lo que la sevillanía, transida de lo que he dominado espíritu Romero Murube, no podía soportar es que un gobierno de rojos, instalados democráticamente en el ayuntamiento y en el rectorado de la Hispalense, decidieran construir un edificio diseñado por una mujer, que además era extranjera y musulmana justo al lado de Capitanía General. ¡Demasiado para el cuerpo de un sevillanito de dios!

Ahora tenemos la prueba en el parking de la plaza Rafael Salgado, donde una zona verde se ha convertido en una plaza dura, con desaparición de arbolado, y nadie, y menos que nadie el Tribunal Superior de Justifica de Andalucía, ha movido un dedo.

Claro que la obra seguro que ha sido diseñada por hombres blancos, honrados y católicos, y no por la chusma roja y extranjera.

miércoles, 30 de enero de 2013

La ideología de los números



La profunda investigación del neoliberalismo a partir de los años cincuenta para recuperar el discurso ideológico concluyó en la necesidad de ocultarlo tras la frialdad de los números.
       
Se trataba sin duda de un aprendizaje del marxismo, que superó la antigua escolástica centrando el análisis histórico en las razones económicas inherentes a la lucha de clases. De este modo, el neoliberalismo, de forma camaleónica, consiguió ocultar sus intenciones depredadoras bajo un aparentemente aséptico lenguaje de raíz marxista: el que permitía la frialdad de los números.
       
Así, y como la gota malaya, han taladrado todas nuestras conciencias hasta conseguir que el conjunto de la sociedad analice y justifique cualquier política bajo el signo económico de la rentabilidad y la sostenibilidad. Además de inmoral, este mecanismo dialéctico oculta un hecho evidente: que los datos económicos son aún más manipulables que los principios morales y éticos.
       
Pero pongamos un ejemplo. Si usted tiene dos hijos, y uno es más inteligente que otro, de acuerdo con la dialéctica neoliberal, su comportamiento lógico es centrar todos los recursos económicos y emocionales en el más inteligente, ya que es el que más rentabilidad tendrá en el futuro. Es decir, cualquier inversión en su hijo menos inteligente será considerada en despilfarro insostenible.
   
Cualquier padre o madre descubre rápidamente lo absurdo de este planteamiento, y con toda la razón invertirá más en el niño menos inteligente para asegurarle un futuro similar al del hijo más inteligente: le pondrá más profesores de apoyo, contratará a psicólogos, pedagogos, etc. para reforzar sus capacidades y le dedicará más tiempo y apoyo emocional.
     
El neoliberalismo intenta por todos los medios ocultar su radical darwinismo social cuyo fin último es su política genocida. De vez en cuando podemos atisbarlo en declaraciones como las del ministro japonés que animaba a los ancianos a morirse antes para ser una carga menor al sistema económico.
         
Por eso desde la izquierda, después del formidable avance que supuso el marxismo, no debemos caer en el error en aceptar la dialéctica neoliberal economicista. Más allá de los números, de las cuentas, de las proyecciones económicas, estamos las personas. Mucho o poco, grande o pequeño, nuestro mundo es un patrimonio compartido por sus habitantes. Todo lo que existe en él, debe repartirse de la forma más justa y equitativamente posible.
     
El premio al esfuerzo y a la constancia, la prima al trabajo y la dedicación debe existir, pero nunca de tal forma que el que más tenga supere en varios millones de veces al que menos tiene, ni el que más gane  multiplique por casi 8.000 las veces de lo que gana el que menos, como es la diferencia entre lo que gana Emilio Botín y el Salario Mínimo Interprofesional de España.
        
Y desde luego, ninguna razón económica, presupuestaria o fiscal justifica moralmente que a un individuo o a una población se le apliquen medidas de ajuste que lesionen sus derechos más básicos a la integridad física y a su salud, por cualquier razón de nacionalidad, raza, vecindad o rentabilidad. Y si no hay, se saca de donde haya. Como haría un padre con su hijo, incluso al menos inteligente.

domingo, 13 de enero de 2013

Por qué el PSOE es necesario. Respuesta a Víctor Alonso Rocafort


En un interesante y recomendable artículo del blog Zona Crítica, del diario publico.es, titulado Por qué no nos sirve el PSOE, Víctor Alonso Rocafor (doctor en ciencias políticas por la Universidad Complutense y profesor de Teoría Política en la Universidad de Alicante y en la Universidad Autónoma de Madrid), publicado este fin de semana, afirmaba que El peso del aparato, de la jerarquía, de la cultura política asumida en su seno, de nuestra propia memoria, es tal, que resulta imposible valerse de ese partido para ningún objetivo de la izquierda. Y terminaba diciendo Así que gentes del PSOE, échense a un lado o aproxímense a título individual y sin dobleces, la izquierda real de este país quiere unirse y pide paso.

Pero que recomiende su lectura no signifique que comparta todas y cada una de sus afirmaciones y menos, naturalmente, su conclusión.

Sí comparto su análisis de que, a partir de la Transición, la dirigencia del PSOE asumió una cierta lógica neoliberal. Y yendo más lejos que el señor Alonso, incluso creo que suscribió una suerte de contrato social neoliberal que ahora ha demostrado su falsedad.

Pero describe de forma tan paródica treinta y cinco años de historia, que no puede uno menos que concluir que lo que sobra en pasión le falta en solidez intelectual. Porque al negar, como hace el señor Alonso, avances no solamente socialdemócratas sino verdaderamente socialistas en estas tres décadas resta credibilidad a su análisis.

El señor Alonso parece comenzar la historia de la actual dirigencia del PSOE a partir de 1982, aunque por honestidad intelectual debería retrasarla al menos hasta principios de los años 70. La actual Constitución debe mucho a la izquierda marxista (PSOE y PCE), y con todos sus fallos y limitaciones, supuso una verdadera ruptura con el pasado franquista. Dio a los españoles el derecho a tener derechos.

Y es que, además, fueron los gobiernos de Felipe González, del cual siempre he sido muy crítico, los que por primera vez, desde el 18 de julio de 1936, dieron dignidad a millones de ciudadanos, reconociéndoles, de hecho, derechos como la sanidad, las pensiones, y la educación que les lleva aún hoy a seguir considerándose felipistas. Durante años escuché que el PP lo habría hecho igual. Ahora tenemos la prueba empírica de que no.

A lo largo de su artículo, el señor Alonso parece empeñado en presentar al PSOE de la forma más siniestra con expresiones como fue más duro aún que el PP al abordar la inmigración, o han sido años de miedo a la derecha desde la derecha, al punto que un foráneo podría llegar a la conclusión de que con AP primero, y luego con el PP, nos habría ido mucho mejor a los ciudadanos de este país. Todo ello le lleva a concluir que el PSOE, si alguna vez lo fue, ya no sirve a la izquierda.

En este blog he dejado muestras más que palpables de mi rechazo a muchas de las actuaciones de la dirigencia del PSOE, incluso afirmando que el problema no llega en 2008, ni que la llegada de Rodríguez Zapatero fuese una ruptura sino que se trató de una continuación de la deriva del Partido iniciada en el XXVIII Congreso en 1979.

Asimismo, he afirmado en varias ocasiones, como en el post Qué quiere ser el PSOE de mayor que la actual dirigencia del PSOE, heredera del Congreso Extraordinario de 1979, debe explicar a nuestro electorado un relato coherente de lo sucedido y sin paños calientes. Necesita escuchar claramente que se reconoce que el Partido se ha equivocado, que ha permitido desmanes como los de las cajas de ahorros, la política urbanística y los mercados desregulados. Y que la política de privatizaciones ha traído algunos efectos negativos. Las matizaciones y los juicios históricos deben quedar, aunque sea en ocasiones injusto, para más adelante. Después, reconocer que la dirigencia que se ha equivocado no puede aspirar a seguir dirigiendo el proyecto socialista, aunque sí apoyar los y las nuevas compañeras que asuman la gestión.

Pero lo que se empeña en obviar el señor Alonso es que más allá de la dirigencia del PSOE, más allá de los y las socialistas organizados entorno al partido de Pablo Iglesias, existe un socialismo sociológico real, que siendo profundamente democrático, de izquierdas y crítico, sigue confiando en el PSOE como solución desde la izquierda.

Hace unos meses, el dirigente del IU, Pedro Vaquero, lo explicaba muy bien en su post Votaría cogobierno cuando afirmaba desde IU y desde los movimientos sociales y sindicales se califican las actuaciones de los gobiernos del PSOE como neoliberales o social-liberales, y con razón. Pero pese a eso, tozudamente la sociología del voto sigue demostrándonos que la gente de la calle sigue votando al PSOE porque le considera de izquierdas; moderada, sí, pero izquierdas. ¿Se equivoca la gente? Seguro, al menos desde el punto de vista de la “izquierda real”. Pero incluso a esta “izquierda real” le interesa escuchar a la gente, que se equivocar en la caracterización del PSOE-A, pero no en lo que quiere hacer con su voto.

El PSOE es un partido necesario para la izquierda porque representa una opción real de la izquierda plural de España. Creo sinceramente que si el desapareciera, cosa que a estas alturas del devenir de la historia electoral española no me sorprendería, su electorado no votaría a una opción que hiciera leña del árbol caído del PSOE. Dentro del legítimo debate ideológico, no debemos escandalizarnos el intentar desalojar a fuerza de argumentos al que consideramos nuestro oponente y rival. Pero desde cualquier opción de izquierda con aspiraciones a gobernar es un error querer hacerlo negando la mayor al PSOE, su esencia de izquierda.

O peor que un error. Una estupidez.

viernes, 1 de junio de 2012

Terrorífico… ¿o terrorista?

Hoy se ha publicado una noticia trascendental con las palabras de la diputada canaria, Ana Oramas, la cual ha afirmado que Cristóbal Montoro, actual ministro de Economía, ante la petición del anterior presidente del gobierno de la Nación, José Luis Rodríguez Zapatero, de apoyo para evitar la intervención en 2010, le dijo: “que caiga España, que ya la levantaremos nosotros”.
 
Esta revelación, que sobre todo es una confirmación de lo que muchos pensábamos, adquiere mayor relevancia al pronunciarse en el púlpito de la Soberanía Nacional (ese mismo del que rehúye el actual presidente de la Nación Española, Mariano Rajoy) la confirmación gestual del diputado catalán de CiU, Josep Sánche Llibre, y el silencio culpable de los y las diputadas del Partido Popular.
  
Esta actitud no es nueva. Baste con recordar las palabras de Ansón, cuando admitió que durante los últimos años de los gobiernos de Felipe González, pusieron en peligro la estabilidad del Estado con tal de desalojar al dirigente socialista de la presidencia. Pero no por usada y sospechada, me parece menos repugnante.
  
Los corifeos del patriotismo musical y textil, el partido al que se le llena la boca con la palabra España, es la misma derecha mezquita, resentida y miserable de siempre, la que fusilaba, robaba y exiliaba. Una neoderecha que sigue viendo la dignidad del pueblo soberano, su integridad y su supervivencia como sacrificables a sus intereses, víctimas colaterales de sus ansias de poder en el mejor de los casos.
  
Cuando el PP decidió provocar la caída del gobierno de Rodríguez Zapatero presionando a Coalición Canaria y a CIU, y con ello arriesgar a la Nación a la intervención, miraba sus intereses más espurios, traicionando la lealtad constitucional al propio pueblo soberano y la confianza de sus votantes. Pero además demostraba la estulticia de la dirigencia del Partido Popular, su enorme soberbia, su ignorancia supina y su desprecio por la democracia y el pueblo.
  
Oponerse a las medidas del presidente del gobierno de la Nación en 2010 podían justificarse honestamente, pero sus miserables palabras, “que caiga España, que ya la levantaremos nosotros”, les aleja de cualquier representación legítima en democracia.
  
En estos días vemos como su pretendida capacidad para “levantar” España era tan falsa como su patriotismo. Son un atajo de talibanes, unidos por una enfermiza ansia de poder, agrupados bajo la férula de un resentido emocional como José María Aznar, y dirigidos por los Think Tank neoliberales.
   
Terrorífico…. ¿o terrorismo?

domingo, 13 de mayo de 2012

De Pactos y Liderazgos. Respuesta a Marañón y Toharia desde la base socialista.

En la edición dominical de EL PAIS del 13 de mayo de 2012, Gregorio Marañón, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y José Juan Toharia, presidente de Metroscopia, publican un artículo de opinión titulado “De la angustia cívica al pacto político”, en el cual, tras dejar constancia de lo crítico de la situación actual, apelan al necesario pacto entre los líderes del PP y el PSOE, Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba, bajo la admonición que de no hacerlo “es muy posible que tengamos que asistir al desmoronamiento de la España de libertad, bienestar económico, convivencia entre sus distintos territorios y prestigio internacional que con tanto esfuerzo hemos edificado a lo largo del último medio siglo”.

Los argumentos que, a modo de urdimbre, sostienen la imperativa demanda de consenso entre PSOE y PP recogidos en el artículo, se van observando aquí y allá en los últimos días, generalmente provenientes de las élites políticas e intelectuales que protagonizaron la Transición, entendida ésta, en línea con lo propuesto por José Luis Abellán, el periodo que va desde 1956 hasta la aprobación de la Constitución Española, en 1978.

Curiosamente, en círculos del socialismo español previos a las elecciones del 20 de noviembre de 2011, ya se aventuraba que, de gobernar el PP, antes de dos años propondría un gobierno de unidad nacional. Y mi respuesta en aquellos días, en septiembre de 2011, fue que nuestro Partido, una vez más, ejercitaría su estúpido sentido de responsabilidad y aceptaría el envite.

Y entiéndaseme bien: por estúpido no señalo que tal acto de responsabilidad fuese indeseable o evitable, sino que de nuevo el vértigo de la historia impondría la opción más negativa para el socialismo español y los y las trabajadoras de nuestro país. Ese mismo vértigo que llevó el fatídico 12 de mayo de 2010 a José Luis Rodríguez Zapatero a no disolver las Cortes Generales y a aplicar un programa impuesto que rompía con el vínculo emocional entre la dirigencia del proyecto socialista y sus bases y electorado.

Educado en las virtudes del consenso, aquel “pecado consensual” sobre el que escribió Márquez Reviriego, y aleccionado por las postreras palabras de Manuel Azaña (paz, piedad, perdón), siempre he defendido la apuesta por el acuerdo en detrimento de opciones aparentemente más radicales que en realidad nos llevan directamente al pasado.

Pero para fabricar el consenso es necesario querer y poder. ¿Se dan las condiciones actualmente para un consenso equilibrado entre el PP, en representación de la derecha sociológica, y el PSOE, en representación de una parte de la izquierda sociológica? En mi opinión, rotundamente no.

Los protagonistas de la Transición que plantean la necesidad del pacto, del acuerdo, no parece comprender, en mi opinión, que la derecha española amamantada por José María Aznar, a través de su FAES, en nada se parece a aquella del tardofranquismo que protagonizó la reforma al franquismo. Y no solamente porque entonces la derecha española se sentía débil y asediada, con mucho que perder y poco que ganar, y ahora se siente fuerte y con todo por ganar. Es que la actual derecha neoliberal no cree en el pacto, en el acuerdo. Es más, han aceptado dialécticamente el conflicto como necesidad para avanzar, y rechazan cualquier tipo de consenso, ya sea para una solución negociada del terrorismo, ya sea para fijar un marco laboral entre los agentes económicos y sociales.

Y como además de querer, hay que poder, el PSOE no está en condiciones de alcanzar un acuerdo global con el PP en estos momentos, tal y como ocurrió en los setenta. En mi opinión, el debate profundo y emocional del XXXVIII Congreso Federal fue optar entre la salvación del Partido del riesgo de fragmentación y desfonde electoral, que representaba Alfredo Pérez Rubalcaba, o saltar al precipicio con un liderazgo diferente que reconectara con un electorado en retirada.

Por eso, el XXXVIII Congreso consiguió su objetivo de cerrar filas, de conservar unido al Partido y evitar su desaparición, pero a costa de confirmar la pérdida de una parte importante de su electorado, que como se ven en estos días, ya no cree que el PSOE sea el partido de izquierda que en el mundo actual representa sus intereses.

Con la elección de Alfredo Pérez Rubalcaba en el XXXVIII Congreso Federal, el PSOE renunció a la capacidad de liderazgo para poder firmar ahora un acuerdo con el PP, que sólo conseguiría defraudar aún más a una parte significativa del 30% de votantes que aún le queda.

Para que el pacto político que demandan Marañón y Toharia fuese factible políticamente, sería necesario que, por una parte, el PP creara las condiciones de confianza con un acto de fe como sería la firma de un acuerdo en materia laboral con UGT, CCOO y CEOE que desmontara su reforma; y por otro lado, que el Comité Federal del PSOE designara ya un candidato, o candidata, a la presidencia del gobierno de la Nación diferente de su secretario general, y que con un proyecto nuevo y empático, al estilo de Hollande, el nuevo líder de los socialistas negociara de tú a tú con el PP.

Si en las actuales circunstancias el PSOE llega a un acuerdo global con el PP, o alcanza un gobierno de concentración nacional, no sé si salvaría al Estado, pero desde luego condenaría al PSOE de por vida.

jueves, 19 de abril de 2012

La Fe Neoliberal: Respuesta a Rafael Salgueiro


Estimado señor Salgueiro,


Aunque con retraso, por razones profesionales, familiares y personales que no vienen al caso, paso a responder al amable comentario que realizó vd. a mi post titulad “El totalitarismo de la "chusma" friedmana o neoliberal”, publicado en este blog el pasado día 18 de febrero de 2012.

Al igual que vd., agradezco mucho las lecturas de los post de mi blog así como las críticas razonadas conducentes a promover el debate de ideas, y por ello agradezco enormemente el esfuerzo que supone su respuesta.

Antes de pasar a considerar sus argumentos, me gustaría realizar una consideración general sobre Milton Friedman y sus seguidores, en los que le incluyo sobre todo por no refutarlo en su respuesta a mi anterior post.

Cuando leo y escucho los argumentos que se esgrimen en defensa del Estado “friedmano” y sus principios económicos no puedo evitar asociarlos a los que utilizaba el Régimen de Pol Pot en defensa de su sociedad utópica. Parecía que espantados en el siglo XX de los regímenes totalitarios, y en su concepto el Estado “friedmano” lo es, conocidos los efectos terribles del estalinismo, el maoísmo, el nazismo, el franquismo, etc., nadie en su sano juicio volvería a promocionar un “ideal” totalitario cuya consecución debe alzarse sobre la eliminación de cualquier estructura anterior. En el caso del Estado “friedmano” la estructura a demoler es el Estado de Bienestar.

Si para Saloth Sar (Pol Pot “el suave”), fue el exterminio de la civilización para alcanzar su “ideal”, para el Estado “friedmano” es el exterminio del triángulo de acero para llegar hasta él. De hecho, y una vez aceptada la concepción dialéctica defendida por Marx, la teoría “friedmana” viene a ser un ultra-marxismo deshumanizado, donde el objetivo final no es un mundo utópico de seres humanos, sino un mundo utópico de principios económicos.

Una muestra de ello es que el “programa de máximos” del Estado “friedmano”, el famoso “ladrillo” chileno, se intenta aplicar “urbe et orbi”, sobre cualquier tipo de sociedad, sobre cualquier tipo de economía. Es una “biblia” que se encuentra más allá de discusión. Como el “Libro Rojo” de Mao, el “ladrillo” friedmano es esgrimido para exigir la sumisión a cualquier población del mundo, da igual que sea en España, Bostwana, Chile, Polonia, Nepal o Bután, prometiéndonos un maravilloso paraíso que nadie ha visto y que nadie ha conseguido.

Enlazando mi consideración general con sus argumentos, considero que los éxitos chilenos y chinos a los que vd. hace referencia, ya lo consiguieron otros en el pasado: un sistema con una minoría cada vez más rica, y una mayoría cada vez más pobre. ¿No aumentó el PIB la revolución industrial?, ¿no lo hizo el colonialismo?, ¿no aumentó brutalmente el PIB y la renta per cápita la Rusia de Lenin?

¿Es acaso el crecimiento del PIB y la renta per cápita el único elemento del que puede presumir el Estado “friedmano”? Pero es que aunque pobres, ni siquiera las políticas “friedmanas” consiguieron dichos éxitos aplicadas en países como Argentina (de la mano de la dictadura militar, sea dicho de paso, y no menos de 8.000 asesinados según ha reconocido recientemente uno de sus generales). Claro que en estos casos, al no alcanzar el mínimo necesario para “pasearlo” por el mundo, estas experiencias fallidas se convierten en los hijos bastardos nunca reconocidos por el “friedmanismo”.

Estimado señor Salgueiro, para el conjunto de la sociedad la utilidad de un Estado es que promueva unos niveles de vida digna para el conjunto de la población. Y ahí es donde se produce la quiebra totalitaria del Estado “friedmano”, porque para Milton Friedman en el sistema económico la calidad de vida de los ciudadanos de un Estado es secundario e incluso irrelevante, siempre que las magnitudes macroeconómicas dibujen el bello cuadro de su ideal paranoico.

¿Qué puede hacer un partido socialista o socialdemócrata contra un proyecto totalitario? Si se definiese como “nazi” y promoviera la pureza racial, todos sabríamos como contestarlo. Pero ¿y si oculta su programa de máximos incluso a sus seguidores, lo llama “reformas” durante la campaña electoral, y se define “reformista, liberal y centrista”?

Al igual que cayó el Estado Zarista y el Estado Estalinista, el Estado “friedmano” caerá cuando acumule las suficientes tensiones sociales e ineficiencias económicas propias de todos los estados totalitarios. ¿Y como se enfrenta un partido socialista a un Estado “friedmano” impuesto por una dictadura militar como en Chile? ¿Agudizando las contradicciones y las tensiones para aumentar la fatiga del material y provocar su ruptura violenta? ¿Intentar evitar los mayores perjuicios del Estado “friedmano” entre los que menos tienen aunque con ello se mantenga el propio sistema? Se trata, sin duda, de la gran cuestión que debate la izquierda desde los socialistas “utópicos” de principios del siglo XIX.

Se “sorprende” que me “alarme” ante la mención del Triángulo de Acero, pero me ha entendido mal. No me “alarma”, me ayuda a descubrir las verdaderas intenciones que se ocultan tras el término “reformas”. A estas alturas tengo claro que el PP, promotor del Estado “friedmano” en España, abomina del Triángulo de Acero. Pero a lo que vd. no responde es a mi afirmación sobre que si el Triángulo de Acero es lo que en términos constitucionales se denomina “Estado Democrático y Social de Derecho”, defender la eliminación del Triángulo de Acero es directamente rechazar la Constitución Española de 1978 como espacio de convivencia de todos y todas las españolas.

Si quitamos de la Constitución el sistema parlamentario de partidos, las organizaciones sindicales y empresariales, la negociación colectiva, el derecho a huelga… ¿Qué nos queda del Pacto Constitucional? ¿La monarquía, la libertad de empresa, el derecho a la propiedad privada y a la libertad de empresa? Pues va a ser que no. Si se elimina la mitad de la Constitución, decidamos que la Constitución ya no es ese espacio de convivencia, y demos el siguiente paso. Pero dígase.

Su denostación de los Acuerdos de Concertación es consecuencia natural de su visión economicista “friedmana” del Estado. ¿Cree vd. que si para evitar una guerra con millones de muertos alguien plantea una “concertación” que evite la tragedia alguien honesto objetaría que dicho acuerdo es un “equilibrio de Nash (sí, el de la película) en el cual los agentes no pueden desarrollar ninguna estrategia que conduzca a mejorar su posición relativa”? Ahora bien, señor Salgueiro, si vd. lo que propone es suministrar la gasolina para que otros pongan la cerilla, hablamos de otra cosa. Si por “estrategias” que conduzcan a mejorar la posición relativa de algunos de los firmantes del pacto significa el todo vale, posiblemente convierta Andalucía en un escenario más cómodo emocional e intelectualmente, incluso para mí, aunque mucho más peligrosa para bienes y personas.

De ahí calificar de “deshumanizado” al Estado “friedmano” porque reduce la sociedad a variables matemáticas y económicas, a juegos y estrategias de “rol”. Esa deshumanización tiene un mucho de sicópata, donde se excluye ex profeso la empatía con el que sufre, y justifica el fin a cualquier medio, como se vio en Chile, Argentina y ahora en China.

Su referencia a la dialéctica marxista toma en este sentido un cariz siniestro. Lo que era una consecuencia, la lucha de clases, se convierte en el objetivo, la lucha de la clases, pero esta vez en vez de la lucha de la clase desposeida contra la clase poseedora, pasaremos de manos de Milton Friedman a la lucha de la clase  poseedora para subyugar a la clase desposeída mientras sea necesaria, y eliminarla cuando ya no lo sea.

Sobre su pregunta sobre el resultado de todos estos años de construcción del socialismo en Andalucía, es engañosa en un extremo, ya que en Andalucía no se ha pretendido “construir” el socialismo, sino tan solo “gestionar” desde principios socialistas un Estado cuyas reglas de juego no socialista habían sido pactadas en la Constitución de 1978.

Su afirmación sobre que “la renta per cápita andaluza es hoy la misma, 75% del promedio nacional aproximadamente, que lo fue a primeros de los 80” deberíamos aceptarla también en su sentido contrario, esto es, que el socialismo no ha supuesto un menor avance que en otras Comunidades Autonómicas gobernadas por liberales-conservadores como Madrid, Comunidad Valenciana y Cataluña. Si hemos avanzado al mismo ritmo, puede ser señal que el problema es la aceptación del marco intocable de los mercados como espacios autoorganizados para la asignación de recursos, y no el gobierno de tal o cual Partido.

Pero si bajamos a la calidad de vida de la población, los niveles entre Andalucía y el resto de Comunidades sí se han acercado. Es decir, ha habido más convergencia social que económica, que a la postre es lo que le interesa al ciudadano.

Ahora bien, acepto que la concertación en Andalucía ha tenido fallos clamorosos, como que las asociaciones empresariales hayan disfrutado de la mitad justa de la “tarta” pero sobre todo al servir a determinados dirigentes de la CEA para crear una red clientelar entre la clase empresarial. Pero me temo que su crítica no vaya en esa dirección.

Para finalizar, señalarle que efectivamente la muy conocida frase "Socialista a fuer de liberal" es de Indalecio Prieto, y en mayúsculas la utilizo como subtítulo del blog. En minúscula va la cita de Pablo Iglesias, “Quienes contraponen liberalismo y socialismo, o no conocen el primero o no saben los verdaderos objetivos del segundo”, quien sabía que la democracia “burguesa” termina pervertida para servir a los intereses ilegítimos del capital, ahora mercados, pero nunca propuso una dictadura del proletariado sino la democracia del proletariado, en la que inevitablemente se subsumiría la clase burguesa, pero democracia al fin y al cabo. Posición mucho más liberal que la que defendería la CEDA años más tarde, exactamente en 1936.

Atentamente,

Pablo Morterero

domingo, 13 de noviembre de 2011

Ni siquiera les queda Paracuellos

¿No le ha pasado, amable lector o lectora, que cuando una persona de ideología filofacista (aunque militante en el PP, en UPyD o se declare apolítica) se siente atrapada por los crímenes del franquismo termina sacando, a modo de salvavidas, la mágica frase de Y Paracuellos, qué? Si yo fuese uno de los millones de fascistas sociológicos (utilizado en su sentido literal, no como insulto) que pueblan nuestro extenso territorio nacional, daría todas las noches gracias a dios por la carnicería de Paracuellos del Jarama.

Recientemente, comentando una noticia que una buena amiga había compartido en facebook sobre el anuncio de ETA de abandonar la lucha armada, compartí que una vez que se acabara con ETA habría que empezar a preocuparse por las otras víctimas, las de la Guerra Civil. De inmediato saltó un amigo de mi amiga para reprocharme mis palabras, con el argumento que eso no tocaba ahora. Sorprendido por el ataque, traté de argumentar mi posición de la necesidad de respetar a todas las víctimas, no a unas sí y a otras no. En medio del fragor argumental saltó con lo de Paracuellos.

He recordado este pequeño rifirrafe on-line con la lectura del artículo de Javier Cercas que con el título Buenas Noticias ha publicado El País Semanal de hoy. Hablando de las víctimas de ETA señala la necesidad de no caer en lo que Daniel Innerarity denomina la amenaza de la simetría, donde al final unos y otros terminan en un empate moral. Dice Cercas que todos debemos contribuir a que no ocurra en el País Vasco con ETA lo que ocurre en el resto de España con la guerra y el franquismo, donde la amenaza de la simetría casi se ha cumplido y goza de gran prestigio una visión equidistante de la historia en la que nadie tuvo la razón política y no hubo ni buenos ni malos; igualmente, todos debemos combatir la equidistancia respecto a la Guerra Civil y el franquismo con el mismo énfasis con que combatimos la equidistancia respecto a ETA.

Como ya he afirmado en algún post de este blog, comparto que en la Guerra Civil española se cometieron en ambos bandos acciones realmente espeluznantes. Pero la diferencia moral es abismal entre uno y otro bando, ya que mientras la República intentó por todos los medios evitarlas, entre los golpistas se promocionó la violencia sobre la sociedad civil como un instrumento de terror planificado para socavar la resistencia.

Paracuellos fue un episodio espantoso de la Guerra Civil, a la misma altura de los asesinatos de miles de civiles inocentes en Badajoz, Málaga, Écija, etc. Pero Paracuellos no será nunca el salvavidas moral de aquellos que intentan por todos los medios convencerse y convencernos, como hace ETA con lo suyo, que la Guerra Civil no fue una historia de buenos y malos, donde las víctimas fueron verdugos, y los verdugos víctimas. No. Cesar Vidal y compañeros mártires podrán intentar reescribir la historia y, como sin duda hará la ETA sociológica respecto a sus años de terror, justificar las bases sangrientas del estado franquista. Pero no. Nunca fue lo mismo, no hay simetría posible entre la corrupción moral de Queipo, Mola y Franco y la integridad moral de Besteiro y Azaña.

Por mucho que el fascismo sociológico español utilice Paracuellos como mantra exculpatorio.

martes, 10 de mayo de 2011

El notario de Zoido

En un post anterior calificaba al candidato del PP al ayuntamiento de Sevilla como Zoido “el copión”. Pero también podría añadirle el epíteto de “el desmemoriado”. Anda este magistrado en excedencia pidiendo un notario para que los candidatos del PSOE, Juan Espadas, e IU, Torrijos, para que se comprometan a dejar gobernar al más votado. Parece lógico exigir a un candidato que presume de su condición jurídica algo más de conocimientos políticos, porque ese modelo responde a los sistemas presidenciales que exigen una doble vuelta. Es decir, que para que en España se pueda impedir las coaliciones, deberíamos pasar a la elección de alcalde nominal, a doble vuelta, que confeccionara su equipo de gobierno, y por otro lado elecciones al consejo municipal que tendría un corte parlamentario. Es decir, un sistema mucho más caro que habría que financiar con impuestos.
Pero además de ser una exigencia intelectualmente pobre y torpe es engañosa. Porque en 1991 el PP pactó con el PA para dejar fuera de la alcaldía a la lista más votada, la encabezada por el compañero Luis Yáñez-Barnuevo, que alcanzó 12 concejales, frente a los 9 del PA y los 8 del PP. Y a resultas de aquel pacto “contranatura” salió de alcalde Alejandro Rojas Marcos, y cuatro años después Soledad Becerril como alcaldesa de Sevilla. Si el sr. Zoido quiere un notario, yo se lo ofrezco gratis: los datos electorales de 1991.
ELECCIONES MUNICIPALES 1991 - Sevilla
PSOE, 12 concejales, con 108.028 votos (el 38,41%)
PA, 9 concejales, con 77.168 votos (el 27,44%)
PP, 8 concejales, con 68.206 votos (el 24,25%)
IU CA, 2 concejales, con 19.216 votos (6,83%)
http://elecciones.lainformacion.com/municipales/1991/andalucia/sevilla/sevilla.html
La propuesta del sr. Zoido no dejaría de ser una “boutade” electoral si no fuera porque es la visualización de una estrategia importada desde los neocon norteamericanos y sus Tea Party, es decir, de los Radicales Neo Liberales: la falsificación de la historia y de la palabra. Además, señala la deriva totalitaria de la derecha española de cambiar las leyes cuando no les son propicias. ¿Qué puedo pactar y dejar fuera al PSOE aunque sea la lista más votada? Eso es democracia. ¿Qué me pueden dejar fuera aunque sea la lista más votada? Eso no es democrático. Eso hizo la derecha desde 1812 hasta 1975, y ahora han vuelto a las andadas.
Pero sería estúpido por nuestra parte no reconocer que esta estrategia es exitosa, y consiguen engañar a centenares de miles de buenos ciudadanos. Y así van socavando el estado de derecho hacia un estado totalitario donde se celebra unas elecciones sin valor. Una prueba la tenemos en la política penal. El PP es el paladín de endurecer las leyes haciendo creer a la población su teórica firmeza, mientras dejaban de promover oposiciones a los cuerpos de Policía y Guardia Civil, ni a cuerpos de Prisiones, sin construir cárceles ni nuevos juzgados, y dejaba sin recursos la Fiscalía Anticorrupción de Jiménez Villarejo en los gobiernos del sr. Aznar.
Está recorriendo España un correo titulado “Fue bajo el mandato de Aznar cuando…” (email que transcribo a continuación) y en el que se visualiza lo que hizo los dos únicos gobiernos del PP en democracia que es exactamente lo contrario de lo que aparentemente ahora parece que quieren hacer…. pero que el sr. Rajoy se niega a confirmar. El dato más escandaloso es el de la tasa de desempleo. El sr. Aznar dejo el gobierno con 11,5%, y en 2007, bajo gobierno del socialista Rodríguez Zapatero, ese año en que a pesar de las afirmaciones del PP no había crisis, la tasa fue del 8,3 ¡la más baja de la historia de España!. El PP anda empeñado en crear un mundo irreal a base de mentiras. Que triunfe o no depende de los y las ciudadanas. Esa es precisamente la grandeza de la democracia. Sin notarios, claro.

Fue bajo el mandato de Aznar cuando…
Tasa de desempleo
Evolución de la tasa de desempleo media anual en España entre 1994 y 2011.
1994-24,1……FELIPE
1995-22,9…. ”
1996-22,1…. AZNAR
1997-20,6… ”
1998-18,6… ”
1999-15,6… ”
2000-13,9…. ”
2001-10,6…. ”
2002-11,5… ”
2003-11,5… ”
2004-11,0… AZNAR_ZP
2005-9,2…. ZP
2006-8,5…. ZP
2007-8,3…. ZP .-.LA TASA MÄS BAJA
2008-11,3….ZP– CRISIS MUNDIAL
2009-18,0….ZP
2010-20,1….ZP
2011-20,2….ZP
1. Fue bajo mandato de Aznar cuando se hinchó LA MAYOR BURBUJA INMOBILIARIA que hemos conocido en España, alentada por la pasividad de la administración central ante interferencias exógenas, sobre todo, la afluencia de dinero negro al mercado del ladrillo.
2. Fue bajo mandato de Aznar cuando DEJÓ DE CONSTRUIRSE VIVIENDA SOCIAL, pues a los promotores amigos de Aznar les salía más a cuenta construir pisos de renta libre, a los cuales no puede aspirar un español con un sueldo modesto.
3. Fue bajo mandato de Aznar cuando conocimos LA PEOR INFLACIÓN SUBITÁNEA DE LOS TIEMPOS MODERNOS, la provocada por el “"efecto euro"”, de modo que los precios se multiplicaron por dos y por tres ante la connivencia culpable de las autoridades peperas.
4. Fue bajo mandato de Aznar, y con Acebes en el Ministerio del Interior, cuando España padeció EL PEOR ATENTADO DE SU HISTORIA, ello a pesar de que los servicios secretos ya habían alertado de la inminente posibilidad de un golpe terrorista de gran magnitud.
5. Fue bajo mandato de Aznar cuando se produjo EL PEOR DESASTRE MEDIOAMBIENTAL que ha sufrido nuestro país, y no fue el accidente del Mar Egeo, no, sino el hundimiento del Prestige: una catástrofe provocada por las propias autoridades peperas y contra el criterio de los especialistas en catástrofes navieras.
6. Fue bajo mandato de Aznar cuando LA MENTIRA Y LA OPACIDAD se erigieron en pauta de acción gubernamental: se dejaron de publicar las encuestas del CIS, se alteraron los criterios de medición de los ítems de crecimiento, se ocultó información a la opinión, se enmascaró la verdad y se tergiversaron los hechos de manera sistemática, voluntaria y tenaz.
7. Fue bajo mandato de Aznar cuando LA JERARQUÍA CATÓLICA TOMÓ EL MANDO DE LA SOCIEDAD, en una operación de concubinato político que quiso reimplantar por decreto la religión en los colegios públicos y poner a los cardenales en la cúspide del protagonismo moral.
8. Fue bajo mandato de Aznar cuando se emprendió una OPERACIÓN DE REVISIÓN HISTÓRICA (liderada por Pío Moa, autor de varios libros de cabecera del ex-Presidente) para rehabilitar la memoria del franquismo y relativizar la diferencia entre dictadura y democracia.
9. Fue bajo mandato de Aznar cuando EL ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS SUFRIÓ EL PEOR ATAQUE por parte del Gobierno central, tal como han avalado (y enmendado) sucesivas sentencias del Tribunal Constitucional.
10. Fue bajo mandato de Aznar cuando EL PODER JUDICIAL FUE ESCENARIO DE CHANCHULLOS Y COMPONENDAS, con casos tan notorios como el que protagonizaron los “fiscales indomables”, el juez prevaricador Gómez de Liaño, o el Fiscal Jefe más parcial de la historia, Jesús Cardenal.
11. Fue bajo mandato de Aznar cuando se conoció el PEOR ESCÁNDALO FINANCIERO de los últimos 25 años, el caso Gescartera, en el cual las cúpulas eclesiástica y militar, políticos del Partido Popular, miembros de los organismos reguladores del mercado y las familias más selectas de la aristocracia perdieron miles de millones por su codicia y su soberbia.
12. Fue bajo mandato de Aznar cuando AUMENTÓ LA PRESIÓN FISCAL sobre las rentas del trabajo y disminuyó la que gravaba las rentas del capital, de modo que la especulación financiera era tratada con mayor benevolencia impositiva que el trabajo honesto y cotidiano.
13. Fue bajo mandato de Aznar cuando SE CONGELARON LOS SUELDOS PÚBLICOS, EL SALARIO MÍNIMO Y LAS PENSIONES, lo cual supuso una merma del poder adquisitivo para las capas más desfavorecidas de la sociedad (justamente, las que no votan al Partido Popular).
14. Fue bajo mandato de Aznar cuando SE IMPUSO UN MERCADO LABORAL BASADO EN LA PRECARIEDAD, con contratos-basura, sin estabilidad en el empleo y, sobre todo, que estimulaba la subcontrata como vía abierta para el fraude y el recorte de los derechos sociales.
15. Fue bajo mandato de Aznar, y por expreso deseo suyo, que SE REFORMÓ EL CÓDIGO PENAL PARA PERSEGUIR A UNA PERSONA, concretamente, al Presidente del Gobierno De Euskadi, con objeto de castigarle si llevaba a la práctica su proyecto de convocar una consulta popular en torno a la reforma del Estatuto vasco.
16. Fue bajo mandato de Aznar que el Gobierno popular CONCEDIÓ DE MANERA FRAUDULENTA SUBVENCIONES EUROPEAS A SECTORES AFINES, como es el caso de las ayudas al gasóleo profesional o al cultivo del lino. El importa de estas subvenciones ilegales ha tenido que ser reintegrada ahora por Zapatero, y con cargo al erario público.
17. Fue bajo mandato de Aznar cuando la mayor partida destinada a subvencionar a entidades sin ánimo de lucro se fue en APOYAR LA LABOR EVANGELIZADORA DE LA FUNDACIÓN FRANCISCO FRANCO, mientras Cruz Roja y otras ONG humanitarias veían sensiblemente recortadas las aportaciones estatales.
18. Fue bajo mandato de Aznar que SE CONCEDIÓ EL INDULTO A ALTOS MANDOS MILITARES QUE PROMOVIERON EL GOLPE DEL 23-F (el más reputado de todos ellos, Alfonso Armada).
19. Fue bajo mandato de Aznar que LA LABOR DE UN TORTURADOR DEL FRANQUISMO MÁS NEGRO Y CRIMINAL, MELITÓN MANZANAS, RECIBIÓ EL RECONOCIMIENTO DE LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS ESTATALES, ya me dirán ustedes a santo de qué.
20. Fue bajo mandato de Aznar que LA CORPORACIÓN DE RADIOTELEVISIÓN ESPAÑOLA CONOCIÓ LA MAYOR INJERENCIA DE LA HISTORIA EN SU INDEPENDENCIA PROFESIONAL, tal y como los Tribunales de Justicia han reconocido tras tomar cartas en el asunto. Por culpa de Urdaci, fue despedida de manera improcedente (y readmitida por sentencia judicial) la periodista Angela Rodicio, incómoda para las tesis aznaristas sobre Irak, o se condenó al Ente público por vulnerar el derecho de huelga. Además, los redactores de TVE se vieron sometidos a una presión política tan inmisericorde, que se vieron obligados a firmar un manifiesto conjunto denunciando la situación.
21. Fue bajo mandato de Aznar que SE QUISO IMPEDIR QUE LA JUSTICIA ESPAÑOLA INVESTIGASE LOS CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD perpetrados por Augusto Pinochet y otros dictadores del cono sur. Ha tenido que intervenir el Tribunal Constitucional para ordenar que los delitos protagonizados por los caudillos de la derecha atávica puedan ser juzgados en España, en contra de las tesis aberrantes que defendió en su momento el Partido Popular.
22. Fue bajo mandato de Aznar que el Partido Popular rompió todos los consensos (ni siquiera consultó, como sí ha hecho el ministro Ángel Gabilondo) y llevó adelante la APROBACIÓN EN SOLITARIO DE UNA LEY EDUCATIVA EN LA QUE SE PRIVILEGIABA A LOS CENTROS PRIVADOS y concertados, en especial a los que gestiona la Iglesia Católica en España —ello, en perjuicio del derecho de todos los españoles a recibir una educación de calidad en igual de condiciones.
23. Fue bajo mandato de Aznar cuando ESPAÑA SE APARTÓ DE EUROPA Y LATINOAMÉRICA para prosternarse ante el Tío Sam, lo cual supuso poner en peligro la cohesión de la política exterior y los históricos vínculos de amistad y cooperación con países amigos.
24. Y, sobre todo, fue bajo mandato de Aznar cuando, por primera vez en democracia, EL EJÉRCITO ESPAÑOL PARTICIPÓ EN UNA GUERRA ilícita e inmoral, contra las pruebas y los dictámenes de Naciones Unidas, contra la voluntad mayoritaria del Pueblo español, e incluso contra el deseo del mismísimo Papa de Roma.



lunes, 4 de octubre de 2010

Funcionarios

Este post va de la función pública. Si esperas, querida lectora o lector, que en él se viertan diatribas contra los funcionarios y la función pública, mejor que dejes de leer. Y vaya por delante que no soy funcionario público ni nunca he tenido intención de serlo. Trabajar en una administración pública no es algo que me haya motivado nunca, y de hecho las únicas oposiciones a las que me presenté, más por presiones familiares que por convencimiento propio, se resolvieron con un pavoroso fracaso.
Pero siempre he sentido un especial cariño por el trabajador público. En un esquema ideológico, toda vez que el aparato del Estado se democratizó, dejando de ser el instrumento de los poderosos para mantener sus intereses, los funcionarios públicos se convirtieron en la mejor salvaguardia de los intereses de aquellos que antiguamente se conocía como clase obrera, y hoy en día como clase media.
Que los servidores públicos sean el primer dique de contención del Estado democrático les ha convertido en el objetivo preferente de los totalitarios NeoConservadores radicales, que han eliminado a la persona de su esquema y sustituido por el mercado. Y por eso los ataques permanentes y muchas veces sutiles que se han utilizado en su contra.
Primero se empezó por una parte de los servidores públicos, los políticos, como una forma de socavar los cimientos de un poderoso edificio: el Estado democrático. Cuando se convencieron que en la opinión de la ciudadanía los políticos estaban suficientemente desprestigiados, continuaron por los profesionales de la cosa pública: los funcionarios, a los que tachan de vagos, insolidarios, burócratas, etc.
Sería estúpido por mi parte, no obstante, negar que la mala fama del conjunto de la función pública tiene su origen en muchas equivocaciones, particulares y colectivas, de los propios funcionarios, sus organizaciones sindicales y los políticos que lo gestionan. Pero también es igualmente cierto que a pesar de todo ello, en España tenemos una clase funcionarial muy profesional, diligente, responsable y eficaz.
Para los que siempre estuvimos excluidos de la clase dirigente del Estado burgués, el aparato del Estado democrático, la Administración, es la base de la defensa de nuestros intereses.
Una función pública adecuadamente dotada económicamente, prestigiada y de calidad es fundamental si pretendemos que el Estado siga siendo democrático y no derive hacia un totalitarismo de mercado.
Para eso, sin duda, hay que hacer reformas, tanto en el acceso como en la gestión de los amplios recursos que manejan.
Mantener el acceso a la función pública de acuerdo con los principios de mérito y capacidad, tal y como establece nuestra Constitución, es fundamental. Pero no creo que el mecanismo de oposiciones hasta ahora mantenido sea el mejor. He podido comprobar en todos estos años que acceder a la función pública mediante oposiciones obliga a los opositores, en muchísimos casos, a dedicar los mejores años de su vida, cuando más pueden aportar profesionalmente, a prepararse amplísimos temarios, sacrificando su vida personal y familiar, con un costo económico altísimo para sus familias, posponiendo sine die la formación de una familia o la paternidad y la maternidad, sin tener nunca la seguridad que tanto esfuerzo llegue a buen puerto.
Cuando finalmente se accede a una plaza, tras lustros o incluso décadas de estudios, se encuentran con un panorama laboral muchas veces rutinario, de promoción decimonónica, que lleva a muchos y a muchas, equivocadamente sin duda, a pensar que el esfuerzo que debían hacer en su vida laboral ya está hecho y sólo les queda aguantar hasta la jubilación.
La función pública que conocemos, la de oposiciones, puestos de trabajo para toda la vida, etc. nació como solución al problema de los cesantes del siglo XIX, que tan bien describió en “Miau” nuestro admirado Benito Pérez Galdós. Pero pasados casi cien años, se han producido y acumulado un sinnúmero de efectos perniciosos, casi tan graves como los que se intentó eliminar con su implantación.
Claro está que, en todo caso, se trata de un problema colectivo de nuestra sociedad, no un problema de los funcionarios. Tampoco se trata de buscar fórmulas para abaratar los costos de la administración, ni de sortear con fórmulas que rozan la legalidad la obligación de seleccionar a los trabajadores públicos en función de su mérito y capacidad.
También es cierto que no tengo la fórmula perfecta, aunque a veces pienso que una opción tipo MIR podría ser adecuada: un grado para luego acceder, por nota, a un curso de especialización, en el cual ya se cobraría, y si se supera éste con éxito, se incorporaran sin más a la administración.
Creo en la administración pública, creo en nuestros funcionarios no sólo porque mi experiencia vital me ha enseñado que se puede confiar en ellos, sino que además mi orientación ideológica me señala que la clase funcionarial es el soporte que garantiza la mayoría de nuestros derechos constitucionales.

viernes, 27 de agosto de 2010

Diga vd. la verdad

Dicen de Rajoy muchas cosas, entre otras que es soso. Pero su mayor virtud es la reiteración. Eso puede ser señal de varias cosas: convicción, cabezonería, cortedad mental o discurso prefabricado.
Y Rajoy tiene mucho de prefabricado. Es como las piezas del TENTE que igual servía para construir un barco que un helicóptero. Uno de los 11 principios de Goebels, el de orquestación, afirma que “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: «Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad».
La Verdad del PP de Rajoy es la supuesta mentira de ZP. Si recordamos (o buscamos por Google que es más fácil) encontraremos que los chavalotes de la FAES entregaron al PP desmoralizado del 14-M un principio de orquestación que, hay que reconocerlo, vale su peso en oro: Diga usted la verdad.
Así, a vuelo pluma, encontramos la reiteración no solo en labios de Rajoy sino también en los de otros destacados miembros del Partido Popular:
Rajoy exige a Zapatero que 'diga la verdad' sobre Afganistán en el Congreso” (EL MUNDO); “Rajoy pide a la ministra Salgado que diga la verdad sobre la situación económica” (PUBLICO); “Rajoy pedirá a Zapatero que diga "la verdad" sobre el proceso de paz” (LA VOZ DE ASTURIAS); “Mayor Oreja pide al Gobierno que diga la "verdad" sobre la negociación con ETA” (DIARIO DE SEVILLA); No me ha contestado”, ha replicado Rajoy, que ha pedido al presidente que “diga la verdad” respecto a la subida impositiva porque “la gente tiene derecho a saber(ADN).
La fortaleza de la frase es que extiende un manto de sospecha sin necesidad de concretar nada. Si exijo a alguien que diga la verdad, lo que realmente estoy afirmando es que lo que dice la otra persona es mentira, pero sin la necesidad de demostrar cual es a mi entender la verdad. Pero sobre todo consigue otro efecto que Goebbels califica de principio de simplificación: adoptar una única idea, y es que ZP siempre miente… incluso cuando dice la verdad, como llegó a afirmar el director de La Gaceta, Carlos Dávila, "Al mentiroso nunca se le cree, aun cuando diga la verdad".
Y la insistencia sobre el discurso de "diga usted la verdad" ha conseguido que una amplia capa de la población llegue a tener la impresión de que ZP es un mentiroso compulsivo, que mintió sobre el 11-M, sobre la negociación con ETA, sobre la guerra de Afganistán, sobre la crisis económica, etc. Pero esa es una verdad-mentira perfectamente fabricada.
La verdad de la güena, no la “verdad” del PP, la FAES y los Radicales Neoliberales Totalitarios (RNLT), es que la aplicación de los 11 principios goebbelianos es fascismo puro y duro. Y parece que los muchachotes del PP no conocen otra “biblia” en su acción política.

domingo, 25 de julio de 2010

Cajasur: el secreto guardado… o no?

En Andalucía siempre se ha afirmado que Cajasur era algo más que una caja de ahorros andaluza, ya que la Iglesia Católica y incluso el Estado Vaticano la utilizaban como su banca para gestionar los recursos, realizar inversiones, controlar transferencias, etc.
Por ello, la defensa numantina para escapar del control de una administración socialista se ha interpretado como el esfuerzo para evitar que el “enemigo” se apoderara de secretos sensibles para la economía católica.
Primero fue el enfrentamiento para evitar que se le aplicara la Ley de Cajas andaluza, salvada in extremis por la intermediación de Rodrígo Rato desde el ministerio en Madrid. Luego ha sido la fusión con Unicaja, donde la dirigencia religiosa de Cajasur ha preferido ser encausada por el Banco de España antes de permitir que el largo brazo de la Junta de Andalucía llegara a enterarse de sus “secretos”.
Según algunos, varias han sido las maniobras de la Iglesia Católica Española para asegurarse un cierto control de la Obra Social de la extinta Caja andaluza, pero la opción BBK, según algunos mentideros andaluces, va mucho más allá.
Se rumorea que desde la Iglesia Católica vasca se ha asestado un golpe a Rouco Varela, consiguiéndose un as para parar el golpe de los radicales rouquista que en los últimos años han ido cercando y desmontando la iglesia autónoma vasca. Apoderándose de Cajasur a través de BBK, la Iglesia Católica de Euskadi se apodera de sus secretos. Con lo cual todos los esfuerzos de Rouco Varela y los suyos para huir del enemigo socialista ha terminado en la entrega de todos sus secretos al cordial enemigo amigo. Lo que no deja de provocar cierta hilaridad en Andalucía, ya que la venganza se sirve en frío.

viernes, 23 de julio de 2010

El premio es el Estado

Si seguimos las noticias por los medios de comunicación o escuchamos los comentarios de amigos y familiares, lo importante ahora es el paro y la economía. Y como casi siempre, lo evidente es engañoso.
La crisis económica actual no deja de ser una crisis más del sistema capitalista, necesarias cada cierto tiempo para resolver sus contradicciones intrínsecas. Lo que le hace completamente diferente no es el aumento del paro, la quiebra de empresas o la bajada del PIB sino las respuestas e imposiciones que desde múltiples instituciones adscritas al Radicalismo Neoliberal (RNL) están transformando nuestra realidad no ya económica sino institucional.
El control que hasta la Segunda Guerra Mundial ejercía el Capital en los sistemas políticos de occidente saltó por los aires a través de la socialdemocracia europea que permitió la participación real, por primera vez en la historia, de la base de la pirámide social (clase trabajadora, clases populares, o como quiera llamársele) en las instituciones del Estado.
Por primera vez en la historia de las democracias, el Estado y su aparato (administración, justicia, policía, ejército) ya no era coto privado del Capital sino que debía compartirlo e incluso cederlo al conjunto de la sociedad.
La reacción del Capital fue lenta, incluso inexistente en un primer momento. La fuerza de la ideología marxista, el temor real a la extensión del comunismo en su versión soviética, etc, paralizó al Capital, dejando con su inacción espacio a la democratización profunda de los Estados.
Cuando llegó, la reacción del Capital se vehiculizó a través de los Think Tank (traducible como Depósitos de Ideas) creándose la corriente Neoliberal, que usurpando el término a la venerable ideología decimonónica, la transformó en un verdadero movimiento totalitario.
El objetivo del Radicalismo Neoliberal es volver a privatizar el poder. Dado que era imposible recuperar el Estado, éste se convertía en el enemigo a batir. Y para ello era necesario sustituirlo por el Mercado.
Si observamos las propuestas del Radicalismo Neoliberal para superar esta crisis observamos que la propuesta final es la sustitución del Estado Nacional por el Mercado Internacional. Dado que los Estados Nacionales están más o menos democratizados, lo que esconde la propuesta es sustituir sistemas democráticos por un sistema totalitario.
Por ello, el Mercado es, en sentido estricto, similar al nazismo y al comunismo soviético. Un sistema totalitario que escapa del control democrático, que es gestionado por las élites y cuyo enemigo a batir son los sistemas democráticos.
Sorprendentemente, la sociedad democrática asiste paralizada al mayor trasvase de poder de un conjunto de sistemas democráticos a un sistema totalitario.
Al Radicalismo Neoliberal le sirven todos los errores de los sistemas democráticos y sus gestores, los y las políticas. La corrupción, los nacionalismos periféricos, el descrédito de la clase política y de la función pública, etc, son parte del asfaltado necesario para llegar al objetivo final.
Muchos son los desafíos del Radicalismo Neoliberal, entre otros, China. Pero para las sociedades democráticas como la española, la pérdida de ese poder puede llegar a ser dramático. Cuanto más se vacía el Estado, cuanto más se privatiza la gestión pública, más irrelevante se convierte el sistema democrático y menos poder real tienen las y los trabajadores y gran parte de la antigua burguesía. En un último estadio, al Radicalismo Neoliberal no le importa el mantenimiento del Estado como carcasas vacías, meramente protocolarias, que en el mejor de los casos sean sus extremidades ejecutoras.
Por eso, hoy la Revolución es recuperar el Estado, devolverle su poder y su función. La democratización del Estado fue el gran éxito de las sociedades occidentales a mediados del siglo XX. Y su vaciamiento el premio del Capital.

domingo, 11 de abril de 2010

La muerte de un cretino

Ya sabemos que es costumbre patria hablar solo bien de los muertos. Parece que la muerte es un salvoconducto hacia la bondad o la puerta a un miedo ascentral a la venganza de los muertos.
Pero en este caso hay que reconocerlo: el presidente polaco Kaczynski era un cretino y con su muerte el mundo es un lugar un poco mejor.
Los adjetivos que me atrevo a utilizar son amplios: homófobo, idiota, imbécil, soberbio, prepotente, reaccionario, tóxico.
Sobre las causas de su muerte, EL MUNDO ofrece un amplio abanico que muestra que el mayor responsable de la tragedia fue la propia estupidez del presidente polaco. "Kaczynski ordenó a su piloto aterrizar en Tiblisi en 2008 pese a los controladores - El presidente polaco fallecido hizo uso de sus facultades como comandante en jefe del Ejército para ordenar el aterrizaje" Este antecedente parece que puediera estar detrás de la insistencia del piloto de realizar cuatro intentos de aterrizaje a pesar de las órdenes de los controladores para que aterrizaran en otro aeropuerto por la mala visibilidad.
"Kech Kaczynski pronunció esta frase: ahora que he visto a un primer ministro ruso lamentar la matanza de Katyn, puedo morir tranquilo" (EL MUNDO – edición papel : 11 de abril de 2010, página 34). La propia formulación de la frase muestra la estulticie del que la emite.
"Pero es que, además, este viaje nunca debió producirse. Porque el miércoles ya tuvo lugar un acto histórico en Katyn de homenaje a las víctimas, presidido por el primer ministro polaco, Donald Tusk, y por Putin, con el que se trataba de iniciar una nueva página en las intrincadas relaciones entre Varsovia y Moscú. Kaczynski se negó a asistir por sus irreconciliables diferencias tanto con Tusk como con el Kremlin. Y decidió organizar una ceremonia alternativa ayer, que incluso le iba a privar de su intención de acudir al Bernabeu para ver el Real Madrid-Barça" (EL MUNDO – Edición papel : 11 de abril de 2010, Editorial página3).
Se demuestra que para el presidente polaco lo principal no eran las víctimas estalinistas sino su propia soberbia. Su inmenso ego albergado en tan pequeño cuerpo no podía aceptar compartir el homenaje con su propio primer ministro y Putin, sino que necesitaba su propia ceremonia acorde con su vanidad, importándole un pepino las víctimas.
Los dos hechos más conocidos en España de su presidencia han sido su boicot a la Constitución de la Unión Europea, aprobada por el pueblo español en su version original, y por las Cortes Generales en su versión reducida; y su empeño en perseguir a los gays y las lesbianas de Polonia.
Hablamos no solo de iniciativas legales para prohibir la promoción de la homosexualidad o cualquier otra desviación de los centros educativos con el despido, multas o el encarcelamiento, sino también de estupideces como la de promover una investigación para conocer si tras los Teletubbies se escondía una campaña de promoción de la homosexualidad.
Bajo su presidencia, miembros del gobierno y la mayoría parlamentaria han pronunciado frases como “No confundamos la propaganda brutal de la homosexualidad con llamamientos a favor de la tolerancia. Se trata de un tipo de locura, y en vista de esto, para ellos, nuestro gobierno será sin duda una noche oscura”, “Si los desviados comienzan a manifestarse, habrá que aporrearlos” o “Las prácticas homosexuales conducen al drama, el vacío y la degeneración”. Muy recomendable es leer la entrada “Homosexualidad en Polonia” que le dedica Wikipedia.
Su homofobia ha causado dolor y sufrimiento en miles, decena de miles de gays y lesbianas polacas. Un dolor causado de forma intencionada, planificada y voluntaria. En definitiva, el presidente polaco era un sádico homófobo, prepotente, paranoico, torturador y estúpido al que pudo más su soberbia que su inteligencia y responsabilidad. Los gays y las lesbianas del mundo estamos de enhorabuena. Con su muerte, las personas de bien debemos alegrarnos de que Polonia y Europa sean lugares un poco mejor.