domingo, 16 de septiembre de 2018

En el centenario del fallecimiento de la poeta Mercedes de Velilla


El pasado 12 de agosto se cumplieron 100 años del fallecimiento de la poeta sevillana Mercedes de Velilla, ocurrido en 1918 en la villa de Camas.

El “exilio” de Mercedes a Camas, dolorosamente vivido por la poeta, respondió a necesidades económicas y de la protección brindada por su hermana Reyes y su segundo marido, Juan Agustín Palomar, maestro de dicha localidad.

Porque a pesar de las privaciones los últimos años de su vida, la realidad es que Mercedes de Velilla siempre contó con la aprobación y apoyo de la ciudad, siendo una actora constante en cuantas actividades culturales y poéticas se celebraban.

Velilla fue, sin duda, una de las poetas españolas más señeras y difundida del siglo XIX, que contó con el apoyo y la simpatía de las élites culturales de su ciudad. Con obra que se expandió no solo en nuestro país, sino que llegó más allá de nuestras fronteras (Sudamérica, Italia, Portugal), fue tenida como una de las mujeres más importantes de su tiempo por intelectuales como el dramaturgo Adelardo López de Ayala, el hispanista alemán Juan Fastenrath, e incluso el poeta onubense Juan Ramón Jiménez.

Pero finalmente su mayor temor se convirtió en realidad. Expatriada en la localidad de Camas, escribió, en el que considero el más conmovedor de sus poemas, “Consolar al triste. A los poetas sevillanos”

Hermanos, ved lo que os pido:
no de dejéis siempre sola
en mi sepulcro escondido,
porque me espanta la ola
quieta y muda, del olvido.

Me espanta, que á mi alrededor
entre sepulturas huecas
brame el viento mujidor
y cubran las hojas secas
mi tumba sin una flor.

Llegue también vuestra égida
á mi eterna soledad,
que una memoria sentida,
es también en la otra vida,
una flor de caridad.

Pero Sevilla, siempre madrastra, nunca madre, pronto la olvidó. Como se dolía su hermano José de Velilla, en la corona poética de la otra gran poeta sevillana Concepción de Estevarena (con quien tanto compartió Mercedes), “Sevilla, esta ciudad ilustre, tan querida de sus hijos, como para ellos ingratas, y olvidadiza de sus glorias”.

Ese manto de olvido también ha cubierto a Mercedes, al punto que la ciudad de Sevilla (ni su ayuntamiento ni sus instituciones culturales como al Real Academia de las Buenas Letras o el Ateneo) no le ha dedicado ningún acto al centenario de su muerte.

Ha sido la modesta villa de Camas, esa “aldea” en la que Mercedes vivió como una exiliada, la que reconociendo su figura ha realizado varios actos en esta efeméride.

Uno de ellos ha sido la publicación de la biografía novelada “Las Hojas en Blanco de la Velilla”, de la que soy autor, presentada el 8 de marzo de 2018 en Camas, y que el próximo 29 de octubre presentaremos en la Biblioteca Infanta Elena, de Sevilla.

Las efemérides son solo oportunidades para recordar. Pero sin duda Mercedes, y, como no, su íntima confidente Concepción de Estevarena, merecen nuestra admiración y recuerdo permanente.

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