jueves, 29 de noviembre de 2012

Bonobos: enemigos de dios.

Siempre me ha sorprendido la capacidad de algunos para aceptar sin mayor complicación dos argumentos que se contradicen. Mi maestro siempre ha sostenido que es debido a la existencia de departamentos estancos, de redes sinápticas desconectadas entre sí, en los cerebros de dichos individuos.
      
Pero sin duda no puede dejar de sorprender la utilización torticera del término natural que hace la religión cristiana, al calificar como antinatural determinados comportamientos, como la homosexualidad, para a continuación rechazar categóricamente comportarnos como animales, es decir, de forma natural. ¿En qué quedamos?
    
Afortunadamente la ciencia nos ayuda a desmotar muchos de los prejuicios, aunque debemos aceptar con humildad que ni siquiera ella es capaz de derribar las más profundas convicciones de muchos a los que dios les habla (como recientemente ha reconocido el expresidente Aznar, que al parecer dios le habló después del atentado de ETA, lo que, a decir de algunos, más que fe se trata de esquizofrenia)
    
Recientemente, un blog de publico.es, titulado Principia Marsupia, nos hablaba de las investigaciones de la antropóloga Isabel Behncke, de la Universidad de Oxford, la cual ha investigado a los bonobos, una especie que junto al chimpancés, es la evolutivamente más cercana al ser humano.
    
Pues bien, según Behncke, los bonobos conviven en las sociedades más pacíficas observadas entre los mamíferos. ¿Su secreto? El matriarcado y los altos niveles de actividad sexual.
    
Si los seres humanos recurren al poder para resolver sus problemas de sexo, los bonobos recurren al sexo para resolver sus problemas de poder. Además, estos primates constituyen la única especie animal que practica las mismas actividades sexuales que los humanos: besos con lengua, sexo oral y coito macho-hembra, macho-macho y hembra-hembra.
    
Cuando se presenta un conflicto, los bonobos recurren al sexo entre los contrincantes y por eso los niveles de tensión siempre se mantienen muy bajos. Las sociedades bonobas están dominadas por las hembras que, aunque más débiles físicamente, se organizan en alianzas femeninas que las cohesionan fuertemente.
     
Son los bonobos es otra de las especies animales, junto a los humanos, que claramente utilizan el sexo sin un fin reproductivo, lo que echa por tierra a los exégetas monoteístas, empecinados en vincular sexo y reproducción para mayor gloria de dios. Ya me parece escuchar aquello que debemos no comportarnos como animales ni de forma antinatural, que eso sí que es un contra dios.
       
Pero es sin duda en el campo de la ciencia ficción de la que llaman diseño inteligente donde la existencia de los bonobos puede provocar un cataclismo de dimensiones cósmicas.
      
De aceptar esa teoría, seudocientífica, deberíamos también admitir que en su infinita sabiduría, ese dios que ha dirigido de forma inteligente la creación ha apostado también por una especie animal que sin el pecado original disfruta de las relaciones homosexuales y el sexo oral. Es decir, que en el supuesto diseño inteligente de dios, también hay cabida para el placer sexual sin culpa ni pecado.
       
¡Anda que como se entere Rouco le da un patatús!
       
PD: No es por dar ideas, pero ¿alguien podría sugerir a israelíes y palestinos que solucionen sus diferencias al estilo de los bonobos? Y no porque uno de hamás coiteando con un rabino puede tener su aquel, sino porque tal vez así puedan convivir en esa solución habitacional que llaman  próximo oriente.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Genocidas

Ahora que la Fundación Franco va a rendir un homenaje al felón general que violentó su sagrado juramento de fidelidad al gobierno legal de la II República, alentó la masacre del pueblo español a través de una durísima guerra civil de tres años, y mantuvo al país subyugado durante treinta y cinco más, quiero compartir contigo, amable lector o lectora, una reflexión en torno a sus descendientes morales, políticos y sociales.
       
Es habitual que la única respuesta de la derecha reaccionaria, caciquil y resabiada española, esa que encarna tan bien el PP, medios como Intereconomía, La Gaceta, La sin-Razón, y voceros como Jiménez Losantos, César Vidal, etc. utilizar el famoso “y tú más” para intentar silenciar la crítica hacia sus postulados violentos.
   
Un caso paradigmático al que ya dediqué un post es Paracuellos, un caso trágico y repugnante, que intentan reiteradamente utilizar como escudo para defenderse de otros semejantes donde los suyos no fueron las víctimas sino los verdugos: Málaga, Badajoz, etc.
    
Así, ante la crítica al genocida Franco saltan con el genocida Stalin; ante la crítica a Fraga utilizan a Carrillo; ante el asesinato de Miguel Hernández se defienden con el de José Antonio Primo de Rivera.
   
Pero como todo argumento falaz, es fácilmente rebatible, porque en el fondo estamos de acuerdo: Francisco Franco y Josef Stalin eran unos genocidas terribles, cuyas vidas deberían servir de ejemplo, en escuelas e institutos de todo el mundo, de la maldad, la crueldad y la inmoralidad del ser humano.
    
Paracuellos, como Málaga, Gernika y Badajoz son ejemplos de la saña del ser humano hacia el ser humano, y sus autores, ya fuesen milicianos, militares de carrera o civiles, merecen toda nuestra indignación y nuestro desprecio moral.
   
Si Carrillo tuvo alguna responsabilidad en Paracuellos merece nuestro más absoluto desprecio como el que nos merece Manuel Fragra por los asesinatos de presos políticos durante el régimen genocida de Franco.
    
La diferencia fundamental es que mientras yo sí tengo la dignidad humana de rechazar categóricamente todo tipo de genocidios y hechos violentos, vengan de la derecha o de la izquierda, ellos, los herederos económicos, políticos y sociales del franquismo, muestran su maldad y miseria moral al defender los que hicieron los suyos: sus padres, sus abuelos, sus líderes.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Fábula de los tres náufragos

Los tres hombres de la barca cayeron al mar agitado cuando el bote volcó. La fuerte corriente les alejó de su más seguro salvavidas y quedaron a merced de las olas.
        
El primero no quiso resignarse a su destino y braceó y braceó sin descanso, como intentando agarrarse a una maroma inexistente. Sus movimientos le sumergían una y otra vez en el agua, por lo cual pateaba para salir a la superficie. Tanto esfuerzo le agotó y finalmente no pudo evitar hundirse en las profundidades de la mar, ahogándose.
    
Los otros dos optaron por intentar flotar de espaldas, evitando todo movimiento brusco que les consumiera las fuerzas y les hicieran hundirse. Gracias a ello, después de un buen rato vieron llegar una barca con unos pescadores que desde la orilla habían visto el naufragio.
    
Cuando se encontraban cerca de los náufragos le lanzaron una maroma. Uno de ellos no dejó de intentar flotar de espaldas, esperando que la mar acercara la cuerda para agarrarse a ella. Pero la corriente le alejaba cada vez más hasta que se perdió en la lejanía. En la soledad del mar terminó por agotarse y murió ahogado.
    
El tercer náufrago, que también había flotado de espalda, en cuanto vio la cuerda braceó, agitó sus piernas, intentando llegar hasta a ella. Se agarró fuertemente y esperó que los marineros tiraran fuerte hasta conseguir que le subieran al bote.
    
Moraleja: hay que saber cuando hay que luchar y cuando esperar, so pena de no sobrevivir ante los embates de la vida.

martes, 13 de noviembre de 2012

Zoidotízate

No hay nada más malo que defraudar las expectativas que creas.
      
Esta es una de las razones por las que muchas personas se paralizan y son incapaces de llegar más lejos. Claro que hay excepciones: los osados, los temerarios y los irresponsables suelen ir mucho más lejos de lo que la prudencia y la cordura recomienda. Y, sorprendentemente, muchas veces ven coronada su osadía, su temeridad o su irresponsabilidad con los laureles de la victoria. Claro que hay otra razón con mucho menos lustre. La idiotez. Y a estas alturas de la legislatura no sabemos a qué podemos achacar la carrera alocada de Juan Ignacio Zoido hacia el precipicio.
    
Como persona comprensiva, acepto que era muy difícil para un espíritu apocado el subidón adrenalítico que supuso para nuestro alcalde la marcha triunfal del Corpus de 2011. Posiblemente sus emociones iban en la misma línea que la de Julio César al avanzar victorioso sobre las calles de Roma a su entrada en la capital del Imperio, con el galo Vercingetórix a sus espaldas, cautivo y desarmado.
    
Pero hay “victorias” envenenadas, y desde entonces, la carrera triunfal de Zoido ha sido una maratón que está dejando exhausto hasta el más voluntarioso de sus palmeros.
    
Sin duda, la semana que ha comenzado se está convirtiendo en una de las peores de su vida para el “probre” Juan Ignacio. Si su periódico de cabecera, el ABC, anunciaba el domingo 11 que el ínclito se volvía a poner la cazadora en una especie de pax zoídica por los distritos, los abucheos sufridos en la mañana del lunes 12 en San Jerónimo, le debió sentar como cien mil patadas en la boca del estómago. Sus tournée electorales de otrora se pueden convertir en un suplicio.
    
Pero lo peor estaba por llegar, con la decisión de la Caixa de llevar su 8º CaixaFórum, previsto para las Atarazanas con un proyecto de lujo, el del arquitecto Vázquez Consuegra, hasta el otro lado del río, la Torre Pelli. Si los muñidores intelectuales de “enterremos a Monteseirín” habían pensado que dando largas al proyecto, activado en 2009 durante el mandato de la anterior corporación, iban a impedir seguir dando lustre al anterior alcalde, se han quedado con un palmo de narices, porque finalmente ha migrado ¡a la Torre Pelli!, la segunda bestia parda de la sevillanía tras las Setas de la Encarnación, impulsada por el mismo Monteseirín que había iniciado el proyecto del CaixaFórum.
    
Sin duda, el impacto emocional le ha llevado a aturullarse hasta pronunciar las más absurdas de las declaraciones, por lo que hemos podido leer en prensa. Así, DIARIO DE SEVILLA recoge que el alcalde ha manifestado que “La Caixa me ha garantizado que va a apostar por Sevilla sin riesgos. O el CaixaFórum se hace aquí en Sevilla o no se hace en ningún sitio” afirmación que podría mostrar firmeza pero sólo muestra idiotez, sobre todo teniendo en cuenta que el de nuestra ciudad sería el octavo CaixaFórum y nada permite aventurar que no haya un nono, un décimo o un quincuagésimo CaixaFórum, aquende o allende los mares.
     
Así que en su atolondrado discurso se podría deducir que lo que decía el presidente del Partido Popular de Andalucía es que Málaga se iba a quedar con un palmo de narices si pensaba orillar “nuestro” CaixaFórum para la ciudad del Guadalmedina. ¡Qué brillantez para el líder de todos los votantes del PP, incluido los malagueños!
       
Otro de los argumentos, “El proyecto original en las Atarazanas ponía en riesgo la declaración de Patrimonio de la Humanidad de Catedral, Alcázar y Archivo de Indias” ralla en lo esperpéntico y muestra la descoordinación mental de nuestra máxima figura municipal. Si la Torre Pelli ponía en riesgo, a entender de algunos, la consideración de Patrimonio de la Humanidad por afectar visualmente, y desde la lejanía, la Giralda, ya que no se incluía en el espacio físico declarado, argumento que la propia UNESCO obvió por estúpido ¿por qué puñetas iba a afectar a tal declaración la obra en las Atarazanas que se encuentran igualmente fuera del perímetro declarado Patrimonio y no era más alto que los edificios de su entorno?
   
A estas alturas seguimos sin tener claro si nuestro insigne alcalde es un osado, un temerario, un irresponsable o un idiota. En todo caso, sólo como hipótesis, consideremos benevolentemente que sufre un ataque transitorio de “zoidotización”. Y es que las marchas triunfales del Corpus son “mu” peligrosas. Y si no, que se lo recuerden a Cristo.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Madrid Arena: Educación y Responsabilidad

Habiendo pasado apenas 32 horas de la tragedia en el Madrid Arena, es difícil entrar a culpabilizar a los y las responsables de la misma, más allá de que por lo publicado en prensa y emitido en televisión, parece razonable sospechar que la empresa organizadora del evento no puso el suficiente celo en la organización.
      
Tendrán que pasar meses, puede que años, para llegar a conocer la verdad judicial del caso. Y puede ocurrir, como ocurrió con la catástrofe del vuelo JK 5022 de Spanair, en la que fallecieron más de un centenar y medio de personas, que la sentencia provoque un sabor ceniciento en la boca de las víctimas y sus familias.
   
Pero sí creo que es el momento de señalar de nuevo un aspecto para mí crucial en este tipo de tragedias, sin restar ni un ápice la responsabilidad directa de los que por avaricia o irresponsabilidad anteponen intereses espurios a la salud o la seguridad de clientes, usuarios o ciudadanos: la propia responsabilidad de los participantes y víctimas.
   
El primer mandamiento de cualquier persona es velar por su integridad e intereses. El mejor cuidador de cada uno es uno mismo. Esto debería ser un mantra continuo en el seno de las familias a la hora de educar a los niños y niñas. Reconozco que en mi infancia y adolescencia, incluso en mi juventud y adultez, siempre he criticado la pesadez de mis padres cuando nos aleccionaban contra todo tipo de peligros: desde andar por el bordillo, hasta cruzar una calle cuando el sol deslumbraba al conductor, pasando por cuando nadábamos en la playa, manejábamos el cuchillo o lloviendo pisábamos por la calle una arqueta metálica.
   
Pero observo que muchas personas de todas las edades, no han sido educadas, ni educan a sus hijos, en tan sencillas precauciones. Por eso mismo, por esas constantes y persistentes admoniciones de mis padres durante años, me he librado de algunas situaciones peligrosas y me he podido proteger de otras que sin serlo en el momento, sí podría resultar funestas con un poco de mala suerte.
    
Un ejemplo que es posible encontrar en este mismo blog fue nuestra experiencia origen del post Lord Quintero y el bufón Jodorowsky. Escándalo en el Teatro. Resumiendo, el 18 de marzo de 2011 asistíamos a una obra de teatro en el Teatro Quintero de la ciudad de Sevilla, titulada Padres, Madres, Hijos, Hijas de Cristóbal Jodorowsky, cuando observamos que en la sala seguían entrando espectadores tras haber rebasado el aforo de la sala, llenándose los pasillos de personas sentadas en sillas plegables e incluso en los escalones.
    
Algunos espectadores, muy pocos, mostramos en público nuestro enfado y salimos de la sala, al entender que la dirección del teatro ponía en riesgo nuestra integridad física al no cumplirse las normas de seguridad. Pero si sorprendentemente la mayoría de los espectadores permanecieron en la sala sin mostrar preocupación por su seguridad, más me sorprendió cuando en respuesta al post antes citado, algunos internautas despreciaron nuestras más elementales preocupaciones.
      
Así uno afirmó: Yo estuve en el teatro y no considero que mi vida haya estado en peligro en ningún momento. Otro dejó escrito: Cristobal [Jodorowky],apurado, nos dijo que se sentaran en las escaleras. Y eso fue todo. Incluso una internauta identificada como Maribel, al transcribir la petición de Cristóbal Jorodowsky (así que os pediría por favor que a pesar de que cada uno tiene el derecho de su butaca, podamos flexibilizar ésta situación para que todo llegue a buen puerto.) remataba: Todo el público sonrie, lo entiende y ayuda a los que no tienen asiento a disfrutar de la obra junto a él.
    
Para todos estos internautas que tuvieron la amabilidad de compartir en mi blog sus opiniones, e imagino que para casi todos los que se quedaron en la sala, nuestra actitud tenía mucho de infantil o de prepotencia, cuando se trataba simplemente de la más de las elementales medidas para protegernos del desastre.
     
Este es un pequeño ejemplo de porqué muchas personas, y no especialmente adolescente o jóvenes, no advierten el peligro en muchos momentos de sus vidas, generalmente durante las grandes aglomeraciones, y ponen en riesgo su integridad a pesar de ser obvio que las mismas suponen un riesgo demasiado grande para sus vidas.
    
Soy consciente que en la mayoría de las veces no pasa nada, como nada ocurrió en el Teatro Quintero la noche de Padres, Madres, Hijos, Hijas. Pero de vez en cuando sí ocurren las tragedias, y medidas de autoprotección como no entrar donde se ve que se supera el aforo, puede ser fundamental para seguir estando vivos.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Juicio a la abstención

Uno de los imprevistos debates surgidos en los prolegómenos de las elecciones municipales de 2012 fue cuando, de forma viral, se promovió la abstención como posicionamiento político activo. Se trató de la primera vez que el debate sobrepasaba los siempre estrechos límites del anarquismo y se convertía en una opción más para una parte importante del cuerpo electoral de izquierda de nuestro país.
        
Cierto es que visto los resultados tan nefasto que la opción abstencionista provocó en los resultados del 22-M, en los siguientes procesos electorales desapareció de las redes sociales como una opción más. Pero no es menos cierto que aquella campaña proabstencionista incentivó una deriva propia de las democracias capitalistas de los últimos años: un creciente abstencionismo crónico o estructural.
    
Aún podemos escuchar de labios de algunos de sus apologéticos, que la abstención sirve como llamada de atención a la dirigencia política sobre la frustración de amplias capas sociales, y su desapego al actual sistema democrático, que se plasmó en el consenso constitucional de 1978. Además, creo que ese abstencionista “activo” lo percibe como la fórmula de inhibirse del propio sistema y sus defectos.
   
Pero ambos extremos son, a mi parecer, incorrectos.
   
Las llamadas democracias liberales avanzadas, encabezadas por los Estados Unidos de América y el Reino Unido, las tasas de abstencionismo son altísimas, en ocasiones el doble que en nuestro país. Y ello no lleva en absoluto a las élites políticas a cuestionarse el propio sistema. Al contrario, es esa bajísima participación la que asegura una cómoda certeza y estabilidad de los procesos electorales. En España, el problema principal de dicha argumentación es que con un sistema universal de votación, donde para votar basta con el empadronamiento sin necesidad de inscribirse en censos específicos de votos; con una amplia capacidad para concurrir a unas elecciones, bien como partidos, bien como agrupaciones de electores; y con un sistema muy riguroso en el secreto del voto y la transparencia del escrutinio, que bien sabemos los que participamos como interventores o apoderados en los mismos, todos los votantes disponen de una amplia lista de opciones electorales, cosa que no ocurría, por ejemplo, durante la Restauración, donde la limitación de la oferta electoral, los pucherazos y los sistemas caciquiles, impedían de hecho el pronunciamiento libre del cuerpo electoral.
     
Sobre la posición moral del abstencionista de no ser cómplice de un sistema injusto, debo recordar las palabras del sevillano profesor López Yáñez, quien en su obra La Ecología Social de la Organización afirmaba: El papel relevante que le damos a las expectativas nos lleva a que ninguno de los participantes en un sistema social puede eludir su responsabilidad –en un sentido profundo- en la determinación del proceso de comunicación, incluso si permanece en un rincón, apartado de todos los demás.
   
Es decir, que la corresponsabilidad, en la medida que corresponda, no se libera por el simple hecho de quedarse en casa, puesto que en cualquier sistema social, y el sistema democrático lo es en el entorno de la sociedad, la inacción y el silencio también lo estructura.
   
Por todo ello, debemos aceptar el carácter político del abstencionismo, en línea con la doctrina anarquista, pero de tan débil carácter que más funciona como fortalecedor del sistema político que como agente activo de cambio.