viernes, 20 de enero de 2012

Por qué hay que votar NO

Contra lo que pudiera parecer, una de las votaciones más importantes que se habrán de dilucidar en el próximo 38º Congreso Federal del PSOE, que se celebrará a principios de febrero en nuestra ciudad, es el juicio que merece al conjunto de la militancia la gestión de los órganos federales elegidos en el congreso anterior.

Por ello, a las Agrupaciones Locales de nuestro Partido se le han pedido opinión, y la Agrupación José Galán Merino del PSOE de San Jerónimo ha votado en contra de la gestión de los órganos federales, es decir, de la Comisión Ejecutiva Federal, el Comité Federal y la Comisión Federal de Garantías. Y se votó en tal sentido no sólo porque así nos lo dice un análisis crítico de la gestión sino también, y si se me permite la expresión, por estética: no es posible validar una gestión que ha llevado a la desorientación a la militancia, y a la falta de expectativa de tantos millones de votantes. Y en tal sentido votaré mañana como delegado de mi Agrupación Local al Congreso Provincial Extraordinario del PSOE de Sevilla.

El compañero secretario general José Luis Rodríguez Zapatero pasará posiblemente a la historia como uno de los mejores dirigentes de la Nación del primer cuarto de siglo y, dentro del socialismo, como un reformador revolucionario que implementó el Estado de Bienestar con el cuarto pilar, la Dependencia, que llevó a España a la vanguardia del reconocimiento de derechos, cosa que nunca había pasado en nuestro país (hay que recordar para nuestra vergüenza que fuimos uno de los últimos estados de Europa en abolir la esclavitud) y que promovió la más efectiva política de igualdad de occidente.

Pero el Congreso de nuestro Partido no es el tribunal de la historia, sino un tribunal para los inmediatos cuatro años anteriores, aquellos que van del 37º al 38º Congreso Federal. Y estos cuatro años no han podido ser más nefastos para nuestro Partido. No sólo por las clamorosas derrotas del 22-M y del 20-N, sino además, y sobre todo, porque en vez de aprovechar las contradicciones del sistema capitalista para, como recomendaba el llorado Tierno Galván, avanzar aunque fuera un paso hacia el Programa de Máximos del PSOE, asumió programáticamente la ideología más reaccionaria de los últimos cincuenta años.

A su lado, la Comisión Ejecutiva Federal y el Comité Federal mantuvo una falta de debate público en una mal entendida disciplina que les hace ahora solidariamente responsables de estos cuatro años de gestión. Algunos habrán que puedan pensar que no basta con un voto en contra a la gestión, sino con es necesaria la dimisión en cadena de toda la dirigencia del Partido. Pero nadie en el PSOE, ni imagino entre los millones de votantes que paulatinamente han dejado de votarnos en los últimos 30 años, y menos aún los siete millones largos que aún confían en nuestro proyecto, quieren el derrumbamiento de nuestro Partido que supondría tal medida. Pero sí quieren tener la certeza de que el Partido asume sus errores, su incapacidad para la utopía, su caída en una socialdemocracia ramplona de gestión. Y que hace propósito de enmienda en el 38º Congreso Federal.

Por todo ello, el 38º Congreso Federal, además de implementar un proyecto donde las personas, es decir, los cargos institucionales, estén sometidos a los dictados programáticos del Partido, y no al contrario, debe votar en contra de la gestión de los órganos federales. Y por eso en el Congreso Provincial del PSOE de Sevilla yo también votaré no.

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